All those days chasing down a daydream
All those years living in a blur
All that time never truly seeing
Things, the way they wereAl atardecer del cuarto día Zero y Kaname fueron guiados hasta la orilla del Rio Dee. Ahí les esperaba la familia real, con un cálido picnic. El cazador se sentía incómodo. Sabía perfectamente porque se encontraban ahí y la extraña cercanía de la familia real se le hacía forzada de un momento a otro. A pesar de que los días anteriores habían mantenido una relación muy cordial y se habían acercado (principalmente debido a la constante interferencia de George y Charlotte) una parte de su ser le gritaba que aquellas personas no eran sus amigos. Simplemente le tenían ahí para evaluar si representaba un riesgo.
Durante la mayor parte de la comida Zero se mantuvo en silencio, limitandose a asentir y dejar que Kaname fuera el protagonista de la conversación. Nadie le presionó a participar más allá de eso, internamente entendían la incomodidad del cazador. No sólo era el hecho de que la Reina daría a conocer su decisión respecto a la vida del peliplata al día siguiente. George no desaprovechaba cada oportunidad para hablar de las magnificas linternas que habían conseguido para lanzar al rio, lo cual obviamente era un tema sensible.
Al momento del evento principal Zero sintió que sus piernas no tenían la fuerza para moverse. Tenía el pecho apretado y el mundo le daba vueltas. Kaname fue quien le ayudó a incorporarse y caminar hacia el rio.
Y ahora que estaba ahí, no se convencía de que aquello era una buena idea. El tramo del rio donde se encontraban era bastante turbulento. En general, ese tipo de ceremonias se llevaban a cabo en sectores donde el agua fluye con tranquilidad, para que las linternas tuviesen una trayectoria pacífica. Intentó disuadir a la Reina de que no era una buena idea, sin embargo, William le detuvo advirtiendo que todo estaba "debidamente preparado".
Cuando fue su turno para escribir la plegaria que le dedicaría a su hermano se quedo en blanco. No tenía la menor idea de qué plasmar en aquel papel. A su lado, Kaname parecía escribir como si no hubiera un mañana. Aquello le molestó ¿Qué tenía Kaname que decirle a Ichiru? Intentó husmear en la carta, no obstante, el azabache se lo impidió y recurrió a George para asegurarse de que el peliplata no viera lo que escribía.
-Es de mala educación ver conversaciones ajenas Zero-ni- Había legado el infante -Ayúdame con mi carta a Ichiru, no sé escribir japonés- Zero se preguntó si aquel niño de apenas 3 años era siquiera capaz de escribir en su propio idioma. Debía reconocerle que hablaba sumamente bien para su edad.
-¿Qué vas a escribir George?- Se le hacía muy raro que la gente a su alrededor le escribiese plegarias a su hermano, a quien siquiera conocían.
-¡Voy a decirle a Ichiru que Zero me gusta mucho!- El cazador se regocijó con el breve respingo que Kuran había dado ante tal comentario. Divertido escribió en el papel las exactas palabras del niño.
-Pero Zero... no está en japones-
-Oh, no te preocupes George, Ichiru sabía hablar muy bien Inglés- la sonrisa del niño se renovó y corrió hacia sus padres para pedirles que pusieran su plegaria en la linterna que le correspondía.
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Till the sun sets in the east (KaZe)
Fiksi PenggemarZero estaba solo, le habían abandonado y rechazado, lo había perdido todo. Tuvo que dejar atrás muchas cosas, sus miedos, su odio, su identidad, para aprender que la vida a veces de una forma intrincadamente dolorosa le entregaba una nueva oportuni...