Zero estaba solo, le habían abandonado y rechazado, lo había perdido todo. Tuvo que dejar atrás muchas cosas, sus miedos, su odio, su identidad, para aprender que la vida a veces de una forma intrincadamente dolorosa le entregaba una nueva oportuni...
Ries por cosas tan ridículas, sin ser capaz de ver tu realidad
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El Puente Carlos lucía etéreo en aquella noche de luna llena, las luces reflejándose en el agua, las estatuas montando una silenciosa y perpetua guardia, el viejo castillo coronando el fondo del paisaje y frente a él, se encontraba el monstruo con el que tanto había temido encontrarse.
-Tiempo sin verte primo- Kaname chasqueó la lengua ante tal apelativo, su parentesco con aquella criatura era ya muy lejano.
-No juegues Vlad, ¿Dónde está el chico?- Tenía muchas lecciones que había adquirido en su vida pasada, una de ellas era jamás seguirle el juego a aquel vampiro que el tiempo había desquiciado.
-Sabes a lo que me dedico ahora. Él había roto las reglas del acuerdo, venir a territorio protestante y comenzar a llamar la atención del bajo mundo de aquella forma... mis ordenes fueron claras- los puños de Kaname se tensaron, pero debía controlarse, sin duda contra su "primo" tenía pocas posibilidades de salir victorioso -Tú tampoco estas en una mejor posición, está prohibido para la realeza japonesa aparecerse por aquí- Continuó
-Sé que está vivo Vlad, puedo sentirlo, ¿Dónde está?- Inquirió sintiendo que estaba al borde de perder el control. Alucard no pudo ocultar su sorpresa, si el joven vampiro frente a él podía sentir que el peliplata estaba con vida solo podía significar una cosa.
-No me digas que has sido tan imbécil de abrir un vínculo con un sacrificio- Aquellas palabras fueron la gota que derramo el brazo.
Kaien Cross apareció frente al antiguo vampiro cercenando su cabeza con su espada, sin más paciencia para seguir aguantando aquella conversación. La risa grave del vampiro lleno el ambiente.
-Déjate de bromas Alucard ¿Dónde está Zero?- el aura negra del vampiro comenzó a unir nuevamente la cabeza a su cuerpo mientras la risa no desistía.
-Cuánto tiempo sin verte Cross, tus habilidades de ocultamiento siguen tomándome por sorpresa- Kaname estaba estupefacto ¿Cómo exactamente se conocían aquellos dos?
-Voy a cortarte la cabeza cuantas veces sea necesario Alucard- Sentenció colocando su espada en el cuello del vampiro recientemente regenerado, liberando así una fina línea de sangre -Dime dónde está mi hijo-
