Zero estaba solo, le habían abandonado y rechazado, lo había perdido todo. Tuvo que dejar atrás muchas cosas, sus miedos, su odio, su identidad, para aprender que la vida a veces de una forma intrincadamente dolorosa le entregaba una nueva oportuni...
Ni bien bajaron del automóvil los brazos de una efusiva rubia envolvieron a Zero quitándole el aliento. Para el peliplata era extraño aceptar a alguien en su metro cuadrado, pero era imposible hacerle frente a los ánimos de Victoria.
-¡Estoy muy feliz de que estés de vuelta!- El cazador solo fue capaz de responderle con una sonrisa algo incomoda. La vampira le soltó solo cuando Kaien la obligo a ello, y con la única finalidad de comenzar a asfixiarlo él mismo.
-Kaien, es suficiente. La Reina decidió no matarlo, no te apresures en hacerlo tú- El exdirector le dedicó una expresión infantil a su pareja quien bajaba del automóvil.
-Eres un aguafiestas, no puedo celebrar la alegría de tener a mi hijo sano y salvo- Reclamó mientras realizaba gestos dramáticos.
Kaname resopló cansado, habían sido 6 horas de viaje desde Aberdeen en un coche rodeado por cazadores (sin contar a Cross), dos de los cuales le habían taladrado con miradas asesinas todo el trayecto. El hecho de que Zero estuviera muy divertido por su situación y aprovechara la menor oportunidad para lanzarle miradas sugerentes no había sido de ninguna ayuda. Tomó su maleta y se dispuso a ir a su habitación, tomaría una tableta de sangre e intentaría dormir por lo que quedaba de día. Mantener los horarios de los humanos por cinco días estaba haciendo mella en su cuerpo y sentía como la jaqueca se hacía presente.
-Integra-sama desea verlos- Alucard le detuvo en la entrada del edificio sacándole un gruñido.
-¿Ahora?- El vampiro negó
-Tienen una hora para descansar- Kaname chasqueo la lengua con molestia... ahí iba su apacible tarde. Volvió a enfilar rumbo hacia su habitación. Al menos se daría una ducha, una muy fría... el aroma de Zero invadiendo el coche por tantas horas sumado a ese par de ojos violetas provocandole, era demasiado para su organismo.
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Somehow everything's gonna fall right into place If we only had a way to make it all fall faster everyday If only time flew like a dove We gotta make it fly faster than I'm falling in love
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El agua fría le sentó bien, estuvo bajo el grifo más de media hora, disfrutando la sensación que le provocaba el correr del agua por sus músculos. Las tabletas de sangre se sentían como polvo en su boca, sin embargo, saciaban el vacío de su estómago y aquello era suficiente... tenía que serlo.
