XVIII. Like I'm gonna lose you

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I found myself dreaming
In silver and gold
Like a scene from a movie
That every broken heart knows

I found myself dreaming In silver and gold Like a scene from a movie That every broken heart knows

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Fue durante los primeros días de Octubre, la noticia llegó y removió todo a su paso. El consejo había reaccionado con sorpresa, fue difícil para Yuki controlarlos cuando Yagari les entregó la carta de Kaname donde les hizo saber que permanecería en Inglaterra con el objetivo de afianzar la confianza con la monarquía protestante. Lo habían aceptado de mala gana con el acuerdo de que alguien debía ir a asegurarse de que su ahora abdicado Rey estuviese efectivamente bien.

La asociación de cazadores se había tomado la noticia mucho peor. Muchos querían cobrar venganza por el último de los Kiryuu y se habían ensañado con los vampiros por ser incapaces de protegerle adecuadamente. Los vampiros comunes habían buscado asilo en casa de los nobles en un intento desesperado por no caer en manos de los cazadores. Yuki no se imaginaba como Toga había logrado bajarles los humos, pero lo cierto es que después de dos semanas las bajas habían sido mínimas.

Sin embargo, la reacción que más le preocupaba era la de los nobles que le rodeaban. Ninguno de ellos había tenido una relación cercana con Zero y aun así la noticia de su muerte les estaba afectando. La sangre pura había notado el aire pesado que se había instalado en su mansión los primeros días, casi había agradecido cuando algunos de los aristócratas habían decidido retirarse a sus propias mansiones, muy pronto esa sensación de alivio fue reemplazada por una mezcla de confusión, soledad y desesperanza.

Para sorpresa de todos, quien detono todo aquel gris clima fue nada menos que Ruka Souen, la chica no parecía particularmente triste por el cazador. Sin embargo, la noticia de su muerte había detonado en ella el sentimiento de que el mundo era sumamente frágil. Intentaba ocultarlo, pero era obvio, sus ojos y mejillas estaban permanentemente enrojecidos por el llanto invisible, Kain procuraba mantenerse siempre a su lado dispuesto a consolarle y ella ya se había resignado a aceptar su hombro como refugio.

A través de la vampira, aquel clima de fragilidad se había esparcido. Senri estaba paranoico, no dejaba a Takuma solo un segundo y la tarde anterior había aparecido muy ofuscado en el despacho de la princesa sangre pura.

-No quiero que Takuma vaya a Inglaterra- Alegó plantándose frente a Yuki.

-Shiki, entiendo que estés preocupado... hare todo lo posible para que el consejo se decida por otra persona- El pelirrojo la miraba aún disconforme con sus palabras.

-No lo entiendes, no permitiré que él vaya a ese lugar. No lo permitiré Yuki. Matare a todo el consejo si es necesario, pero Takuma no irá- La muchacha podía ver el miedo y desesperación en sus ojos, no había duda o vacilación.

-Debes calmarte Shiki, no conseguiremos nada con esa actitud- Quería correr a abrazar a su primo, buscar en él la contención que había tenido alguna vez en Zero o Kaname, pero estaba sola ya lo había comprendido.

Till the sun sets in the east (KaZe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora