𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆𝒏 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆 | 𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔

18

...

—¡Steven!—Grito la pelirroja al ver que un montón de rosas caían de su casillero.

A lo lejos se escuchó la risa ronca del muchacho de pelo rizado.

—¡Solo trato de declararme!—Gritó con una sonrisa en su rostro.

Ese comentario hizo que Spinel se le subiran los humos a la cabeza y sus mejillas se tornaron de un rojo profundo casi como el de su pelo.

—Estas loco.—Tomo un para de rosas y se las lanzó.

—Loco por ti.—Steven le guiño un ojo de forma coqueta mientras agarraba una de las flores que ella había lanzado.

Spinel hizo un ruido con su lengua y comenzó a perseguir a su "crush""¿novio?" Ella no sabía muy bien lo que eran.

—¿Que esta...?—Peridot dio un paso atrás al ver a su amigo ser perseguido por la chica rebelde de la secundaria.

—Otra vez.—Lapis paso una mano por su cabello recientemente teñido de un color azul.

—¿¡Porque me persigues!?—Preguntó mientras no paraba de reír y correr. Su novia a veces podía ser algo agresiva.

—¡Porqué eres demasiado cursi!—Gritó tirándole otra de sus rosas.

—Oh vamos, se que te gusta.—El se detuvo de correr y la miro a los ojos.

Spinel al no ver su camino chocó con el. Esta se quedó callada ante su comentario y se cruzó de brazos.

—¿No te gusta?—Preguntó bajando las cejas simulando tristeza.

—No hagas esa cara, parece que estas estreñido.—Steven partido en risas.

—Que tristeza,  mi novia no le gusta que sea cursi.—Comentó poniendo una cara de dolor y posicionando una mano en su pecho.

—¿Soy tu novia?—Preguntó abriendo los ojos sorprendida.

—No, eres un bufón.—Comentó irónico recordando cuando ella vino vestida de payaso.

Spienl frunció las cejas enojada.

—Ven aquí.—Agarro sus hombros y la atrajo hacia él dándole un abrazo.—Y si, eres mi novia, pensé que ya lo sabías.

La pelirroja correspondió a su abrazo.

—Las rosas si funcionaron.—Comentó en un susurro Rubi hacia Zafiro.

—Era bastante obvio.—Respondió esta mientras acomodaba sus lentes.—No como el brillo o la miel.—Zafiro confesó mientras trataba se ocultar su sonrisa.

—¡Esas ideas eran maravillosas!—Se defiendo curazansoce brazos algo enojada.—Solo no funcionaron como debían.

Un recuerdo de Spienl abriendo su casillero y luego como todo el brillo que había puesto con Steven se estampaba en su cara o como arruinaron casi todos los libros de la pelirroja usando miel.