- Sólo quiero hablar con ella – era su voz, sin duda, la que se oía a través del pasillo con eco propio. Me quedé helada, mis pies no se movieron más y mi cuerpo quedó escondido tras la pared continua.
- Pero ella no quiere hablar contigo, pervertido –esa otra voz era la de Luke, aireada. ¿Qué estaba sucediendo? -pensé yo-
- ¿Pervertido? –repitió Michael, escandalizado.
- ¿La llevas a tu casa sabiendo que no está en sus cinco sentidos? No te hagas el santo –alegó Luke.
- La llevé a mi casa por eso mismo –explicó-. No iba a dejarla aquí sola en ese estado, además, yo no tenía llave de este departamento, ¿qué querías? ¿Qué la dejara en el pasillo? –replicó.
- Como sea, ella no quiere verte.
- Tú no decidas, no tienes derecho –decía Michael.
- No decido, sólo te estoy repitiendo lo que ella me dijo esta tarde –refutó Luke.
- Necesito hablar con ella, y tú no me lo vas a impedir –advirtió Michael.
- Pues, ojala la encuentres –la voz de Luke parecía ocultar una sonrisa malévola.
Hubo un silencio y me eché a correr al captar que la conversación entre ellos había terminado y que Michael pasaría por donde yo estaba escuchando todo.
Corrí hacía el ascensor, Michael no lo tomaría, de eso estaba segura. Las puertas se abrieron a tiempo y me escondí antes de que sus ojos me vieran. Apreté el botón para el cuarto piso, sólo por si acaso y el estómago se me encogió, evidentemente más sensible, cuando el ascensor subió un piso arriba.Cuando las puertas se abrieron de nuevo y me dejaron salir, bajé rápidamente las escaleras hasta mi piso y llamé a la puerta del departamento trecientos ocho. Alguien dentro refunfuñó palabras ininteligibles y luego la tía de Luke me abrió la puerta y me puso mala cara, deformando su rostro con más arrugas de las que ya tenía. Su cabello blanco estaba atado en una desecha coleta y algunos cuántos pelos se salían de su lugar.
- Disculpe que la moleste, ¿está Luke? –pregunté.
- ¡Luke! –lo llamó, luego sin decir nada más, se dio media vuelta y volvió al sofá en el que seguro estaba antes.Luke salió de una de las habitaciones y después de que miró a su tía me captó en la puerta de entrada, esperando.
- Oh –musitó y se acercó a toda velocidad-. ¿Qué pasa, ______? –dijo, saliendo un poco y cerrando la puerta tras de sí.
- Escuché la discusión que tuviste con Michael, ¿por qué? ¿A qué vino? –inquirí, desesperada. Él exhaló.
- Venía a hablar contigo, pero le dije que tú no querías hablar con él –musitó.
- Eso lo escuché, pero ¿por qué le dijiste que yo no quería hablar con él?
- Pues, ¿no es obvio? _____, yo sé que te lastimaría más de lo que ya lo ha hecho. No quiero que te sientas culpable de nada, Michael es el que tiene la culpa aquí y quiero que lo acepte. Además ya has llorado bastante.
- Pero…
- A menos de que quieras despedirte de él, yo no puedo impedirlo –se encogió de hombros.
- No –negué rotundamente-. Ni siquiera le diré que me voy.
- No digas que te vas, se siente horrible –musitó, bajando la mirada.
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Manual de lo prohibido [Michael Clifford]
ФанфикFalso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y f...