-¡Bestia, arriba!-Sharon tenía la costumbre de despertarme con golpes en la puerta, por eso era lindo que se fuera a trabajar.
Balbuceé entre la almohada y luego comprendí que los molestos golpes en la puerta no pararían hasta que Sharon me viera con los ojos abiertos. Me llevé los puños a los ojos y comencé a tañarlos para desemperezarme, luego abrí paso a un bostezo grande.
Me paré con pereza y abrí la puerta, Sharon estaba en la cocina buscando algo en el refrigerador. Me miró.
-Ponte algo lindo, algo verde, a ashton le gusta el verde-dijo.
-Estás loca-musité y me di la me di vuelta para vestirme.
-Si quieres gustarle a ashton, escucha mis consejos-gritó desde la cocina.
-No quiero gustarle a ashton, ¡ni siquiera lo conozco!-me quejé, saliendo de nuevo de mi habitación; increíblemente asombrada del esfuerzo de Sharon por emparejarme.
-Sólo vístete, ¿quieres? Ellos llegarán en cualquier momento.
-Eres perversa-la fulminé con la mirada.
-Pero así me quieres-me sacó la lengua y me vi obligada a reír.
-Tonta-dije.
Me vestí con una blusa azul turquesa y con unos jeans entubados, sólo por llevarle la contraria a Sharon. A los pocos minutos, oí el timbre sonar, y la fierecilla empezó a saltar de un lado a otro cantando el nombre de Michael. Salí de mi habitación al oír el murmullo de las voces, y allí junto al ángel de oro, reposaba otro.Era muy parecido a Michael, sin embargo, su cabello era casi como el de Luke; pero se encontraba un poco más despeinado; su piel, casi del color de la de su hermano, hacía lucir sus de un tono café claro, y cuando me sonrió, los pómulos se le elevaron notablemente.
-Hola-musité.
-_______, mira, él es Ashton-me dijo Sharon, empujándome por el codo hacía el par de ángeles.
Extendí la mano para saludarle y él respondió mi saludo.
-Hola-me dijo. No estaba muy segura, pero sentía dentro de mí como dos partes; una, atenta a ashton; pero la otra, atenta a michael. Seguro la fierecilla estaba dentro de la segunda.
-Bueno, ya que se conocieron, ¿a dónde vamos a ir?-preguntó Sharon.
-¿Quieren desayunar en…?-la voz de michael habló por fin, y yo, completa, me perdí en ella.
Dejé de oír entonces la conversación que tenían los tres, de hecho, mis ojos estaban tercos y habían dejado a mis otros sentidos inactivos, ya que ellos se aferraban a mantener la vista en michael. Los labios de los demás dejaron de moverse, luego me miraron. ¡Reacciona! Me ordenó una voz en mi cabeza. Entonces mis sentidos comenzaron a activarse de nuevo.
-¡______!-me sacudió Sharon.
-¿Eh?-musité, terriblemente desconcertada.
-¿Que si quieres desayunar pizza?-me preguntó.
-Amm… sí-dije. ¿Cuánto tiempo me habían estado hablando?
-Vamos, entonces-concluyó michael.
Nos dejaron pasar primero y luego, en la Hybrid de michael nos dirigimos a un pequeño local de pizza, que desprendía el aroma a salsa abarcando alrededor de unos tres metros y medio.
Nos sentamos en una mesa, michael y Sharon en un lado y ashton y yo en el otro. Ambos enfrente de ambos.
-Pidamos la pizza típica, para que ______ pueda probarla. Apuesto a que jamás has probado una hecha en Italia.
-Eso es obvio, Sharon, ya sabes que no-dije, riendo.
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Manual de lo prohibido [Michael Clifford]
Fiksi PenggemarFalso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y f...