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—¿Qué... qué quieres decir con eso?—preguntó Jimin, sorprendido por las palabras tan profundas que escuchó venir de esa boca.

Yoongi lanzó un suspiro largo. Era su momento.

—Quiero ayudarte. Siento que debo hacerlo —comenzó, se había pensado todas sus líneas anteriormente, entonces las dijo—. Quiero que puedas sentirte mejor, que tengas esperanzas porque no te mereces todo esto.

Sonó sincero, porque lo era... o así creyó que fue su frase ensayada meticulosamente para no equivocarse. Repasó en su mente todas las acciones que había llevado a cabo hasta el momento, sus conversaciones con él, esperando que todo funcionara.

Sin embargo, la frase "No te mereces todo esto", resonó en la cabeza de Jimin y en ella, él rió sarcásticamente.

Yoongi iba a continuar, pero sintió al rubio removerse en su lugar manteniendo una expresión neutra seguida de un resoplido, mientras desviaba la mirada y estrujaba sus dedos.

—Tú no quieres ayudarme. Eso es algo imposible... —Rodó los ojos, realmente lo hizo, para luego clavar su mirada en el contrario de forma triste, para decir un doloroso:— ¿T-tanta lástima te doy, Yoongi?

Lástima.

Lástima.

Lástima pero en Itálica.

Se quedó estupefacto.

La usualmente tranquila y suave voz del menor transicionó en una seca y con un toque de sarcasmo, completamente opuesta. Nunca lo había escuchado así. Nunca se habría imaginado verlo así.

¿Qué? ¿Era ese Park Jimin? ¿Estaba realmente diciendo eso? No entendía, según él su sinceridad era obvia, sus intenciones buenas, una buena en mil malas. Así que no supo qué responder, ni se atrevió a objetar ante esos ojos que parecían caerse a pedazos.

Acababa de ver la faceta más vulnerable del menor, pero ahora estaba expectando una fuerte, enojada y dura. De un Jimin que estaba cansado de todo. Que estaba pateando y golpeando el vidrio de su cajita de cristal.

—Recibí muchas veces esas charlas superficiales, hoy no estoy de humor para eso.

Bajó el paño para mojarlo una vez más y volvió a colocarlo en su frente, pero esa vez su frío cuerpo no le generó un sentimiento cálido, sino el que tenía sentido.

Se sintió lógicamente helado.

—Escucha, no quiero-

—No —lo interrumpió. Por Dios lo interrumpió —. No te gastes en sentir que debes ayudarme. Si al final... seguiré igual. Ya escuché suficientes "No te lo mereces", "Oh pero eres una muy buena persona" "Déjame cuidarte porque seguramente ni siquiera puedas soportar caminar de la cocina al comedor". En serio, tu tiempo es muy valioso como para que lo desperdicies en una charla que no me ayuda.

Me hunde.

Yoongi pudo ver al Jimin frustrado y enojado, que se volvía sarcástico y hablaba mucho y muy rápido. Que estrujaba sus dedos con cada vez más fuerza y se sentía cada vez más frío y con el que parecía que su plan perfecto podría realmente fracasar.

Nunca sería perfecto.

Y por otro lado Jimin quiso llorar, porque sintió que cometió el error más grande de su vida. La voz de su cabeza comenzó a gritarle de todo, desde impulsivo hasta idiota. Venía malhumorado desde antes y Yoongi tal vez no me ser tratado así. Que tal vez sólo trataba de ayudar...

Pero estaba frustrado. Enojado con las charlas motivacionales, ¡Que no podría estar bien de salud, maldita sea! De qué servía una vida a base de "No te lo mereces" si apenas lo dejaban hacer cosas que sí merecía.

Imperfecto | yoonmin (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora