14 : Morado

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Namjoon entró a la residencia Park, de golpe. A sus espaldas el día ya había muerto y la gloriosa luna lo festejaba.

La única luz provenía del comedor, entendió que ellos estaban allí, muy contentos. Comenzó a pensar en los acontecimientos previstos para ese día en el que no pudo participar y terminó recordando la importante visita del doctor, oh rayos. Tendría que hablar con Jimin sobre eso o con Taehyung porque seguramente fue el que lo recibió.

Maldita sea... Taehyung.

Miró la bolsa de compras a su y como su mano estaba perfectamente sosteniéndola y a la vez, agarrando tres paletas de caramelo. Debía pedir disculpas porque estaba realmente arrepentido, no quería dejar las cosas en mal plan con alguien tan importante para él como lo era ese jardinerito de sombrero de paja.

También le debía una disculpa a Jimin por arruinar su primera mañana en la casa nueva y su desayuno. Sabía que las peleas entre ellos era un tema muy sensible para él. No quería que se sintiera mal, porque podría tener hasta consecuencias mucho más graves.

Y el que seguramente, pero seguro, era Min, (pero Jin no lo dejaba echarlo a patadas como le gustaría) no le importaba, que se muriera.

Bueno, tampoco iba a desearle algo tan malo.

Solamente quería proteger a su familia y cualquier cosa sospechosa podía serlo. No podían culparlo, un grupo de locos lo había amenazado a él y a su familia, si un tal Min (que sí, estaba seguro que estaba allí) aparecía por si casa, les sucederían cosas horribles. Era estresante estar tan preocupado constantemente, alerta, mirando hacia todos lados cuando salía a la calle y apegándose a Seokjin cuando grupos de hombres pasaban a su lado.

El cocinero pasó junto a él, apenas mirándolo, yendo directamente al comedor y nuestro profesor lo siguió. Al pasar por esa puerta se encontraron con una escena que en otro contexto para él habría sido cálida. Taehyung estaba sentado junto a Jimin, comiendo arroz con leche mientras escuchaban hablar muy atentamente al visitante.

Hablaba de lo bonita que era la torre Eiffel, la cual, ninguno en esa casa habían tenido la oportunidad de conocer. También comentaba sobre las infinitas veces que había visitado el museo Louvre y cómo de forma sorprendente conocía mucho de él.

Su atención cayó en ese joven de cabellos rubios que abría sus ojos como platos escuchándolo hablar de un lugar tan lindo. Taehyung era el que más comentarios hacía, estaba entusiasmado, demasiado, no quería cerrar la boca porque si lo hacía, sus miles de dudas aún restantes no tendrían respuesta.

No tenía intenciones de oír una conversación que seguramente lo haría sentirse mal, no quería oír a Taehyung ser tan feliz con ese hombre que para él no lo era, mucho menos a Jimin. Sus sospechas, su desconfianza era alta, cada pista contaba y cada riesgo debía ser eliminado.

No pondría en peligro todo lo que amaba, esa pandilla tonta no lo pasaría por encima.

En su visita a la biblioteca luego de la escena del mercado, había tenido la oportunidad de conseguir unos cuantos libros de Sherlock Holmes, o los que quedaban, ya que en tiempos de tanta lluvia, la gente prefería quedarse en casa con algo que le garantizara que no se aburriría.

Sherlock Holmes era un hombre muy inteligente, demasiado, pero en él permanecía eso que lo hacía humano y no una máquina que podía responderlo todo. Namjoon siempre había amado a ese personaje, era admirable y wow, hacía demasiado bien su trabajo. Los leía desde pequeño y sabía que por lo menos ahora, era algo que lo ayudaría a distraerse y a no explotar frente a nadie. Teniendo a ese Yoongi en casa, sus nervios y temor se acumulaban y no sabía si era algo bueno que escaparan. Él quería estar entretenido para no tener el toc de mirar por la ventana cada diez minutos con el miedo de encontrarse a algún miembro de esos hombres que perseguían a Min.

Imperfecto | yoonmin (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora