—Mmm Quítate ese short y tal vez te lo muestre.
La sonrisa apenas iluminada por la luna, ese ligero brillo perverso en sus ojos y la forma tan arrogante en la que levantaba una de sus cejas hacían que Minji se viera como un peligro para Yoohyeon. Elevaba su temperatura y jugaban con su deseo de sumisión. Asi que como la "Buena chica" que era, desabrochó el boton y bajó el cierre de su short, dejandolo listo para que los deslizara por sus piernas de una torpe manera hasta dejarlo en el suelo de la camioneta.
—Bien. Ahora la remera... —Yoo volvió a obedecer. Dejando expuesto un simple sosten blanco. Sentía que no era muy sexy pero Minji poco le importaba eso, haría que se lo quitara tarde o temprano.— Los zapatos ya estan. Muy bien... Ahora el sostén y las bragas... —La menor tragó junto con un poco de saliba el deseo que tenía de saber qué pensaba la rubia al verla. Al ver que seguía sus ordenes, al mirar su cuerpo con lujo de detalle, teniendo la discreción totalmente anulada. Luego la vió sentarse frente suyo y mirarla a los ojos. ¿Qué mierda tenían esos ojos para estremecer su pulso?— Cierra los ojos.
Y así lo hizo. Cerró los ojos mientras jugueteaba con sus dedos. Escuchó el cierre de la mochila romper el silencio dos veces. Al abrirse y al cerrarse. Minji mordió su labio al ver el collar dentro de la alargada cajita. Estilo choker, negro y con detalles metalicos en plateado; como la hebilla para ajustarla detras o la pequena argollita en el frenten; incluso las letras personalisada que había pedido. "Minji's bitch" se podía leer al costado izquiedo de la argollita. Y como el collar no superaba los 2 cm. Las letras cursivas tampoco. —Ábrelos.
Sin tardar, Yoohyeon abrió los ojos y miró lo que había frente a ella —además de Minji— y un fuerte calor invadió su rostro cuando varios sentimientos se vieron afectados por lo que decía el collar. Por un lado resultaba excitante la idea de ponerselo, eso definitivamente la volvía suya de una forma tan indiscreta. Y por otro lado... Si ella era de Minji ¿Minji era suya? No dejaba de pensar en qué sentía la rubia hacia ella, y las dudas habían empeorado desde el "te amo más que a la comida" o como sea que haya escrito. Pero dejó que le pusiera el cuero alrededor del cuello y lo ajustara suavemente luego de correr su pelo. Aunque el extraño deseo de que lo ajustara un poco más la desconcertó. Si lo apretaba más le faltaría el aire y eso sería malo ¿verdad?
—¿Soy tuya, mommy?
—Dime... ¿Lo eres? Por que es lo que gimes vada vez que te toco.
—Sí, soy tu perra. Y quiero gritarlo ¿me harás gritar mommy?—Pero de momento mandaría a la mierda los sentimientos. Quería prenderse fuergo, una y otra vez, por culpa de esa maldita bestia encerrada en el cuerpo de una chica.
Una vez que sus ojos se vendaban, el resto de sus sentidos comenzaban a estar alertar. Su oído se agudizaba, su piel despertaba cada terminación nerviosa para que Minji se aprovechara de ello al recorrer su cuerpo. Su sentido gustativo se exponía a disfrutar de los savajes besos de la mayor; que haciendo uso de sus dientes y lengua recoría cada espacio en su cavidad bucal, invitandola a hacer lo mismo hasta quedarse dando vueltas por la falta de aire. Y sumado a eso, la emoción de estar con los brazos aprezados detras de la espalda, sin poder escapar y totalmente a merced de la bestia. Un toque riegoso en muchas circunstancias pero solo iban a jugar. No había qué temer.
—Eres tan ardiente...—Minji amaba susurrarle en el oído y sentir cómo se le erizaba la piel.
Amaba que una sonrisa se asomara en sus labios cuando pasaba sus manos en la parte baja de su vientre o la parte interna de sus muslos. Y como esta pasaba a ser una mordida cuando acariciaba entre sus pliegues. Amaba sus suspiros, sus jadeos y la voz que escuchaba gritar que era su "maldita perra", amaba tantas cosas que podía seguir por un buen rato y al terminar amaría lo mucho que aún le faltaba por conocer de Yoohyeon. No solo al tener sexo, sino cosas más vanales como su color favorito, o qué tipo de videojuegos le gustaba más, su comida favorita o qué tipos de cosas la hacian enojar, además de molestarla mientras intentaba estudiar. Minji sabía que estaba perdida con ella. Ya no había retorno. Estaba enamorada. ¿Lo peor? Le encantaba estarlo. Después de mucho tiempo volvía a disfrutarlo.
Mientras miraban el amanecer, Yoohyeon estaba muy cómoda al estar semiacostada sobre su unnie. Abrazandola y siendo abrazada mientras una manta polar bordó las cubría a ambas. Escuchar los latidos contrarios la hacia sentir relajada, y confiada para al fin preguntar todo lo que daba vueltas en su cabeza.
—Minji...—Llamó con un tono vago. Recibiendo un "¿Uhm?" como respuesta.— ¿Tenias planeado traerme aquí?
—Sí.
—¿Para coger?
—En parte sí.
—¿Y para ver el amanecer?
—En parte tambien.
—Minji... ¿Te gusto?—Y tan repentinos como la pregunta, los latidos que escuchaba se aceleraron. Eran nervios pero ¿buenos o malos?
—Mm pues yo dirías que más que eso.—Eran buenos y justo cuando Yoo se levantaba para verla, ella le sonreía con un pequeño sonrojo decorando sus pómulos. Ahí tachó otra fantasía de su lista y se sentó a horacadas para verla mejor. Seguro su sonrisa ya la había delatado pero...
—Tambien me gustas... Eso nos hace-
—Sh.—La calló derrepente, poniendo un dedo sobre sus labios y mirándola a los ojos.—No nos hace nada.—¿Qué queria decir con eso? Su sonrisa se borró y Minji al ver eso se apuró en proseguir.—Hoy no te preguntaré si quieres ser mi novia, y tú no me lo preguntarás a mí. Ninguna va a contestar nada... Nuestro aniversario no va a ser el mismo día que mi cumpleaños.
—¡¿Que tu qué?!
—Cum-ple-a-ños. Ya sabes, ese día en el que naces y-
—Ya sé qué es un cumpleaños pero no sabía que era el tuyo... ¡Feliz cumple!—Gritó esta vez con entusiasmo mientras la abrazaba. Luego la besó y ahí fue cuando la dejó volver a hablar.
—Gracias.
—¿Por eso vinimos aquí?
—Sip.
—¿Querias estar conmigo?
—Sip.
—¿Solo conmigo?
—Aja.
—¿Sabes lo cursi que suena eso?
—Tal vez.
—¡Ah!—se quejó—¿Puedes contestar algo más?
—Mm bien. Quería empezar este año menos de vida contigo por que sabía que me ibas a hacer feliz, por que no necesito nada además de mirarte para serlo.
—Deja de flirtear...
—Se llama ser sincera pero si quieres me callo.
—En serio parece que eres una profesional flirteando.
—Hablando de ser profesional. Lo soy en comer y tengo hambre. ¿Me pasas la mochila?
—Sí. Yo también tengo hambre jeje y frío. ¿Dónde esta tu chaqueta?
—En tu casa.—Contestó sería. Esperando que Yoohyeon le pasara la mochila para sacar de ella la bolsa que habían traido del super.
—Pero la que tragiste hoy...
—Hoy no traje.—Miró qué había y sacó el paquete de galletas de arros. A lo que Namu suspiró y sacó las que ella había elejido. Oreos.
—No entiendo cómo te gusta comer cartón.
—No como cartón.—función el ceño y luego mordió una de las galletas circulares.
—Eso sabe a cartón. Ni siquiera tiene mermelada como para darle sabor...
—Me pregunto qué vas a decir cuando me véas comiendo avena.
—Que te jubiles.
—Ya se que tengo 19 pero eso no me hace vieja. Además la avena es rica. Con chocolate, en sopa, en gaetitas, con fruta.
—Cállate que me estoy arrepintiendo de besarte.
— ¡Yoohyeon!