13

337 24 9
                                    

—¡Minji! ¡Así no!

—Ag~ ¡¿entonces cómo?!—Hizo un puchero, sin entender qué hacía mal.

—Deja ese cuchillo, te vas a cortar un dedo.

—Al menos no estoy matando un tomate.—Apuntó los tomates en la trituradora.

—A ver, deja de decir estupideces y presta atención.—La castaña clara pasó sus brazos alrededos de su mayor, tomó una de sus manos afirmando cómo sostenía el mango del cuchillo; y la otra se acomodó sobre la hoja de metal. —Si la pones muy en la punta te vas a cortar. Además pierdes el control para cortar el ajo.

—Aja. Entonces... ¿Lo hago así?—Volvió a mover el mango, subiendo y bajando para cortar los pedacitos aún más pequeños.

—Sí. Cuando termines, tiralos a la olla.

—Okey. Ahora la cebolla ¿Verdad?

—Sip. Y después...

—Mm... ¿La cosa verde esa?

—Apio. Se llama A-pi-o.

—Sisi, eso mismo.

Una vez que Minji logró cortar todo y sacarse las lagrimas de los ojos, pusieron a cocinar las verduras. Pero ese hervor cristalizaba los ojos de la pelirroja, no entendía como los cheff disfrutaban eso pero no podía echarse para atras. Por suerte al echar la carne con los tomates se alivió todo y solo quedaba poner los condimentos.

—Un poco más de Sal—Indicó SuA, viendo que la más alta hiciera lo que decía.— Un poquito de pimienta... Y listo, revuelve todo. —bajó un poco la intensidad del fuego y luego se sacó el delantal.—En un rato ponemos los fideos y listo.

—Okey. Me lavaré las manos y los ojos. Seguro el jabon arde menos.—Bufó mientras abría la canilla de agua caliente. Luego empezó a lavarse las manos y la cara.

—Que quejosa eres Minji. ¿No que eras una chica ruda y fuerte?

—Sí, pero también soy una princesa llorona según Joon.

—Tiene razón.—Le pasó un ropasador para que se secara y luego sonrío al ver los ojitos rojos de Minji.—Pareces drogada.

—Es tu culpa.—Bajó las mangas de su camisa y se acomodó contra la mesada.—Así que estamos solas ¿eh~?

—Pues sí.

—Me invitaste por que no querias estar sola ¿verdad? La próxima invita a Siyeon. Estando solas podrían divertirse.—Entonó la última palabra con picardía mientras clavaba sus ojos traviesos en los de Bora.

—Ya estuvimos solas en su casa. Y no nos interesamos de esa forma, somos amigas... Creo.

—¿Amigas? Claro, ahora se dice así. —Esta vez se acerco a la más baja mientras esta la miraba sin gracia.— Pero de verdad, ¿nada más? Me refiero, no amor pero ¿tensión sexual~?

—Ni una ni la otra.

—¿No? Pero admite que es atractiva.—Lo era y mucho. No iba a negarlo pero tampoco iba a aceptarlo. 

—Bien, dilo. Siyeon está muerta por mí y te pidió ayuda a ti ¿verdad?

—No, Siyeon no me confía esas cosas. Si está muerta por ti o no, no es de mi conocimiento. Pero creo que podrían ser algo.

—¿Y qué tal va todo con Yoohyeon? 

La pelirroja asintió riendo animadamente y se cruzó de brazos, mirando a un lado del techo blanco.—Bien, no vas a decir nada que refiera a ti y Siyeon. Tienen una relación secreta ¿verdad? Lo respecto. Con Yoo estamos bien, no sé qué podría decirte.

Princesa pervertida || JiYooWhere stories live. Discover now