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Yoohyeon se despertó derrepente. Diferente a cómo recordaba hacía frío y al parecer no solo era por que las sabanas estaban en el suelo. No era de día, no era verano, Minji no estaba a su lado, ni arriba suyo. Suspiró pasando su mano por su rostro algo frustrada. Todo había sido un maldito sueño. Otra vez. 

—Kim Minji te odio.—Tomó las sábanas para cubrirse y suspiró con una lógica incomodidad en la entrepierna. Eso le pasaba por ser una pervertida y soñar cosas indebidas. No. Era culpa de Minji por ser tan malditamente candente.

Agarró su celular de la mesa de noche y miró la hora, 5:27 de la mañana. No faltaba mucho para que sonara su alarma y tendría que levantarse para ir a clases. Suspiró mientras dejaba el teléfono de lado para luego levantarse e ir buscar ropa para bañarse. Salió de su habitación para ir directamente al baño. Quería disfrutar del silencio ni siquiera interrumpido por los autos afuera. Aunque por lo general sus vecinos no molestaban y de hecho siempre se habían comportado muy bien con ella. A excepción del 3A, él era un maldito pervertido que no perdía la oportunidad de mirarle todo. 

Ser la primera en despertarse significaba que el agua caliente no tardaría en llegar, se bañó tranquila, sin apuros; todo lo contrario a cómo se vistió para no morirse de frío. Se secó el pelo y recién ahí se animó a salir hasta la cocina-comedor para hacerse el desayuno. Puso agua a hervir y tachó otro día en el calendario pegado en su pequeña haladera. El timbre sonó mientras volvía a ver su celular.

Maldijo a quién venía a molestar tan temprano y abrió.

—Buenos días, Yoohyeon~ Parece que te despertaste temprano ¿eh?

—Ah Buenos días Aina, ven, pasa que hace frío.—Se hizo a un lado y la japonesa que no pasaba el metro y medio entró al pequeño departamento.— ¿Qué haces tan temprano aquí?

—20 minutos sólo, y vine para que vayamos juntas. Ese chico del que me hablaste no me gusta en absoluto.—Contestó aún sin justificar esos 20 minutos.

—Gracias. A mi tampoco. ¿Te invito té? Todavía no desayune.—Sonrió sirviendo dos tazas por adelantado, conociendo la respuesta. Le dejó una taza a Aina y la otra fue directo a su boca para calentar su interior.

—Seguro. Por cierto, hay un o una  idiota estacionado enfrente que está tapando toda la entrada. 

—Oh que raro. —Por curiosidad se asomó por la ventana mientras tomaban otro sorbo de su té. En realidad el S500 negro estaba bien estacionado justo en frente de su ventana. Sonrío viendo como la conductora pelinegra la saludaba.—Son unas idiotas. 

Dejó el té en la mesita y tomó la llave para abrir y bajar corriendo las escaleras mientras se disculpaba mentalmente por el ruido tan temprano. Sus pies golpeando con fuerza el suelo, los escalones; sus manos saltando frenéticamente sobre el varandal igual que su pulso. La felicidad de verla después de tantos meses hizo que varias risitas salieran de su boca al momento de saltarle encima.

Minji sonrío rodeando su espalda con sus brazos y luego, en cuanto Yoohyeon comenzó a besarla no tuvo más opción que bajarla al suelo. 

—Sorpresa~

—Idiotas, tú y Aina.—Dijo en coreano después de algunos días, sin separarse del torso contrario.—¿Cuándo llegaste?

—Hace unas dos horas. Quería pasar a verte antes de ir a dormir.

—Ouw ven, duerme aquí, puedo faltar así aprovechamos el día.

—Me quedaré casi una semana, así que mejor ve. Duermo y almorzamos juntas. En la tarde tengo que ir a correr para darme un lugar en la parrilla pero tenemos toda la noche y mañana para divertirnos.

—Pero te quedarás conmigo ¿no? No hace falta que pagues un hotel, en especial por que vas a estar lejos mío y vas a gastar-

—Si~ Me voy a quedar contigo. Aunque voy a estar un poco ocupada. Son varios circuitos, bueno son dos los de las carreras pero el jueves Park me va a llevar a que estrene unas y luego- ¿vamos adentro? Estás temblando.

—Sí, olvidé el abrigo jeje.

—Ay dios Yoohyeon, abrigate.—Ordeño mientras se sacaba la gabardina gris de abrigo y se la ponía sobre los hombros. Luego fue a buscar su bolso con ropa y le puso la alarma al auto. Lista para subir denuevo al departamento de la menor. Esta besó su mejilla y no se despegó de ella hasta que tuvo que irse con Aina a la Universidad, Takeru se enojaría mucho con ella por dejarlo solo en la presentación de trabajo.

Mientras tanto la mayor acomodó su bolso sobre la silla de la habitación, notando que su abrigo gris se lo había llevado su novia. Puso una alarma a las 12:30 y esperó a que fuera esa hora mientras dormía.

A ninguna le gustaba tener que verse tan poco, o incluso tener que depender de sus celulares para eso. Yoohyeon pasaba mucho tiempo estudiando, Minji tenía que estar participando en varias carreras para poder hacerse un nombre en el mundo del MotoGP, invertía todo lo que tenía en eso. Tiempo, esfuerzo y mucho dinero. Por eso uno de sus premios económicos se destinó unicamente a comprar un gimnasio. Era pequeño pero rentable, le daba ingresos fijos para vivir. Y si algún día dejaba de tener suerte, eso le aseguraba no quedarse en la calle. Por que no tener una carrera universitaria dificultaba totalmente conseguir un trabajo normal. Yoohyeon por su lado estaba en su último año de estudio mientras ya comenzaba a buscar trabajos en los que pudiera cumplir su sueño mientras seguía haciendo gameplays en YouTube. Agradecía que editar no le fuera un dorlor de cabeza la mayoría de las veces.

Pero de momento solo quería correr hasta la pelinegra, saltarle encima y comenzar a hacer el amor hasta que no pudieran ni mover un dedo. Lamentablemente debía esperar hasta estar en el departamento, tenía que tener un poco más de paciencia.

—¡Aprovamos!—Sonrió mientras volvía a abrazar a Minji, esta vez sin saltarle encima para no llamar la atención de sus compañeros. Era suficiente con Aina y sus comentarios juguetones que la hacían avergonzar. Pero si Minji la besaba le iba a corresponder igual, aunque tuviera un recordatorio de lo "Neko" que se veía con Minji cada día. Le gusta pero digamos que Aina no era discreta.

—Los felicito~ Y creo que mereces un gran premio por portarte tan bien~

—Si~ Y uno muy~ largo. —Mordio su labio, recordando lo que había soñado y los toqueteos de su novia en la mañana, todos discretos para que su amiga no notara nada pero los suficientes para dejarla anciosa durante sus clases.—Vamos a jugar~ por favor~

—Está bien, mommy también quiere jugar.

Princesa pervertida || JiYooWhere stories live. Discover now