Mi Enemigo (COMPLETA) (SIN EDITAR)

Dieciocho Capitulo (Continuación)

Alicia y Tomas se agarraron de la mano.

—Ustedes irán por la dirección contraria, yo iré por ese camino.

— ¡Esperen! — El novio de Marieth los detuvo — Yo ayudare a salvar a Marieth. Ella es mi chica y la salvare.

— Es peligroso — Hablo Tomas.

— Me arriesgare porque la amo. — él seguía insistiendo y a Tomas no le quedó más remedio que decirle que sí.

— Bien...

— Gracias. — El joven salió corriendo y volando a la vez, detrás de Lucas.

— Ahora nosotros debemos ir a las montañas... Para poder salvar a todos es ahora o nunca. — Tomas le dio un pequeño beso a Alicia y salieron corriendo a las montañas, Alicia caminaba a paso un poco más lento ya que estaba embarazada.

Al llegar a las montañas, Alicia espero a que Lucas lo llamara para saber si habían rescatado a Marieth. Pero aún no recibían la llamada.

Tomas intento que ella estuviera en calma, y decidieron entrar, estaba muy oscuro el lugar, Tomas encendió una linterna y sintió los pasos de alguien.

Alicia dio un pequeño grito, al sentir que alguien la agarraba por la cintura.

— ¡Tomas! — Grito Alicia.

— ¡Alicia! — Respondió Tomas.

— ¡Hagan silencio! — Grito una voz misteriosa, la cual tenía a Alicia — Al entrar acá deben asumir las consecuencias y esta es la primera prueba, donde se pondrá a prueba el amor... Su amor. 

— ¿Probar nuestro amor?

— Si...

— ¿Quién habla?

— El espíritu del amor, verán que digo la verdad, ustedes acá sabrán si verdaderamente se aman.

— Yo la amo. — Tomas se acercó y beso lentamente a Alicia.

— El amor no es solo besar... y a esta cueva debe entrar solo una persona...

— Yo no me iré... él es el amor de mi vida.

— ¿Estarías dispuesta a dar tu vida, por seres que no tienen, dar la vida de tu hijo?

— Ellos son mi familia... Los vampiros me entregaron eso...

— Bien, pasaran los dos.

Tomas y Alicia caminaron, pero alguien los detuvo.

— Madre... padre... — Ellos se detuvieron, era su primer hijo, el cual los miraba.

— ¿Dónde está Marieth? — A Alicia se le cayó una lágrima, amaba a su familia, amaba a Tomas, él era todo para ella, y sus hijos también.

— Ella... ella está bien. Ya la rescatamos, Madre ahora debes volver, piensa en mi hermano, si sigues, tal vez no salgas...

— Hijo, debo hacer esto.

— Alicia — Tomas miro el suelo — Ve a casa, nuestro pequeño... el... el merece vivir.

— Pero Tomas...

— Ve a casa... con nuestro hijo, luego nos veremos y.... no es necesario que tu estés acá, se necesitan dos personas que tengan lazos afectivos, no solamente lasos amorosos.

— Yo entrare contigo... Padre.

— Pero...

— ¡Vete a casa, Alicia! — Alicia no evito las lágrimas, se caían de sus ojos, abrazos a sus chicos, y salió de la cueva lentamente, ella no creyó que esto fuera a pasar, no podía escapar de esto, corrió a la cueva, pero choco con muchas piedras, por suerte fueron sus manos y no su vientre, con su hijo.

Volvió a casa con lágrimas, al entrar vio que su hijo le había mentido, Marieth no estaba en casa. Y no sabía que pensar, lo único que pudo hacer fue sentarse y mirar su anillo, necesitaba hablar con alguien, y también tenía miedo que todo esto fuera una trampa, y que toda su familia estuviera en peligro. 

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