Sweet Disposition

Capítulo 3

 Los veranos en este pueblo eran quizás los más aburridos de toda España.

El calor que te hacía querer desear estar en el agua las veinticuatro horas del día durante los tres meses que duraba, esto era lo más característico del verano y no solo eso causaba el calor en las personas. Según las malas lenguas, el calor también era capaz de liberar pasiones secretas y hacer que las personas caigan en situaciones que solo eran causadas por el delirio que provocaba el sol sofocante de cada mañana y tarde en Madrid.

El verano llevaba casi un mes marcando los calendarios de todas las personas del pueblo cuándo tuve la oportunidad de conocer a la chica que estaba en la boca de todos y a la vez era un secreto susurrado.

Todos hablaban de ella y a la vez nadie sabía de ella.

Cientos de rumores habían llegado a mis oídos sobre la procedencia de la chica, sin embargo, ninguno estaba confirmado y solo se mezclaban con los otros miles que se difundía de cualquier persona que viviera en un pueblo pequeño.

Tal vez fue casualidad la que hizo que ella apareciera aquella tarde soleada en mi tienda de telas o tal vez fue solo el hecho de que la chica estaba bastante desesperada por conseguir un trabajo y nadie se lo daría sin al menos saber todos los secretos que la chica llevaba a sus espaldas.

No obstante, casualidad o no.

Alba Reche se presentó ante mis ojos como la chica con los ojos más deslumbrantes que jamás haya podido ver en mi vida.