Estar con Alba era como una bendición de los dioses a mi vida.
Ella no solo era hermosa, inteligente y la persona más dulce que he podido conocer.
Sino que también era la más valiente y me alegraba de que cada día tratara de luchar contra sus demonios de una forma que no dejaba de sorprenderme, ya que de a poco ella estaba comenzando a dejar atrás aquellos miedos y se mostraba como la persona que alguna vez fue.
— ¿Nunca has pensado irte de aquí?—me preguntó mientras recogía algunas de las flores violetas que crecían al lado del acantilado y yo llevaba a Miki en mis brazos, porque se había quedado dormido después de correr por todo el bosque.
— Lo hice —respondí recordando cuando pensaba que el mundo era un eterno verano y todas las cosas podían ser posibles —pero de a poco aquella idea fue destruida por la realidad—sus ojos castaños me miraban con dulzura y ella no dudó en besar mi mejilla —sin embargo, agradezco no haberme ido, porque sino no te hubiera conocido —ambas sonreímos ante aquella idea y con un beso que solo nosotras dos y la naturaleza pudieron ver, sellábamos nuestro amor.
—Miki te ama —comentó cambiando el tema, yo asentí mientras acariciaba los rulos castaños que estaban comenzando a crecerle, yo también lo amaba mucho y como no hacerlo si era tan adorable como su madre.
— ¿Albi?—pregunté para llamar su atención y ella me miró con su sonrisa que seguía alumbrando en cualquier lugar que nos encontráramos — No quiero ocultarme más, quiero ser capaz de demostrarte mi amor frente a todo el mundo y mi mayor sueño es que tú y Miki sean parte de mi vida para siempre —le confesé suspirando ante las miles de ideas y palabras atragantadas que no había sido capaz de decirle nunca, Alba se acercó a mí y sin dudarlo me besó en uno de los roces más candentes y puros que he tenido de sus labios y con una sonrisa posó su mano en mi mejilla.
Vi como sus ojos se llenaban de lágrimas frente aquella declaración pero no eran de las que había visto anteriormente en sus pesadillas sino que eran lágrimas que con facilidad podían confundirse con cristales que refractaban colores, el brillo tan hermoso que adquirían sus ojos castaños eran combinados con una hermosa sonrisa.
—¿Crees que algún día esto no sea un pecado?—me preguntó inocentemente y yo negué con la cabeza.
—Si es un pecado amar a la chica más hermosa, entonces tendré que condenarme a las puertas del infierno, porque no dejaré de hacerlo mientras siga con vida —respondí con una sonrisa y ella asintió.
—Es un bonito sueño Nat—me dijo con cierta melancolía en su voz—pero el mundo no entiende lo que nosotras dos sentimos y nunca lo entenderá—vi como la desesperanza crecía en ella y no podía culparla de aquello.
Ella mejor que nadie sabía lo que era creer en un amor puro y que la vida se lo arrebatara sin más al igual que todos sus sueños.
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Sweet Disposition
RomanceAdaptación del fic de @Forevertaylorsusy que es maravillosa y me ha dejado adaptar su fic a Albalia. Los capítulos son cortos.