CAPITULO IX :¿UN REGALO DEL DESTINO?

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Pasaron los días y Gideon siguió aprendiendo, si algún inmaterial se ponía pesado lo borraba de la existencia, a cada conjuro parecía que el poder del conjurador se multiplicaba y como extra Arial y Laira se hicieron buenas amigas. Como todo parecía estar tranquilo por el momento decidió salir con Laira de compras buscando tomar un buen descanso.

Fueron al centro comercial Villarrosa y empezaron a ir de tienda en tienda a la caza de gangas , miraron ropa, libros, videojuegos e incluso compraron un par de camisetas personalizadas ; todo parecía ir perfectamente y entonces apareció lo mejor de todo. En la plaza central del centro comercial había nada más y nada menos que un concurso de karaoke.

-¿Cantamos mi vida?-. Laira puso ojitos de cachorrito abrazando a Gideon.

-No solo vamos a cantar , vamos a ganar-. No sería la primera vez que la pareja cantaba ante el público. Se inscribieron en el concurso y esperanron su turno.

-Número 34, suba al escenario por favor-. Se escuchó al juez principal al rato.

-Nos toca Laira , vamos a darlo todo-.

Laira asintió mientras ambos desprendian un aura de seguridad y determinación

-Con todos ustedes la canción de la dama gris-. Resonó a través de los altavoces y justo entonces comenzaron a cantar.

" Allí, allí , donde vive la dama gris, tristes sonatas a las almas a bailar llaman , en pena andando de cuando en cuando los mortales las verán...."
Estrofa tras estrofa cada cual más triste que la anterior muchos miembros del público se contagiaron de la pena lastimera de la canción hasta que finalizó y con la finalización de esta el llanto del jurado cesó.

El jurado se retiró a deliberar durante una hora que pareció eterna y finalmente...

-Los ganadores del V concurso anual de karaoke son: En primer lugar con el premio de un contrato discográfico, Morgan y Shana con su canción "25 de Diciembre". En segundo lugar con el premio de un año de café gratis, Galo y Mercer con su canción "las ganzúas del peregrino" . Por último en tercer lugar ,con un premio de un dia en un circuito de spa para dos personas , Gideon y Laira con "la canción de la dama gris" -. Ante las palabras del portavoz de los jueces, Gideon y Laira comenzaron a dar saltos abrazados quizás fuera solo un tercer puesto pero eso era mucho mejor que nada.

Llegó el día de ir al spa y pasar un día tranquilo y relajado, todo apuntaba a que iba a ser un día perfecto y sin contratiempos, pobres de ellos que no sabían lo que les acechaba....

-Gideon mira, esta allí, ¡Entremos!-. Laira se comía a su amor a besos entre paso y paso mientras este sonrojado trataba de no caerse.

Entraron por la puerta y canjearon el vale del premio , no se imaginaban que desde una esquina a oscuras los estaban vigilando estrechamente...

El circuito comenzó muy tranquilo, lo primero que harían sería someterse a un buen masaje que aliviara las tensiones de la vida diaria pero se respiraba algo raro en el ambiente. Los masajistas tenían algo extraño pero no eran los únicos, parecía que toda la gente del lugar emitiera una sensación muy negativa. Gideon lo atribuyó a que estaban demasiado en guardia por los recientes incidentes así que tanto él como Laira se dejaron hacer siguiendo las instrucciones que los masajistas les daban.

Tras el agradable masaje pasaron al agua caliente de las piscinas termales, se estaba tan agusto allí que parecía que podías dormirte sin darte ni cuenta, añadido al relax que llevaban por el masaje sentían el cuerpo muy ligero, como si la gravedad ya no mandara en ellos. No habían sentido tanta paz nunca.

-Sigo sintiendo que nos vigilan, algo va mal, estamos relajados, tranquilos y despreocupados... ¿De dónde sale esta sensación?-. Gideon mantenía el ojo vigilante de cualquier cosa extraña, allí no había fragmentados pese a la concentración de gente. ¿Sería eso lo que le daba mala espina?.

-Gideon de mis amores relájate y disfruta nuestro día de paz-. Dijo Laira dándole un buen beso, muy posiblemente ella tuviera razón y debiera disfrutar de un día tan maravilloso. Gideon comenzó a cerrar los ojos y a dejarse llevar...

Por las buenas un gran alboroto comenzó a formarse, Gideon abrió los ojos , no había nadie salvo él y Laira allí, todos habían desaparecido, todo estaba en penumbra, el agua comenzaba a enfriarse muy rápidamente.

-Laira ve y escóndete, ¡Rápido!, sabía que algo iba a pasar-. Laira se colocó una toalla sobre el bañador y se parapetó tras unas hamacas. Una figura esquelética humanoide que duplicaba en tamaño a un hombre y cuyo pelo oscuro y liso llegaba hasta la cintura hizo acto de presencia; emitia ondas de pura maldad.

-Conjurador, al fin veo tu rostro de humano insignificante y no pareces nada del otro mundo. Te devoraré como a un trozo de pan y luego doblegaré con tu poder todas las almas que formarán mi ejército-. La voz de aquel ser era áspera y terrible.

-Ya ya claro , ahora quédate quietecito mientras te borro del mundo y todo eso. Es que tengo prisa por volver a disfrutar del día y tal-. Gideon se mostraba muy confiado, pretendía lucirse delante de Laira.

-¡Insecto! ¡Jamás te has enfrentado a alguien como yo! ¡Yo devoré sombras y ahora te devoraré a ti!-. El ser comenzó a acercarse a gran velocidad y Gideon empezó a ejecutar su ataque básico.

-¡ VIENTO AULLANTE!-. El conjuro que tan efectivo había sido siempre en esta ocasion apenas había logrado causar un par de arañazos al inmaterial que seguía acercándose peligrosamente.

-¡Insolente! ¡Dame tu alma de una vez y deja de retrasar lo inevitable!-. El ser abofeteó a Gideon y lo dejó en el suelo casi al borde de la inconsciencia.

Gideon parecía estar acabado, si su conjuro más práctico solo le había arañado ,no creía que otros fueran más efectivos.

- ¡ Gideon, no , levanta por favor!, tienes que salvarnos... tu... tu no puedes... ¡No puedes morir sin que hayamos tenido nuestra vida juntos!-. Laira empezó a llorar desconsoladamente y en ese momento algo pasó, una voz procedente en apariencia de todos lados retumbaba.

- Tu, si tu, conjurador. ¿Cómo osas dejarte derrotar por un obstáculo así? ¿Decepcionarás a quien más importas? Aparta de tu mente todo lo que no importa y retén lo que es necesario-. La voz desapareció como había venido y Gideon comenzó a reacciónar.

- Lo que me importa... lo que me importa... ¡Lo que me importa es proteger a Laira y ser el ser más poderoso de la existencia para ello!-. Una energía muy intensa salía expulsada del cuerpo del conjurador , su cuerpo parecía moverse solo mientras pronunciaba las palabras adecuadas. -¡ GRITO DE CASTIGO!-. De un solo grito ondas sacudían el cuerpo del malvado mientras empezaba a desgarrarse.

-¡No! ¡ Tu no puedes! ¡Gusano!-. El inmaterial huyó segundos antes de que el conjuro pudiera destruirlo por completo.

-¿Estás bien Laira?- . Gideon la abrazó como si no hubiera un mañana mientras esta lloraba desconsoladamente.

-Pensé ... pensé que ....te perdía amor-. No podía evitar seguir llorando.

-Tranquila cielo estoy aquí, gracias a esa voz y a la fuerza que me das he ganado-. Toda la estancia en la que estaban desapareció en un suspiro cual ilusión dando paso a un descampado en mitad de la nada.

-Ese ser ha debido engañarnos Laira... perdóname por hacerte pasar estos malos ratos... si.. no quieres seguir a mi lado lo comprendo-.

-Gideon... eres idiota, eres mi idiota-. Laira beso con pasion y amor a su amado, para ella nada mas importaba.

La dama de la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora