La dama de la niebla

CAPITULO XIII : LA JUSTICIA DE LOS INMATERIALES

        Trataron de sentarse con calma a la mesa pero ambos estaban aún de los nervios por lo ocurrido. Con toda facilidad los habían separado , los habían puesto a prueba y puede que su vida corriése peligro durante el proceso. -¡¿ En qué maldito lio nos he metido?!, ¡inmateriales!, ¡ conjuros!, ¡combates! Estoy altamente estresado con este asunto. ¿Qué clase de juego es este?¿ Por qué me toca a mi ser una ficha?. ¡Por todos los diablos y dioses esto no esta bien!- Gideon no hacía más que despotricar y rezongar ante las miradas silenciosas de Laira y Arial , y siguió así durante largo rato sin interrupción hasta que finalmente pudo calmarse. Laira se acercó a su amado y se aferró a él con lágrimas en los ojos.
- Cielo por favor no te pongas triste por mis errores , yo nos metí en esto, en tooodo esto , y yo nos sacaré. No temas mi flor de montaña- dijo Gideon acariciándole el rostro a su amor.
-No lloro por eso mi vida , es solo... cundo creí perderte sentí que iba a morirme, sentí que lo había perdido todo, sentí... que había desaparecido lo único verdaderamente importante de mi vida. Y en ese momento juré, me juré que si había un modo de recuperarte lo haría, me juré que si te recuperaba daría hasta mi último suspiro para ni volver a sentirme como me sentí... te amo Gideon y hare lo que sea necesario para tenerte a salvo-. Arial continuaba callada observando pensativa.
-Mis señores, con todos mis respetos deberíamos...-
-¿Deberíamos qué Arial?-. La cortó Gideon mirándola con severidad.
- Por un accidente estamos envueltos en este lio que en principio a ninguno de los dos nos iba ni nos venía, por un accidente ahora debemos luchar contra todo ser inmaterial de malas intenciones que se nos cruce , y por un accidente estamos obligados a salvar a todos. ¿Qué clase de justicia es la de esos inmateriales superiores? ¿ Qué clase de justicia pide tanto sacrificio por un accidente...?-. Gideon estaba profundamente abatido, la situación lo superaba , y sabía que fallar en sus nuevos deberes se traducía en el fin de todo lo que amaba.
Arial , cabizbaja respondió con un hilo de voz. -No es justicia ni justo ... pero es destino y... algo bueno que al menos yo he sacado de esto... es que os he conocido-.
- Ve a reposar Arial ; Laira y yo debemos pensar los próximos movimientos-. Arial desapareció en el ojo de su maestro sin decir nada más, y Laira besó acto seguido los labios de su amado.
-No deberías ser duro con ella mi amor, ella no tiene la culpa de nada y nos aprecia mucho... ademas no debes estar enfadado hay algo que debo decirte y aunque no sea el momento creo que te aleg...- Laira se desplomó sobre el suelo y Gideon empezó a alarmarse.
-¿Laira?, ¿amor?. Contestame por favor-
La respiración de la joven era débil , Gideon no tardó en llevarla al centro médico de urgencia más cercano donde fue ingresada de forma inmediata.
   Pasaron los minutos y luego las horas, Gideon empezaba a desesperar mientras Arial desde su interior trataba de calmarlo.
-El universo me castiga eso lo tengo claro, algo esta haciendo que todo salga en mi maldita contra, ¡Que me lleven los infiernos de buena vez en lugar de torturarme!- No hacía más que repetirselo mientras caminaba de un lado a otro de la sala de espera, tan blanca, tan extensa y tan estresante.
-Maestro por favor cálmese, la ausencia de noticias significa que no hay malas noticias , pronto tendrá buenas noticias se lo prometo-. Acto seguido uno de los médicos salió a hablar con Gideon.
-Dígame doctor, por favor, dígame que esta bien, dígame que no le pasa nada grave , se lo ruego-. La preocupación y el desespero se hacían notar en la voz de Gideon de una forma muy profunda.
-No se preocupe, estará bien, se pondrá genial... dentro de 9 meses, espero hacer bien al darle a usted las felicidades-. Gideon se quedó pálido , tan pálido como blanca es la nieve pura.
-¿Q-Quiere decir que...?-.
-En efecto , mis mas sinceras felicidades, usted va a ser padre-