CAPITULO X : CONSUELO

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Gideon aún se sentía algo descolocado, no podía enteder esa diferencia de dificultad entre los inmateriales de siempre y el ser del otro día, tampoco podía entender de donde había salido la voz que le había ayudado y aún menos de dónde había sacado ese gran poder.

Paseó de una esquina a otra del salón pensando , intentando sacar conclusiones sin éxito. -Arial , preséntate ante mí de inmediato, quiero hablar contigo-.

Arial se manifestó de inmediato brotando del ojo derecho como ya era costumbre. -Maestro estoy a vuestro servicio, dígame qué desea de mi-.

-Arial respóndeme a un par de preguntas. Pregunta número uno: ¿sabes algo del enemigo del otro día?. Pregunta dos: ¿sabes algo de esa extraña voz? Y pregunta tercera y última: ¿Que edad tienes?-. La última pregunta era solo para confirmar sus teorías.

-P-perdóneme maestro p-pero no tengo la más mínima idea de la segunda y en cuanto a la tercera pues creo que tengo unos 4.509 años de los vuestros-. Arial estaba intentando que no se le quebrara la voz.

-¿Y mi primera pregunta querida?¿Por qué te la has saltado?-. Gideon la miró arqueando la ceja.

-Maestro por favor a nosotros nos da auténtico terror ese ser, es muy superior y no queremos ni pronunciar su nombre... pero ya veo que estoy obligada a decirle que era... Ese ser antes era como yo , un inmaterial de niebla, pero durante la guerra muchos conjuradores experimentaron con los nuestros, muchos experimentos fallidos se cobraron la existencia de conjuradores e invocaciones pero hubo una clase de ser... la única que fue creada por casualidad ... cuando un conjurador obligó a su sirviente a devorar a sus congéneres y más tarde a devorar sombras hasta llegar a comerse a sus propios creadores, esos seres son aberraciones que nunca debieron existir y sin embargo existen, viven para devorar y crecer hasta que el mundo se termine-. Arial parecía estar bastante afectada.

- oh pequeña, parece dolerte mucho decir algo así, casi parece como si hubieras vivido esa guerra-. Gideon la miro con lástima.

-Maestro yo... la viví. Pero no como sirviente. yo he ...nacido de fragmentos del alma de conjuradores de la guerra. Maestro... imagínese tener tantos recuerdos de tantos crímenes y prácticas atroces ... imagínese llegar a ver a veces como si lo hubiera hecho usted mismo como experimentaba con seres y estos se retorcían de dolor... solo imagínese obligando a su mejor amigo a volverse canibal... -. En la voz de Arial podía notarse el dolor amargo que le producían esas palabras.

-Pequeña, cuantísimo siento que tengas que pasar por algo así, siempre podrás contar con Laira y conmigo. Además yo te pregunto ¿Tiene culpa el hijo de los errores del padre?-
Arial se quedó pensativa medio segundo.

-Supongo que no maestro-. Dijo mirándolo.

-En ese caso no deberías sentirte mal por lo que hicieran los dueños de los fragmentos de alma que te crearon ¿No lo crees así?-. Gideon sonrió de medio lado e hizo como si le diera palmaditas en la espalda.


-Maestro... gracias , soy muy afortunada de tenerle como conjurador-.

-No las des y vuelve a tu sitio a descansar, mañana volverás a tus funciones habituales sin falta y espero por tu bien que si vuelves a sentirte mal no te lo calles o me sentire muy disgustado-.

Terminada la charla, Arial volvió al ojo y Gideon comenzó a darle vueltas al asunto hasta llegar solo a una conclusión clara; dos cabezas piensan mejor que una. Con ello en mente salió rumbo a casa de Laira.

La dama de la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora