CAPITULO I : EL TEMPORAL

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La noche era oscura, fría, carente de sentimiento positivo, una noche que mas parecería traer dolor y tristeza que otra cosa, en la soledad de su habitación Gideon meditaba profundamente. Esa noche precisamente esa, se sentía completamente abatido, la horrible garra de la soledad intentaba atenazar su alma pero el no iba a permitirse a sí mismo sentirse mal, no debía , tenía mucho por lo que estar agradecido, amigos para pasar buenos ratos, unos estudios que debía finalizar para obtener el futuro que deseaba y una novia a la que amaba con locura y que era todo lo que siempre había deseado, no tenía derecho alguno a quejarse.

El viento se escuchaba fuerte y terrible por fuera de la casa. -debería distraerme estoy algo preocupado- pensó para sus adentros , su novia estaba de fiesta con unas amigas y el no podía ir , no estaba invitado; sus amigos estaban ocupados y no podía ponerse a estudiar, de modo que se acerco a la estantería y saco un libro que trataba de brujeria antigüa y arcanos métodos, tomo el grueso libro y le limpio el polvo dejando ver el título al completo "Acercamiento a lo arcano: contacto con seres y brujería elemental ". Gideon no sabía de donde había salido el libro era como si llevara toda la vida en esa estantería de su habitación cogiendo polvo, permaneciendo mudo, oculto, esperando...

Gideon abrió el libro por la justa mitad y comenzó a leer

-"El contacto con seres de niebla: establecer estos contactos permite al convocador hacer pactos con seres de la niebla y valerse de ellos a voluntad a cambio de ser su huésped hasta que el cuerpo físico muera... "es interesante... si tuviera estos seres quizás no me sentiría tan aburrido cuando pasan estas cosas. No creo que funcione , serán chorradas místicas sin sentido de esas como los que echan el Tarot por la tele. Aunque podría probar para divertirme... - dijo riéndose levemente dispuesto a buscar lo necesario por la casa, el libro le pedia la utilización de cosas muy simples; algo de sal, un objeto de plata , fuego y un papel con el dibujo de un círculo atravesado por ocho flechas en ocho direcciones, Gideon busco cada elemento por la casa mientras el viento seguía retumbando violentamente. Según el libro debía quemar el papel mientras llamaba al señor de la niebla y una vez el ente apareciera tirarle la sal y bautizarlo con el nombre que quisiera y por el cual podria invocarlo cada vez que lo precisara, Gideon comenzó el ritual quemando el papel.

-¡Señor de la niebla!¡ Un nuevo convocador requiere de tus sirvientes! ¡Acepto tus terminos y condiciones!-. El viento en el exterior parecía ir cada vez a más mientras el fuego parecia bailar y volverse azul, la cara del joven Gideon se tornaba pálida incrédulo ante lo que pasaba , se creía en un sueño, en una pesadilla más bien en cuanto vio que se manifestaba un extraño ser compuesto por el propio humo del papel que había ardido en el fuego, tenía forma humana a excepción de la cabeza, era una cabeza sin rostro alguno pero, pese a que la criatura no tenía ojos , parecía mirarle directamente al interior. Gideon tardó siete segundos en procesar la información suficiente como para tirarle la sal encima.

-T-te b-bau -bautizo como Arial- . Dijo Gideon mientras aún procesaba lo que estaba pasando, en ese momento el ser se tiro sobre el y penetró en el ojo derecho de Gideon desapareciendo al tiempo que su nuevo amo se desmayaba.

La dama de la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora