Gideon se había evaporado y no había rastro alguno de él , Laira se había quedado sola en casa de golpe o eso parecía.
-¿Gideon?, ¿Amor? ,¿Dónde estás?-. Laira miró al suelo mientras la casa comenzó a oscurecerse por completo hasta quedar completamente en sombras. Resplandores verdes se dejaban ver desde el pasillo, Laira empezó a avanzar hacía allí cuando algo la cogió de la mano desde atrás.
-¿Gideon eres tú?-. Laira aún no había mirado quien la agarraba.
-No, no soy tu amado, pero te aconsejo que no vayas hacia ese resplandor, allí solo habrá dolor para ti. No mires atrás aún, pero te garantizo que soy un aliado vuestro-. La voz sonaba amable y bondadosa aunque parecía dolida.
-Dime quién eres y qué está pasando... ¿Está Gideon bien?¿Qué es ese resplandor?-. Laira estaba intentando mantener la calma pero no tenía mucho éxito en ello.
-No puedo decirte quién soy aún, ni si Gideon está bien y tampoco decirte lo que es ese resplandor, solo puedo decirte que si vas allí sufrirás más que nunca-. En ese momento , del resplandor se escuchaban gritos de dolor que parecían ser de ... ¡GIDEON!. Laira no lo dudó, intentó soltarse de quien la agarraba para ir corriendo a por él.
-¡Gideon voy a por ti cariño!¡Ya voy a salvarte!-. Laira estaba al borde del llanto pues no podía soltarse del ser que la agarraba.
-¡Idiota! ¡Lo que sea eso ha podido vencer a Gideon y quizás lo esté matando en estos momentos! ¡¿Irás con él para morir tú también?!-. Aún podían oirse los gritos de dolor.
-¡Él aún no ha muerto!¡ Él es fuerte y me necesita! , él... él... ¡ÉL HARÍA LO MISMO POR MÍ!-. Laira dio un fuerte tiron y ya no encontró resistencia alguna, no dudó en salir corriendo hacía el resplandor.
En cuanto llegó a la sala solo vió los restos ensangrentados e irreconocibles de un cadáver humano -¿G-Gideon...?-. Amargas lágrimas brotaban de los ojos de Laira.
-No... esto no... no puede estar pasando... ¡No puedes haber muerto! ¡No puedes haberme dejado sola!-. Laira sollozaba sin parar. -Si tan solo... si tan solo pudiera haber sido como tú... si tan solo pudiera verlos y combatirlos de algún modo ... te habría protegido. ¡Maldita sea soy una inútil!-.
Diversas voces parecían salir de todos lados. -Tu le mataste... es tu culpa solo tuya.. murió por ti... tu no estuviste cuando más te necesitaba... eres un lastre... eres una inútil y ahora él ha muerto y tu estas sola...-
-Yo...yo... es cierto , lo siento mucho, ¡por favor que la muerte me lleve a mi en su lugar o me lleve junto a él .... ! Por favor... por favor...
Las lágrimas de puro dolor y tristeza de la joven bañaban el cadáver y entonces ocurrió, aquel cuerpo sin vida se transformó en una esfera de cristal de color azul claro semitransparente, luces brotaron de ella disipando las sombras con fuertes vientos a juego que desordenaron por completo la casa. De nuevo la misma voz del ser que la había sujetado hizo acto de presencia.
-¿ Desearías de todo corazón haberle salvado, haberlo protegido y haber dado la vida por el muchacha?-. La voz sonaba helada.
-Sí, daría todo cuanto tengo por ello-. Laira sollozaba desconsolada.
-¡Júralo niña! Jura que darías media alma por obtener el poder y la oportunidad de salvarlo. ¡JÚRALO!.
-juro dar cualquier cosa que se me pida por haberlo salvado , mi alma, mi vida incluso... a cambio del bienestar de Gideon...-. Laira sentía que eso no iba a llevar a ninguna parte, que Gideon ya no estaba y nada podría cambiarlo.
La voz cambió a una menos fría. -Laira , chiquilla. ¿Comprendes lo que implica el juramento que acabas de hacer?-. Laira asintió.
-En ese caso... Laira se te concede el Don de ver ,eres digna de ser usuaria , podrás ver , oir e interactuar con lo inmaterial, no podrás lanzar conjuros pero podrás defenderte. Toma esta esfera de cristal símbolo de tu nueva condición y llévala al cuello siempre, cuando descubras el verdadero poder que guardas , serás capaz de defenderte de todo mal. Yo soy Meidos el inmaterial del miedo-. Antes de que Meidos desapareciera, Laira pudo ver su apariencia, era la propia representación de la muerte...
Ido el inmaterial toda la casa volvió a la normalidad excepto los muebles y diversos objetos que estaban tirados por todos lados; Laira no llegó mucho más allá del sofá , el cansancio la había hecho desmayarse...
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La dama de la niebla
FantasyGideon es un joven como otro cualquiera hasta que por giros del destino termina convirtiendose en un CONJURADOR en mitad de un mundo de lo más normal pero por desgracia esto desencadenará una serie de sucesos que harán aprender a nuestro héroe que u...