CAPITULO XII: DURANTE LA DESAPARICION

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          Gideon se había evaporado y no había rastro alguno de él , Laira se había quedado sola en casa de golpe o eso parecía.

     -¿Gideon?, ¿Amor? ,¿Dónde estás?-. Laira miró al suelo mientras la casa comenzó a oscurecerse por completo hasta quedar completamente en sombras. Resplandores verdes se dejaban ver desde el pasillo, Laira empezó a avanzar hacía allí cuando algo la cogió de la mano desde atrás.

   -¿Gideon eres tú?-. Laira aún no había mirado quien la agarraba.

    -No, no soy tu amado, pero te aconsejo que no vayas hacia ese resplandor, allí solo habrá dolor para ti. No mires atrás aún, pero te garantizo que soy un aliado vuestro-. La voz sonaba amable y bondadosa aunque parecía dolida.

       -Dime quién eres y qué está pasando... ¿Está Gideon bien?¿Qué es ese resplandor?-. Laira estaba intentando mantener la calma pero no tenía mucho éxito en ello.

       -No puedo decirte quién soy aún, ni si Gideon está bien y tampoco decirte lo que es ese resplandor, solo puedo decirte que si vas  allí sufrirás más que nunca-. En ese momento , del resplandor se escuchaban gritos de dolor que parecían ser de ... ¡GIDEON!. Laira no lo dudó, intentó soltarse de quien la agarraba para ir corriendo a por él.

      -¡Gideon voy a por ti cariño!¡Ya voy a salvarte!-. Laira estaba al borde del llanto pues no podía soltarse del ser que la agarraba.

     -¡Idiota! ¡Lo que sea eso ha podido vencer a Gideon y quizás lo esté matando en estos momentos! ¡¿Irás con él para morir tú también?!-. Aún podían oirse los gritos de dolor.

       -¡Él aún no ha muerto!¡ Él es fuerte y me necesita! , él... él... ¡ÉL HARÍA LO MISMO POR MÍ!-. Laira dio un fuerte tiron y ya no encontró resistencia alguna, no dudó en salir corriendo hacía el resplandor.

       En cuanto llegó a la sala solo vió los restos ensangrentados e irreconocibles de un cadáver humano -¿G-Gideon...?-. Amargas lágrimas brotaban de los ojos de Laira.

       -No... esto no... no puede estar pasando... ¡No puedes haber muerto! ¡No puedes haberme dejado sola!-. Laira sollozaba sin parar.  -Si tan solo... si tan solo pudiera haber sido como tú... si tan solo pudiera verlos y combatirlos de algún modo ... te habría protegido. ¡Maldita sea soy una inútil!-.

         Diversas voces parecían salir de todos lados. -Tu le mataste... es tu culpa solo tuya.. murió por ti... tu no estuviste cuando más te necesitaba... eres un lastre... eres una inútil y ahora él ha muerto y tu estas sola...-

        -Yo...yo... es cierto , lo siento mucho, ¡por favor que la muerte me lleve a mi en su lugar o me lleve junto a él .... ! Por favor... por favor...

       Las lágrimas de puro dolor y tristeza de la joven bañaban el cadáver y entonces ocurrió, aquel cuerpo sin vida se transformó en una esfera de cristal de color azul claro semitransparente, luces brotaron de ella disipando las sombras con fuertes vientos a juego que desordenaron por completo la casa. De nuevo la misma voz del ser que la había sujetado hizo acto de presencia.

     -¿ Desearías de todo corazón haberle salvado, haberlo protegido y haber dado la vida por el muchacha?-. La voz sonaba helada.

      -Sí, daría todo cuanto tengo por ello-. Laira sollozaba desconsolada.

       -¡Júralo niña! Jura que darías media alma por obtener el poder y la oportunidad de salvarlo. ¡JÚRALO!.

         -juro dar cualquier cosa que se me pida por haberlo salvado , mi alma, mi vida incluso... a cambio del bienestar de Gideon...-. Laira sentía que eso no iba a llevar a ninguna parte, que Gideon ya no estaba y nada podría cambiarlo.

    La voz cambió a una menos fría. -Laira , chiquilla. ¿Comprendes lo que implica el juramento que acabas de hacer?-. Laira asintió.

   -En ese caso... Laira se te concede el Don de ver ,eres digna de ser usuaria , podrás ver , oir e interactuar con lo inmaterial, no podrás lanzar conjuros pero podrás defenderte. Toma esta esfera de cristal símbolo de tu nueva condición y llévala al cuello siempre, cuando descubras el verdadero poder que guardas , serás capaz de defenderte de todo mal. Yo soy Meidos el inmaterial del miedo-. Antes de que Meidos desapareciera, Laira pudo ver su apariencia, era la propia representación de la muerte...

       Ido el inmaterial toda la casa volvió a la normalidad excepto los muebles y diversos objetos que estaban tirados por todos lados; Laira no llegó mucho más allá del sofá , el cansancio la había hecho desmayarse...

      

La dama de la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora