¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Youngjo, amor, coloca la alarma, por favor.— Hwanwoong pidió a su novio antes de irse a acostar, quien después de hacer lo que el rubio pidió se metió a las cobijas, abrazando por la cintura a su pequeño novio aspirando su aroma dulzón.
— Hueles muy bien.— Youngjo mencionó, embriagado por el aroma del menor.
— ¿Ah, sí? Creí que no te iba a gustar el nuevo shampoo.— Hwanwoong se volteó, quedando de frente a su novio. — Es muy dulce.— Dijo susurrando.
— Me encanta lo dulce.— Sus narices estaban rozando y Youngjo comenzó a mover la suya, haciendo a su novio reír, contagiándose de ese hermoso gesto.
— Es bueno que te guste.— Dijo Woong soltando un suspiro, se acurrucó más en el pecho del mayor deseándole un leve "buenas noches" a lo que Youngjo hizo un puchero y se quejo.
— ¿No hay besito de buenas noches, bebé? — Hwanwoong alzó la vista sonriendo. Depositó un besito en los labios del mayor, y luego otro y otro más.
— Descansa, hyung.— Y ambos se acurrucaron para comenzar a dormir pues les esperaba un largo día la mañana siguiente.
En la otra habitación, Dongju y Geonhak habían caído dormidos apenas tocaron la almohada. Keonhee y Seoho creyeron que iban a dormir acurrucados y dándose mimos, pero se llevaron una enorme sorpresa cuando Geonhak quiso acercarse al menor para abrazarlo y éste lo mordió, obligándolo a separarse y a dormir manteniendo una distancia.
Ambos chicos se encontraban tumbados boca arriba, observando el techo disfrutando de la presencia contraria y del tranquilo ambiente que se sentía.
— Gunmin.— Seoho se sorprendió ya que Keonhee no lo había llamado así desde hace un considerable tiempo.
— Keon.— Contestó el pelinegro. El mencionado volteó a verlo tomando su mano por debajo de la manta que los cubría.
— Gunmin.— Volvió a llamar.
— Querido.— Volteó en dirección a Keonhee, mirando las facciones de su atractivo novio.
— Se siente bien decir tu nombre pasado.— Keonhee se acercó a depositar un beso en la mejilla de su novio. Seoho aceptó gustoso el beso colocándose más cerca, casi encima de Keonhee, poniendo su cabeza en el cuello de éste.
— Oye, me haces cosquillas.— Canturreó Keonhee abrazando la cintura de su pareja quien después de unos minutos se separó, volviendo a su posición inicial para dormir. Estiró su brazo invitando a Keonhee para dormir ahí quien no se negó.
Tres y media de la madrugada. La estruendosa alarma sonó en las dos habitaciones del departamento, despertando a los mayores. Seoho se levantó primero, observando a su novio dormir tan tranquilo sintiendo pena por tener que despertarlo.
