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Una vez estuvieron en la camioneta, Hwanwoong y Seoho repartieron lo que llevaban a cada uno mientras se colocaban lo propio.
— ¿Estamos listos? — Preguntó Youngjo ajustando el espejo retrovisor.
— ¡Si! — Exclamaron al unísono, resaltando las voces de Keonhee y Dongju quienes eran los más emocionados de los seis.
— De acuerdo, pararemos en la primer estación que encontremos para llenar el tanque y si necesitan algo, lo compraremos.— Sin más, Youngjo encendió el carro, dirigiéndose hacia la ruta más efectiva que los llevaría seguros a su destino.
A su lado, Hwanwoong encendía el GPS indicándole el camino; los otros cuatro chicos comenzaban a cabecear en la parte trasera de la camioneta, escuchando a Geonhak roncar bajo.
— Ahora gira hacia la izquierda.— Decía el rubio guiando dando indicaciones a quien conducía.
— Bebé.— Llamó Youngjo.
— ¿Mhm? — Respondió Hwanwoong mirando su celular: cuatro y treinta de la madrugada, habían salido antes.
— Cuando lleguemos a la estación, ¿Me puedes comprar un café? — Hwanwoong lo miró con preocupación.
— ¿Tienes mucho sueño? Sabes que también puedo conducir.— El mayor negó.
— No es eso, quiero que disfrutes el viaje.— Dijo Youngjo con la vista en el camino, visualizando las luminosas señalizaciones en la carretera.
— ¿Entonces? — Youngjo lo miró de reojo.
— Tengo mucho frío.— Dijo en un susurro: — Hace mucho que no salía de madrugada y me estoy congelando.— Hwanwoong rió por la ternura que le causaba el mayor.
— Está bien, te compraré un café bien calientito.— Dijo acariciando su mejilla.
— ¿También me compras algo? — Keonhee asomó su parte superior del cuerpo entre los asientos delanteros de la camioneta.
— ¡Lee Keonhee! — Gritó Hwanwoong dándole un pequeño golpe en la frente por haberlo asustado.
Keonhee terminó regresando a su asiento sobándose donde el rubio le había pegado, acusándolo con la mirada con su novio, quien solo negaba con la cabeza.
En el asiento final, Dongju y Geonhak se encontraban profundamente dormidos. La cabeza de Dongju descansaba en el hombro de Geonhak, ambos cubriéndose con una manta azul cielo característica del menor. Si Keonhee no podía molestar a quiénes se encontraban al frente, iba a ir con los de atrás. Sacó su teléfono y sacó muchas fotos de los dos, después las usaría para su beneficio.
— Hyung, ésta es la única estación que habrá antes de entrar a la carretera de alta velocidad.— Señaló Hwanwoong.
— De acuerdo, pasemos por combustible.— Youngjo salió de la carretera, entrando en la estación con gran agilidad que sorprendió a Hwanwoong. — ¿Qué sucede? — Preguntó cuándo notó que su novio se le había quedado viendo.
