Residuos de Amor

Epílogo

Logan:

Me permiten ver a mi hija solo a través de un vidrio , solo de un vidrio.

Tuvieron que aplicarle una cesaría de emergencia a Ambar y descartar todo daño posible que hubiera con la bebe, ella nació esa misma noche y Ambar no pudo verla, nuestra hija nació y ella no pudo recibirla.

Me sentía impotente con el resultado, si bien la bebe estaba bien, Ambar no lo estaba.

Trasladaron a nuestra hija a cuidados intensivos mientras su madre se debatía entre la vida y la muerte.

Ni siquiera habíamos pensado en un nombre.

No habíamos disfrutado de nuestro amor y nuestra bebe como para que esto acabar así.

No podía aceptarlo.

Tenía tantas cosas en la cabeza mientras esperaba fuera de la sala de emergencia, con deseos de que al salir el doctor me dijera que Ambar se encontraba estable.

Solo quería escuchar esas palabras.

Solo eso.

Ambar:

—Lo lamento. —Logan se disculpa conmigo después de que todos se retiraran después de despedirse de mí.

—Logan...

—Otra vez no pude protegerte, lo lamento. —Vuelve a disculparse. —Y no solo a ti tampoco a nuestro bebe.

Aprieta los ojos con fuerza.

—Soy un pésimo padre y un pésimo hombre que no puedo proteger a la mujer que ama.

Intento coger su rostro, aunque la herida me duela.

—Ambar, no te muev..

—No eres nada de eso.

Los ojos se me llenan de lagrimas.

—Estoy aquí, estas aquí, ella esta aquí. —Pronuncio y mi voz se rompe. —Es lo único que importa.

Me besa en la frente y comienza a llorar.

Logan llora y lo único que hago es tratar de calmarlo, aunque termine llorando con él.

(*)

Después de un mes y medio nos dieron de alta a mí y a la bebe, esta era nuestro último día en el hospital