Es duro.
Mi piel ya no me pertenece.
Soy parte de muchos,
me apego a su dolor
convirtiéndolo en mio.
Debo aprender a que la empatía no se basa en eso.
Tengo que saber cuando parar,
me he hecho daño durante mucho tiempo,
poniéndome en la piel de los demás,
sin tener en cuenta las consecuencias.
Basta,
ya va siendo hora de ser un poco egoísta,
y aunque no me parezca lo correcto,
debo pensar en mí de una vez.
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Memorias de un niño roto
Short StoryMemorias de un niño roto consta de una gran variedad de relatos, cada uno con diferentes significados, la pura realidad, dolor, amor, amistad... Es decir, todo lo que nos rodea. Adéntrate en este mundo, desde el punto de vista de un niño que con el...