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Soyeon estaba a punto de salir a recoger a Minnie, hoy era el día en el que se mudaba junto a Soojin, y de alguna u otra manera también con ella.  Las palmas de las manos le sudaban y la punta de sus dedos estaban frías hasta morir.
Jeon estaba feliz por pasar cada uno de sus días con Minnie pero sabía que no iba a ser como ella quería, tendría que soportar verla junto a Soojin, verla en situaciones melosas con alguien más le daban ganas de vomitar, pero agradecía que a Soojin no le gustaba ser afectuosa en público y probablemente no la besaría estando ella presente.
No entendía el fetiche de Soojin por los ángeles, ella podía tener a cualquier demonio a sus pies pero seguía insistiendo con los seres celestiales, Soyeon nunca se había relacionado de esa manera con un ángel, aunque no sé quejaría tener ese tipo de acercamiento con Minnie, Jeon siempre había estado con demonios y casi nunca dejaba el infierno si Soojin no se lo pedía para recoger a alguna de sus novias divinas, claro ahora solo está con Minnie pero Soyeon no podría asegurar que esa relación sea eterna, aún no veía esa mirada de enamorada en Soojin como la veía en Minnie, pero ¿qué sabía ella? capaz la rubia la veía así en privado, quizás no quería mostrarse vulnerable, aunque por Minnie a Soyeon le valdría verse vulnerable.
Ya casi era la hora de partir, así que saltó dentro del pozo, empezó a sentir ganas de vomitar y la luz que se hacía más grande la empezaba a molestar. Le gustaba subir al cielo pero solo para ver a Minnie, ya que en el camino se ponía sumamente débil y sentía que se asfixiaba.
Cuando sus pies tocaron el césped del jardín del Edén intentó recobrar sus fuerzas pero su equilibrio le falló, haciendo que caiga sobre su retaguardia.
- Mierda -Jeon se levantó y se quitó el césped que tenía en las piernas.
Empezó a caminar hacia el lugar donde se suponía que iba a recoger a Minnie pero no había nadie, eso la inquietaba, Minnie era sumamente puntual y especialmente si se trataba de Soojin.
Esperó por diez minutos, quince, veinte, esperó hasta una hora y nada.
Unos siete minutos más y Minnie apareció llorando, tenía una pequeña caja de madera entre las manos, las cuales estaban sucias de tierra.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué te tardaste tanto? -Soyeon intentó acercarse pero Minnie desvío la mirada mientras se mordía el labio, parecía que intentaba no llorar, la pelinegra entendió el mensaje y aunque le haya dolido caminaron hacia el pozo en silencio.
Cuando llegaron, Soyeon intento tomar ese cofre para que Minnie no carge nada pero esta se negó rotundamente y saltó dentro del pozo.
Cuando estaba a punto de hacer lo mismo sintió que no se encontraba sola. Volteó y notó unos rizos azabaches asomarse por los arbustos.
Su corazón se detuvo por un segundo, Soojin la iba a matar si alguien las descubría.
Así que se apresuró en saltar, se preguntaba si la dueña de esos rizos le traería problemas en un futuro
                                ☁️
Entraron a la alcoba de Soojin, se suponía que ella ya debería estar ahí pero para ser justos, ellas llegaron tarde.
Soyeon salió al pasillo y la preguntó a un demonio inferior si sabía el paradero de Soojin, le dijo que se encontraba en una reunión con los príncipes del inframundo. Soyeon había olvidado completamente esa reunión, ahora sí, Soojin la mataría.
Volvió a entrar a la habitación y encontró a Minnie envuelta en las sábanas llorando.
- ¿Minnie? ¿Necesitas algo? -Soyeon intentó acercarse pero la contraria hundió su rostro en la almohada.
- ¡Quiero a Soojin! ¡Vete! -esas palabras destrozaron completamente al pequeño demonio, Minnie ni siquiera la quería para consolarla, al parecer el querubín siempre iba a escoger a Soojin.
                                ☁️
Soyeon buscó por todos lados a Soojin, la reunión ya había terminado hace veinte minutos y Minnie seguía llorando sola en esa enorme habitación.
Decidió ir a la última planta, buscó en cada cuarto y solo quedaban los dos baños.
Abrió el de la izquierda y la encontró, su rostro estaba tan cerca al de la princesa Lía, la hija de uno de los príncipes de submundo.
Lía notó la presencia de la pelicorta y se alejó.
Soojin soltó un quejido y volteó hacia la puerta abierta.
- ¿Se te ofrece algo? -inquirió la rubia con un notable enojo.
- Minnie ya está aquí y quiere verte -Soyeon soltó firme y alzando un poco la voz. ¿Cómo podía hacerle eso a Minnie? ¿Cómo podía siquiera pensarlo?
- Minnie... Encárgate de la princesa -Soojin se acomodó el cabello y las dejó en el diminuto cubículo con un aura de incomodidad.
                               ☁️
- ¡¿A dónde crees que vas?! -Soyeon se interpuso en el camino de Soojin.
- A ver a Minnie, ¿no me dijiste que vaya? -la rubia rodó los ojos, estaba realmente estresada, eso ineptos príncipes le pedían que reparta un poco de su territorio, porque según ellos la supremacía que tenía era demasiada y ni siquiera tenía pareja o heredero para supervisar efectivamente sus bienes e itentó vengarse del imbécil de Choi Taeyeon, quién al parecer parecía el que inició esta pequeña rebelión, involucrándose con su hija, y de paso liberaba el estrés que estaba acumulando.
- Apestas al perfume de la princesa Jisu, ¿crees que Minnie merece una bienvenida así?
- Iré a mí cuarto y me cambiaré
- ¡Ella está ahí, grandísima idiota!
- Jeon, sé que tenemos confianza pero te recuerdo que le estás hablando al mismísimo diablo y soy mayor que tú, así que... cuida tus palabras.
- Soojin -la bajita dijo más calmada pero la rabia seguía ahí- Minnie está llorando y no creo que sea prudente ir a verla oliendo a alguien más.
- Eso está mucho mejor.
- Sólo se menos fría... Minnie es sensible.
- Lo sé, lo intentaré, no sé qué haré con ella... Ni siquiera sé que hacer conmigo.
- ¿A qué te refieres?
- Los príncipes me están pidiendo que encuentre una pareja, ¡ni siquiera ellos tienen una y me exigen eso!
- Bueno... No es tan difícil... sólo haz a Minnie tu pareja oficial... -su voz salió más aguda de lo que le hubiera gustado y decir esa palabras le dolieron un infierno.
- ¿Estás loca? No me veo ni siquiera cumpliendo seis meses con ella ¿y quieres que la oficialice frente a esos tarados?
- ¿No te ves cumpliendo medio año con ella? -Soyeon se acercó más a Soojin- ¡¿Y por qué carajos haces que abandone el maldito paraíso por ti?!
- Sólo quería que este a mi disposición cuando quiera, pero ahora que lo mencionas... Tal vez fue un error -Soojin alzó los hombros y habló con una calma que horrorizaba a Soyeon, no podía creer que Soojin era tan cruel con los demás.
- No te entiendo...
- He estado pensando...
- Sigo sin entender
- No te preocupes, cuidaré a Minnie, después de todo ha demostrado que sí es alguien digna y que vale la pena.
                               ☁️
Mientras tanto en el Edén, Yuqi caminaba al rededor de ese portal, después de todo, parecía tener una idea de cómo recuperar a Minnie y necesitaría la ayuda de esa desconocida que la acompañaba hace unas horas.

HONEY ~Oh My God~ (G) I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora