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Yuqi entró a la recámara de Soyeon y se iba a sentar al borde de la litera cuando siente algo bajo las sábanas ¿Soyeon tenía compañía?
Se acercó más y empezó a destapar a quien estaba oculta.
Grande fue su sorpresa cuando encontró a Minnie durmiendo pacíficamente entre las sábanas de la pelicorta.
- Soyeon -Minnie empezó a balbucear el nombre del demonio y Yuqi se sintió un poco incómoda al escucharlo venir de ella ¿estaría soñando con la mayor?
El ángel pensó en despertarla pero alguien abrió la puerta, logrando que se levante de la cama estrepitosamente.
- ¿Estás bien, ángel? -Soyeon se acercó a Yuqi y acarició sus brazos- ¿Te parece si salimos de aquí? -el querubín asintió con la cabeza en silencio- Bien... Espera me arreglo un poco y nos vamos.
El demonio tomó un par de prendas y se cambió en el baño mientas Yuqi se preguntaba porqué Minnie no estaba con Soojin.
- Listo, ángel -Soyeon estaba con un conjunto beige y un par de botas negras- vamos -entrelazó sus manos y salieron en silencio para no despertar a Minnie.
Ambas empezaron a correr por todo el palacio sin soltar sus manos, Soojin ya sabía que Yuqi estaba aquí así que no habría problema de que exploren más el lugar sin algún tipo de discreción.
Se detuvieron frente a una puerta de tonos rojos y marrones y Soyeon miró para ambos lados para asegurarse de que no las atraparan merodeando en el cuarto de costura.
- No veo nada, Soyeonie.
- Espera, no encuentro el interruptor -la mayor estiró su mano sobre la pared hasta encontrar el botón de la luz- Listo.
Con el cuarto ya iluminado se revelaron todo tipo de telas y vestidos por doquier. Yuqi caminaba por la habitación mientras admiraba cada prenda con detenimiento.
- Quería esperar a tener todo listo pero no puede contenerme. En unas semanas se realizará una fiesta y me gustaría que me acompañaras.
- ¿Acompañarte como tu cita? -preguntó Yuqi nerviosa.
- Sí, ángel, quiero que me acompañes como mi cita -Un silencio se formó entre ellas por un momento- Pero si no quieres ser mi acompañante lo entiendo, igual me gustaría que vayas y Shuhua también... Tienes toda la mañana para escoger un vestido y si quieres me quedaré a ayudarte.
- Está bien, iré como tu cita, Soyeon -Yuqi se escondió detrás de un maniquí con un vestido demasiado pomposo como para que Soyeon la vea.
- ¡¿En serio?! -Soyeon se acercó a ella y la abrazó, sorprendiéndola y haciendo que el rubor en sus cachetes aumentaran.
La mayor reía y no dejaba de abrazarla mientras Yuqi se ocultaba en el cuello de la contraria.
- Tenemos que encontrarte un vestido antes de mi reunión con Soojin.
- Claro -Soyeon aflojó su agarre- pero necesitaré que me sueltes por completo para poder buscar algo lindo que pueda usar.
Yuqi empezó a divagar por todo el cuarto y Soyeon solo la veía, no habían telas ni zapatos a su alrededor, por primera vez tenía tiempo de admirar a la rizada sin tener que inventar alguna excusa.
- Creo que encontré algo bonito -Yuqi se acercó con algo blanco entre los brazos haciendo que Soyeon salga de su trance.
- ¿En serio? Pruébalo, ángel.
- Sí... ¿Dónde me lo pruebo?
- ¿Qué? Se supone que debería haber un tipo de espacio para que te cambies.
- Emmm... No lo hay.
- Oh... Está bien, puedes cambiarte aquí, no miraré.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo, ángel.
Soyeon le dió la espalda, esto debería ser algún tipo de castigo, ¿cómo se le pudo olvidar que no hay un cuarto para que se cambie?
No podía voltear, no podía voltear, no podía voltear, mierda, esto sí que era un castigo. Tal vez si miraba un poco...
Cuando Soyeon volteó pudo ver a Yuqi con un vestido blanco de mangas largas, era corto por delante pero tenía una especie de cola que lo hacía ver largo por detrás, en el pecho se encontraba un corset de cuero mal puesto.
- ¡Dijiste que no ibas a mirar!
- Lo siento, te demorabas demasiado.
- Está bien, igual necesito ayuda con esto.
- Sí -el demonio se posicionó detrás de la rizada y empezó a subir el cierre del corset - Listo.
- Gracias -el ángel se dió la vuelta dejando una distancia muy pequeña entre ellas.
Se volvió a formar ese silencio entre ellas pero está vez no parecía necesario decir algo.
El demonio empezó a acariciar la mejilla del querubín, dejando su cabello rizado detrás de su oreja.
Yuqi empezó a juguetear con sus dedos y a entrelazarlos con los de la contraria.
- ¿Puedo? -preguntó Soyeon en un susurro.
- Sí.
Soyeon se acercó al rostro del ángel y le dió un beso esquimal. Yuqi parecía cómoda con ese tipo de contacto así que continuó con un beso en el arco de cupido. 
- ¿Vas a...?
- Silencio, ángel -Soyeon susurró sobre sus labios y Yuqi al sentirla tan cerca sólo cerró sus ojos, el demonio notó esto es hizo lo mismo.
Soyeon dejó de jugar y juntó sus labios de una vez por todas.
Era un beso casto, pero era un beso y eso hacía que Soyeon se sintiera de maravilla.
La rizada sentía que volaba y eso la asustó pero no sé movió, de repente sintió algo en su espalda y una adrenalina recorrió todo su cuerpo ¿qué le estaba haciendo Soyeon?
Cuando se separaron la primera en abrir sus ojos fue Soyeon y se llevó una tremenda sorpresa al ver un par de alas blancas con destellos plateados en Yuqi, la mayor estiró su mano para acariciarlas y un pequeño gemido salió de la boca de Yuqi.
- No sabía que podías hacer eso -dijo mientras seguía acariciando las alas de su ángel- Son preciosas...
La miró a los ojos y pudo notar un brillo en ellos, Soyeon sabía que también tenía el mismo brillo en los suyos. Puso su mano sobre la nuca de la contraria y la besó de nuevo.
Grata fue su sorpresa al sentir que Yuqi quería más que un beso tranquilo, comenzando un vaivén mucho más rápido entre ellas.
- Supongo que ahora no te puedes escapar, ángel.







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Y tengan paciencia, la Soojin y Shuhua ya se van a conocer y probablemente ya las ponga a sufrir :v
Luv u x2

HONEY ~Oh My God~ (G) I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora