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Unos secos toques en la puerta rompieron esa admosfera.
Shuhua aprovechó para alejarse de Soojin y correr hacia el cuarto donde estaba Yuqi.
- Oh Sehun... ¿Se te ofrece algo? Estaba ocupada. -La rubia no dejaba de mirar la puerta por la que su ángel había escapado y un golpeteo constante de su pie derecho contra el piso ponía ansioso al muchacho.
- Lo siento mucho. Me gustaría hablar con usted, es realmente importante.
- Habla rápido, Sehun.
- Quiero que le consiga una esposa a mi padre.
☁️
Shuhua tropezó con la anciana que vió antes en el cuarto de su hermana.
- ¡Niña, ten cuidado! Llevo la cómida para el ángel... Oh, eres tú -el rostro de la anciana se relajó- Lamento, el alboroto. Entra por favor, tengo órdenes de alimentarte y esta sopa no va a estar caliente para siempre.
La anciana que respondía al nombre de Olga entró detrás de Shuhua con la sopa aún intacta.
- Shushu... -Yuqi había vuelto a perder el color en su rostro.
El demonio se acercó al querubín tocándole la frente.
-Parcee que vas a tener fiebre... De nuevo -dejó soltar un suspiro pesado y fijó su vista en Shuhua- Ve comiendo, yo atenderé a tu amiga.
Puso un paño húmedo en la frente de Yuqi, cambió su ropa por una más liviana en hizo que bebiera mucho líquido.
- Tengo que avanzar con los herederos, si algo pasa llámenme.
La puerta se cerró después de que Olga saliera. Shuhua ya no tenía apetito y procedió a recostarse a lado de Yuqi.
- ¿Qué te pasa, Yuqi?
- No lo sé, probablemente esté enferma...
- Pero, nosotros no nos enfermamos.
- No lo sé, tal vez es el ambiente, no tengo idea. Pero voy a estar bien.
- ¿No crees que deberíamos volver? Y así ver si te sientes mejor, claro.
- No, no creo que Miyeon nos deje volver, además, aquí estamos bien.
Shuhua no quiso darle la contra, especialmente si no se encontraba bien.
- ¿Haz visto a Soyeon?
- No, pero creo que un desconocido la estaba buscando.
- ¿Sehun?
- ¿Lo conoces?
- Sí, cuanto te desmayaste el fue el que te ayudo. Me estresaba con sus preguntas.
Shuhua solo asintió.
Intentó dormir pero recordó que no tenía su amatista.
Empezó a buscarla con desesperación pero en silencio para no despertar a Yuqi.
Hizo un recuento mental de la última vez que la había tenido y llegó a la conclusión que ese tal Sehun la debía tener. Sin embargo no iba a hablar con otro demonio y menos con un heredero.
Miyeon le había mandado distintas piedras bendecidas y siendo precavida envío dos de cada una. Shuhua estaría bien, estaría protegida contra el mal al que se enfrentaba. No volvería a sentirse vulnerable si tenía fe.
☁️
Soojin entró a su habitación y vió a Minnie recostada sobre el pequeño sillón. No llevaba la parte de arriba, su cabello estaba revuelto y parecía dormida.
- Tienes que ir a tu dormitorio.
- Soojin...
- Haz estado bebiendo también... -Se recostó contra su puerta y miraba el desastre que en ese momento era el querubín. Mas le sorprendía como aún se veía inocente y celestial- ¿Estabas así cuando bebias con Soyeon?
- Soojin -el ángel la miró con ojos cristalinos.
- Responde -la rubia se acercó y la tomó de la quijada apretando sus cachetes contra su labios, produciendo un pequeño gemido de parte de la contraria.- Al parecer ninguna ha sido "fiel".
Minnie no escuchó por los balbuceos que estaba soltando. Solo quería sentir a Soojin en ella.
- ¿Sabes cuántos problemas haz traído por lo que hiciste? Si quieres cogerte a alguien hazlo, pero afronta las consecuencias.
- Soojin... Te quiero a ti.
- ¿Sabes el dolor que le estás provocando a Yuqi? Tú y Soyeon hagan lo que se les dé la gana, pero no sé atrevan a lastimar a Yuqi, ella no merece esto. Si vas a volver a estar con Soyeon haz que termine el lazo que tiene con Yuqi. No me voy a arriesgar a nada.
- ¿Lazo? ¿Ya tienen un lazo? Soojin... ¿A qué no te quieres arriesgar?
- No te lo voy a decir, pero arreglen lo que sea que estén haciendo.
- Ellas se van a ir... De alguna u otra forma... Una va a salir lastimada y va a huir, ellas no son como yo... Ellas no serían capaces de abandonarse la una a la otra...
- ¿Y quieres lastimar a tu hermana?
- ¿Quieres que me detenga? -Minnie sostuvo la mano de Soojin que estaba en sus cachetes y la ubicó en su cuello- Por favor, me duele demasiado... Soojin, por favor.
Minnie se levantó lentamente quedando a casi la misma altura que la rubia. Desplegó sus alas y se despojó de lo único que la cubría, quería enlazarse a Soojin.
- No pienso sellar algo contigo, Minnie. Especialmente si estás ebria.
- Está bien, no sellemos nada, pero ayúdame, Soojin. Me duele demasiado... -el ángel empezó a gemir acercándose más a la contraria.
- Guarda tus alas.
Minnie obedeció, aunque le dolía hacerlo siempre obedecería.
- No voy a hacer nada más que ayudarte. No me pidas más.
Soojin empezó a besar el cuello de Minnie. ¿El ángel sería capaz de estar con alguien más para que así se produzca esa necesidad y dolor de estar con su pareja? Si bien no tenían algo sellado o algo como un lazo, ni siquiera habían confirmado lo que sea que tenían al mundo, Soojin sentía que debía ayudarla.
La explicación a esto era simple: Minnie quería una especie de prueba o vínculo antes de abandonar el Edén. Así que Minnie le cedió una parte de su esencia a Soojin, generando una dependencia de parte del ángel y sería casi del mismo modo si la rubia fuera un demonio común, pero no lo era. Si Minnie hubiera sabido esto hubiera hecho algo más fuerte o hasta hubiera exigido un sello.

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(Bajo revisión)

HONEY ~Oh My God~ (G) I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora