XXXI-Sueño de Alpha

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POV Aisha

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POV Aisha

De camino a las tiendas, guardamos silencio, cada uno metido en sus pensamientos y envueltos en nostalgia. Ahora siento un vacío existencial al cruzar de un lado a otro, del desinteres al valor y responsabilidad, a esforzarme por algo más que no sea yo sin un rumbo demasiado claro. 

Llegando a la entrada de mi tienda, como un flash veo pasar a la niña de cabellos dorados y eso me hace detenerme. Siento como si un latido de mi corazón se congelará para luego retomar su ritmo. Escucho como la respiración de alguien se acelera y no me doy cuenta que es la mía hasta que Tony habla.

—¿Aisha?

—¿Si?—digo distraidamente, viendo por donde se fue alguien que claramente nunca estuvo aquí o al menos eso dice mi mente—Dime que la viste—suelto sin meditar.

—¿A quien? Blondie, no hay nadie aquí además de tu y yo; hace horas terminó la cena y cada quien fue a su respectiva "casa". 

Suspiro sacudiendo mi cabeza sin saber que decir. 

—Lo siento, no sé si es el cansancio, pero... te juto que vi a una niña correr. No es la primera vez, en sueños, antes que me atraparan los cazadores la miré—digo atropelladamente, tratando de que mis palabras tengan la misma lógica que en mi interior siento que tienen, pero la niebla que yo misma creo con la inseguridad de mi mente hace que suene ridículo.  

—¿Viste a una niña?—inclina la cabeza hacia un lado y me observa—¿Como era? 

—Rubia, con unos muy saltones ojos verdes y con gestos bastante marcados.

—No sé, pero me suena muy a ti—me analiza unos momentos y posiblemente mi estadia en el bosque no ayude mucho a mi aspecto—¿No estarás imaginandote de niña? o podría ser que todo este tema de Alpha te este traumando y haciendote ver cosas, tal vez los cazadores te drogaron. 

Me indigno automáticamente por su acusación con un gesto algo exagerado de mi parte, al colocar mi mano sobre mi pecho, pero dejando en claro mi postura a pesar que tiene razón. 

—Se veía muy real Tony, estoy segura que lo era—aprieto mis labios—cuando regresé y no la volví a ver, también creí que era producto de la droga, pero se siente tan real...

—Si sientes que es así podría tratarse de un recuerdo, podría sernos útil para que tomes tu sitio—no había pensado en eso, pero sus siguientes palabras me desequilibran—pero si no, es un riesgo, los cazadores no son un juego, bien pudieron dejarte alguna especie de trauma. Tenemos que estar seguros.

—Seres tan despreciables usurpando mis recuerdos, me repugna. Yo me aseguraré. 

—No sé como llegamos a esto, pero tenemos que hacerlo bien—la mirada que Tony me dirige, más seria que nunca—cualquier detalle que pueda sernos util debes anotarlo, crearemos un plan, ya verás. 

El Aullido PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora