¿En dónde estará?

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Narra Tomura:

Ya es tarde, me conseguí unos guantes médicos y mascarillas para Kai, las dejé en la habitación.

Me dediqué a observar gente, elegir a mi víctima, observar horarios y cosas asi, necesito planear las cosas bien, no hacer las cosas de manera desordenada e impulsiva, mi maestro tenía razón, puedo fracasar, aunque no me arrepiento del todo.

Pude encontrar algo interesante, quizás un juguete para pasar el rato o algo más, el tiempo me lo dirá.

Bueno, van a ser las 01:45 a.m., creo que me iré a dormir, mi maestro me dice que en caso de que no esté matando a alguien en la madrugada descanse bien, así el otro día estaré mucho mejor, totalmente reponido energéticamente.

Me dirijo a la habitación, tocó dos veces antes de entrar, luego ingreso al cuarto, puedo ver a Kai mirándome fijamente, ¿se estará preguntando que hora es? ¿O que hago aquí?

Ya es hora de dormir- le dije.

¿Qué hora es exactamente?- me responde con una pregunta.

Sonrío.

A ver...

Son las 01:50 a.m., entonces hay que dormir ¿No? Se que es un poco tarde, pero pudo haber sido peor, ¿Tienes sueño?, Es que tus ojos se cierran un poco- le respondí con una sonrisa, no se si lo vea espeluznante o no.

¿01:50 a.m? ¿Tanto tiempo pasó? Con razón que se me hacía largo el día- dijo mientras miraba hacia la ventana.

Bueno, a dormir- le dije- si quieres te dejo la cama sólo para tí, no te lo dije antes, pero compartiremos la habitación.

Sus ojos se abrieron, creo que de asombro, por suponer.

No es necesario, yo puedo dormir en la silla que está en el rincón- me dijo Kai con un tono neutral.

No quiero que duermas incómodo- le dije y le acaricié el cabello- se que puede que te duela el cuello y la espalda.

Me miró y luego miró hacia la cama.

Me miró nuevamente y añadió, ¿Entonces dónde dormirías?

En el living, creo que es cómodo, si antes estuviste durmiendo allí, ¿Tú qué me dices?

No lo sé Tomura, ni me acuerdo de la sensación - me dijo con un tono bajo- pero no creo que eso pueda reemplazar la cama.

Entonces durmamos juntos, uno cada esquina, es una cama doble ¿Qué dices?

Me miró fijamente y asintió.

“Está bien”

Me sorprendió que accediera, pero bueno debo admitir que sonreí para mis adentros.

Le pasé una camisa vieja mía y unos pantalones holgados, le dije que lo usara de pijama, yo entré a mi baño y me cambié, no quería incomodar a Kai, me cambié de polera a una polera blanca que decía “Hands” con letras rojas y un dibujo de una mano ensangrentada, me quité mis pantalones, solía dormir en ropa interior, pero realmente nos sabía si hacerlo ahora.

Oye, ¿Te incomoda si duermo en ropa interior? Suelo hacerlo, menos en el psiquiátrico- le dije al final sacando mi cabeza por la puerta sin que se viera mi cuerpo.

Pude ver qué llevaba mis pantalones holgados puestos y que se abrochaba la camisa que le dí.

Me da lo mismo- respondió.

Ok, pensé entonces que podía no preocuparme de eso.

Salí del baño, él ya se había abrochado la camisa, algo apretada a su cuerpo, debió haberlo dejado abierta, Kai estaba sentado mirando hacia la ventana bloqueada, prendí la luz del velador que miraba hacia la puerta, supuse que dormiría yo en ese lado, ya que él estaba en el lado de la ventana.

Me acerqué al interruptor de la habitación y le dije que apagaría la luz.

Al sentarme en la cama, él me miró y luego me dió la espalda.

¡A dormir!- exclamé.

Él se acostó dándome la espalda, yo igual lo hize, dándole la espalda, cerré mis ojos y sonreí.

Narra Kurono:

Me había despertado antes de lo habitual, estaba inquieto, me alisté para el trabajo, pero me iría a ver la casa de Kai.

Estacioné mi auto y miré de reojo hacia la puerta de la casa de él, bajé la mirada y me bajé del auto.

Toqué la puerta con desesperación, sabía muy bien que él no abriría la puerta.

Tragué profundo, miré por las ventanas, no había forma de ver claramente el interior.

Subí a mi auto.

Conduje sin paradero, y luego me dirijo a mi trabajo.

Entro cabizbajo.

Oh Hari- la voz que me hablaba debía de ser Aizawa.

Hola- le dije sin muchas ganas.

Lamento todo esto- me dijo con una cara algo ¿Apenada?

Descuide, nadie sabía que podía ocurrir algo como esto- le dije para que no se sintiese tan responsable de esto, desde ayer él se siente culpable indirectamente de la desaparición de Kai.

Espero que puedan investigarlo y encontrarlo a salvo- añadió Aizawa.

Eso también espero- susurré.

Realmente me siento culpable yo, fui el último en verlo, debí haber hecho caso a mi instinto.

¿Dónde estará?

Señor Aizawa, ¿Puedo salir ahora y vuelvo lo más rápido posible? Tengo que hacer algo- le dije al pensar en una idea.

Bueno, pero me llamas cuando vengas de regreso- me responde de forma tranquilizadora.

Salí inmediatamente y subí al auto, me dirigí  a la casa en la que vivía el hombre que crío a Kai.

Llegué y toqué la puerta.

El hombre abrió, me sonrió y me abrazo fuertemente.

Escuché la voz de una pequeña niña, Eri, la nieta de el hombre que me abrazaba.  

Oh Hari, me alegra verte- me dijo.

Señor yo igual me alegro de verlo, decidí visitarlo, aunque sea algo corto, es de paso- le dije.

Pasa un rato- me dijo con una sonrisa.

Entré y sentí la voz de una mujer y un hombre.

¿Sabes? Está mi hija, su esposo y mi querida nieta- me dijo mientras ponía su brazo en mi hombro- tenía que contarles sobre lo de Kai, me es difícil decirle a Eri.

Supongo que sí debe ser muy difícil, los niños no entienden generalmente estás cosas, además que si entiende, quizás se ponga muy triste- le respondí.

¿Oh el señor Hari?- dijo Eri al verme.

No me llames señor, no soy tan viejo- le dije.

Todos están aquí, menos el tío Kai- dijo Eri en lo bajo, la miré y sentí que mi rostro cambiaba, estaba muy preocupado, sólo espero que no me ponga a llorar.

Stockholm syndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora