De paseo

262 40 3
                                    

Narra Tomura:

Desperté.

Ni idea que hora es, es lo último que pienso al despertarme, lentamente abro los ojos, puedo sentir que estoy abrazando algo.

Siento el cuerpo que abrazo, cálido, puedo ver claramente que se trata de Kai, lo estoy abrazando, debí suponer que pasaría, solía dormir con peluches y al despertar siempre los abrazaba.

Decidí quedarme así un poco más, no creía que Kai se despertara, aunque no sé que hora es.

Narra Chisaki:

Sentí una respiración en mi cuello, abrí los ojos lo más rápido posible, no estaba cómodo, sentí una manos abrazando mi cuerpo, estaba cálido, pero no era realmente acomodado para mí, no sabía si moverme o no, supuse que sería Tomura, tragué profundo y miré a Tomura, realmente no parecía ser el asesino que es.

Tomura- susurré para que se despertara.

Buenos días Kai- dijo Tomura mientras bostezaba y se daba la vuelta rápidamente- lamento eso.

¿Lamentas?- pregunté intrigado.

El abrazo, a veces hago eso mientras duermo, lo siento- me dijo con señas de disculpa.

Está bien, sólo por esta vez- le dije.

Me sonrió y luego añadió:

"Olvidé decirte ayer, pero también te compré un cepillo de dientes"

¿Qué demonios? ¿Qué planea exactamente?

Se lo agradecí, realmente no necesito hacerlo enojar, quiero salir vivo y debo de pensar en cómo hacerlo.

¿Sabes qué hora es?

Déjame ver- dijo Tomura buscando el reloj en su velador- son las 11:28, debemos comer algo, quédate aquí, yo te traigo algo para desayunar.

Mientras se ponía un pantalón, salió rápidamente la puerta tras de él, me levanté y fui directamente al baño de la habitación, me lavé la cara varias veces y las manos también, aproveché de usar el cepillo de dientes que me dió, era de color morado.

Me limpié lo mejor que pude, busqué mi ropa para cambiarme, Tomura abrió la puerta de repente.

“Me olvidé de lavarme los dientes” “Siempre Kurogiri me lo pregunta y hoy no pude decirle que si lo hice, que  no soy un niño que hay que recordarle esas cosas”

Las cosas que dijo Tomura me sonaron extrañas, realmente parecía un mocoso, un mocoso con una vida normal, pero sé bien que él es un asesino, mataba por las manos, ¿Para qué quería las manos? ¿Para una colección? Si ¿y para qué quiere una colección de manos? Además se pudrirán , que enfermizo.

Tomura se lavó los dientes rápidamente, creo que debería de comprarse otro cepillo de dientes, ese está muy maltrecho y ni hablar de cuántos gérmenes tendrá.

Salió y cerró la puerta de un portazo.

Me quedé sentado allí mientras sostenía mi ropa preguntándome si ponérmela o no, realmente preferiría ropa limpia a que usar la misma de antes, pero si no hay de otra, entonces recordé la ropa que me compró Tomura, por supuesto que no voy a usarlo, pero abrí el cajón, sabía cuál era el cajón que lo había puesto, el primero, me quedé mirando la camisa negra y la corbata blanca, realmente era mi estilo, supongo.

Me estaba debatiendo, sería mejor usar esto a que la ropa de antes y la que llevaba ahora mismo, se que Tomura me dió ropa limpia, pero de todas maneras dormí con ella, quizás debería usar esa ropa.

El sonido de la puerta abrirse me sacó al fin de mi mente.

¿Te gusta? Sabes que es tuya esa ropa- dijo Tomura entrando con una bandeja, había dos tazas y otras cosas.

Me quedé callado, realmente no sabía que decirle, pero sólo le mire, además al parecer ya trajo el desayuno, ¿debería de comerlo? Creo que no tengo opción.

Me senté de nuevo en la cama y acepté la taza de té que me dió Tomura, al parecer era té verde, había dos pedazos de queque y unas galletas, eso sería el desayuno que compartimos.

Se acercó a mí y me dijo al oído.

“Hoy te llevaré de paseo, no digas nada, no te estoy preguntando”

Lo que dijo me dejó desconcertado, ¿Llevarme de paseo? ¿Acaso podré salir de aquí? Tal vez pueda huir, todo eso me pasó por la cabeza, realmente estaba entusiasmado con la idea de ser libre.

Narra Tomura:

La verlo tomando en sus brazos la ropa que le había comprado se me ocurrió llevarle de paseo, algo común, ordinario, me gustaría verlo con esa ropa puesta, al final le dije.

Pero llevarás esa ropa, la ropa que te compré, así que ni pienses en ponerte tú otra ropa.

Me miró y asintió en silencio, me gusta la idea que no de haya oponido a llevar esa ropa.

Más rato será, así que puedes bañarte y alistarme ya, en cualquier momento será.

Stockholm syndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora