Capitulo 18

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- Y bien, ¿Qué te parece? - preguntó la de ojos cafes en cuánto el imponente lago de aspecto cristalino se asentó frente a sus ojos. Joohyun calló unos segundos mientras se tomaba el lujo de acariciar el grueso tronco de un viejo gran árbol. Recordaba este sitio con cada detalle con el que lo había recorrido años atrás, que hasta podía asegurar que si Seulgi no le hubiese contado acerca de la hidroeléctrica no hubiese notado cambio alguno.

- Es... muy bello.- respondió. Sus manos picaban por las ganas que tenía de tocarlo todo, de sentir el suave agua otra vez deslizarse entre sus dedos.

- Lo es, sí.- mencionó la castana, sacándola de su ensoñación. Sonrió al pensar en lo tonta que tuvo que haberse visto admirándolo todo, con expresión embelesada.-Ven aquí.- sentándose a la orilla del lago, Seulgi abrió sus piernas y le indicó que se sentara entre ellas, logrando que Joohyun frunciera el ceño, divertida, cuando notó lo que pedía la castaña.

- ¿Pretendes que me siente ahí? - Seulgi asintió sonriendo.

- Oh.- se lo pensó exactamente por dos largos segundos y luego hizo lo indicado.- Bien.- nerviosamente se posicionó en el hueco que dejaban las piernas abiertas de Seulgi, sintiendo como la tensión de su cuerpo desaparecía inmediatamente al ser rodeada por los largos, pero cálidos brazos de la ojicafe tan fuertemente.

Permanecieron así por minutos, en silencio, observando la naturaleza alrededor. En esa posición, de esa forma tan íntima entre ellas que Seulgi nunca logró tener con Joohyun años atrás.

- Me encanta esto ¿Sabes? - murmuró bajito Seulgi, acariciando su cabello suavemente con sus dedos en un masaje que resultaba un tanto relajante para la ojiverde.

- ¿Qué? ¿Tenerme entre tus piernas? - bromeó la rizada, recostando su cabeza en el brazo de la otra. ¿De dónde había salido ese humor?

Seulgi soltó una carcajada encantadora.- También eso. Pero me refería a que estés aquí y ahora conmigo, en este lugar, de esta forma. No lo sé. Es, como si de alguna manera nada me hiciera falta ya.

Aquí iba de nuevo. No habían palabras para describir como el pecho de Joohyun casi se salía de su lugar cada vez que la oía hablar de esa manera. No el de Irene, sino el de esa muchacha aventurera y tímida de dieciséis años que aún revoloteaba en lo más profundo de su ser y que se rehusaba a dejarla abandonada. ¿Cómo evitar confundir lo que sintió Joohyun con lo que siente Irene? ¿Cómo, si cada día ve, piensa y besa a la chica de la que estuvo enamorada y que tanto daño le hizo? ¿Cómo, si en su interior se muere de ganas de vivir ahora lo que no pudo en el pasado?

Levantándose cuidadosamente y sin golpear a Seulgi en el intento, se arrodilló a su altura y la besó. La besó porque así lo sentía, porque así se lo ordenaba su pensamiento, porque realmente quería.

- Seulgi, tú... - susurró al separar sus labios, más sin disminuir la distancia entre sus rostros.- ¿me quieres realmente?

- ¿Te queda alguna duda? - inquirió Seulgi acomodándole un rizo detrás de la oreja.- Estoy enamorada de ti.- confesó tranquilamente mirando dentro de sus verdes ojos.- Aunque suene como una estupids adolescente; lo estoy así de mal; locamente enamorada de ti y no cambiaría esta sensación por nada.- Joohyun sonrió tiernamente mientras soltaba el aire que había estado reteniendo inconscientemente desde que había formulado la pregunta y se tomó la libertad de observarla ella también a través de sus ojos.

- ¿No te asusta? - Murmuró.

- ¿Asustarme qué?

- Esto, Seulgi.- dijo Joohyun, volviendo a su posición inicial entre las piernas de su acompañante, admirando el agua cristalina y las ramas de los árboles siento batidas por el viento fresco.- Me conociste hace poco y ya estás enamorada de mí. ¿Realmente no te da miedo?- Seulgi negó.

𝙑𝙚𝙣𝙙𝙚𝙩𝙩𝙖 - 𝙎𝙚𝙪𝙡𝙧𝙚𝙣𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora