𝙑𝙚𝙣𝙙𝙚𝙩𝙩𝙖 - 𝙎𝙚𝙪𝙡𝙧𝙚𝙣𝙚

Capítulo 5.

Al día siguiente, cuando Seulgi no se sentía lo suficientemente estable para presentarse al restaurante, decidió que lo mejor sería hablarle a Mabel por teléfono y explicarle quien sería la empleada nueva.

- ¿Irene Booker? ¿Segura que se llama así? - preguntó Mabel, demasiado sorprendida de las coincidencias de la vida.

- Segura, Mabel ¿Por qué? ¿La conoces? - preguntó extrañada.

Seulgi estaba en su casa, vistiendo pijama a las doce del mediodía, viendo televisión sin verla realmente, comiendo chatarra, y sosteniendo su teléfono celular en la mano.

Ella no había faltado al trabajo para quedar vagando por su casa, solo que, al no sentirse bien para presentarse, estar sin hacer nada era lo único que podía hacer.

— Sí, es la chica que ahora vive en la casa de los Bae.— su respiración se detuvo y se atragantó con la papa frita que estaba comiendo.— Hace unos días cenó con nosotros.

—¿Ella cenó con ustedes? — Logró pronunciar cuando dejó de toser.— ¿George la conoce también? ¿Sabes por qué está viviendo allí?

Al otro lado de la línea, donde se escuchaban los típicos sonidos de cocina, utensilios siendo acarreados, platos siendo lavados, voces dando órdenes y el aceite hirviendo, se pudo escuchar el suspiro que dejó escapar la mujer.

— Es bastante reservada. Nos contó solo un poco de su vida y sus intereses.— Contesto Mabel.— Pero menciono que la casa de los Bae había sido bastante accesible en cuanto a dinero por alquiler.

Seulgi dejó que la preocupación abandonará su cuerpo al enterarse que esa chica solo estaba en esa casa por el bajo precio.

No había otra razón por la que Irene pudiera estar ahí.

— Ya veo. Bueno, mándale mis saludos a tu esposo y dile que pronto me pasaré por allí.— comento despreocupadamente. Tenía ganas de tener una tarde agradable con viejos amigos.

— Claro, cariño. Te esperamos cuando quieras.

— Adiós, Mab.

— Cuídate, Sul.

Al terminar la llamada, Seulgi solo pudo sumirse en lo que había intentado no pensar.

Joohyun.

Otra vez.

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— ¡Irene, muchacha! Seulgi acaba de contarme que eras tu la nueva empleada.— saludó efusivamente Mabel al ver que la ojiverde entraba al restaurante. Joohyun le sonrió.— Ahora seremos compañeras además de vecinas.

— Como cree señora. Usted sería algo así como una jefa para mí.— contestó, como siempre, educadamente.

— No digas tonterías. Soy tan empleada aquí como tú. Así que mejor ve diciéndome Mabel.— le reclamo la mujer.

— Claro, Mabel.— sonrió.

Como extrañaba a esa mujer.

Mabel termino de acomodar un platillo en la cocina y luego se seco las manos en su delantal. Acercándose a Joohyun, la cogió de los hombros y le hablo:

— Bien. Lo primero de todo era que Momo estuviera aquí para enseñarte lo que debías saber, pero esa muchacha irresponsable y alocada no se presentó hoy, por lo que te dejare bajo el cuidado de Yerim.— Joohyun asintió a todo lo que ella decía.— ¿La conoces?

Ladeó un poco su cabeza y luego se aclaró la garganta.

— Hablé un poco con ella ayer.— contestó.