Ella nunca imaginó que después de tanto tiempo sin divertirse realmente, de pronto sintiera la necesidad de disfrutar de la compañía de alguien más, de reír de los chistes de ese alguien, de compartir historias, gustos, preferencias, etc. No se había sentido así desde hace años. No disfrutaba un café ni una compañía así desde hacía años. Quizás las cosas tienen mejor sabor cuando estás bien acompañado.
- ¡Dios! ¡No puedo más! Lisa ya cállate...
Joohyun reía a carcajadas y su estómago ya dolía de tanta risa. Jamás hubiese imaginado que su maestra pudiese ser tan divertida.
- Es cierto, Irene. Ella no quería soltarme y tuve que llamar a la policía. Ahora que lo pienso fue demasiado hilarante, pero en esos momentos estaba aterrada, ella tenía un cuchillo de cocina.- contaba la mujer, con un deje de diversión en su voz.
Joohyun abrió sus ojos en sorpresa, ya calmándose un poco, pero manteniendo esa sonrisa tan perfecta en su rostro.
Ese día después de clases, Joohyun se había acercado a su profesora para aclarar unas dudas que tenía acerca de su materia. Debido a que todos allí se estaban yendo y las clases habían terminado, la rubia le pidió a Joohyun que la acompañara mientras organizaba sus planificaciones de estudios, y así luego podría ayudarla con sus dudas. Fue una propuesta muy amable y Joohyun no dudó en aceptar. Pues algo en su interior le hizo querer quedarse unos momentos más con la profesora.
Claro que esos "momentos" se habían transformado en horas, y ahora ellas se encontraban en una cafetería cercana al campus de la Universidad, bebiendo café y contando algo sobre sus vidas.
- ¿Te han dicho que te ves hermosa cuando sonríes? - preguntó la rubia, admirando a la ojiverde.
- Oh, no.- Mintió. Su corazón se apretujó.- Yo...
- Bueno, te ves hermosa, Irene.
La rizada sonrío nerviosamente.- Gracias. Tú también te ves hermosa, digo... Cuando sonríes y... Ya sabes... - se trabó con sus propias palabras.- Soy un asco, lo siento.
Lisa le dedicó una de sus resplandecientes sonrisas y la observó beber un sorbo de su café.
- No, no, gracias supongo. Pero... ¿Estás tú coqueteando conmigo? - le preguntó en broma.- Recuerde, señorita Booker, soy su profesora.
- Depende señora Manoban, estamos fuera de la Universidad, tenemos la edad adecuada, y me acaba de decir que me veo hermosa.- contestó Joohyun, divertida.- ¿Por qué no?
Lisa río.- ¡Oh dios! Enserio estás coqueteándome.
Joohyun le guiñó un ojo, coqueta. La rubia se atragantó con su café. Manoban no tenía forma de saber que Joohyun no coqueteaba y no había estado con una mujer desde... bueno, la primera chica en su vida, y ni siquiera podría contar como coqueteo. Así que su experiencia en esa área era casi nula.
- Y dime, Irene... - preguntó luego de recuperarse de la tos.-¿Estás, uh, con alguien?
Joohyun negó.
- ¿Tú lo estás?
Lisa ladeó la cabeza.- Bueno, es... complicado.
Los ojos verdes de Joohyun se abrieron a más no poder, su rostro se ruborizó de la vergüenza.
- ¡Oh dios! Lo siento, si hubiera sabido que... no me gusta jugar con... Eres una mujer comprometida y yo... estoy aquí de...
- Era broma, Irene. Estoy soltera.- confesó ella. La respiración de Joohyun volvió a la normalidad.
- Naturalmente yo no soy así, de verdad lo siento, no quiero darte una mala imagen de mí.- la rubia la miró fijamente, casi leyéndole el alma.
- Eres genial, Irene.- Joohyun bajó la mirada, ruborizada por incontable vez en el día.- Y sé que no nos conocemos desde hace mucho, pero será difícil que alguien cambie la perspectiva que tengo de ti.- La rizada asintió agradecida, la rubia le hacía sentir bien de una manera en la que no se veía comprometida con alguna estúpida venganza, de una forma especial, casual.- ¿Saldrías conmigo el Sábado? - preguntó, sin ocultar las ganas que tenía de volver a estar de esa manera con la ojiverde.- Solo si quieres, recuerda...
- Claro.- aceptó la rizada, reluciendo su sonrisa.- Me encantaría.
Lisa cogió la mano de Joohyun por encima de la mesa, sólo una leve caricia sin otras ocultas intenciones.- Pasaré por ti al restaurante, ¿bien? Es una cita.
La rizada volvió a sonreírle.
- Es una cita.
Joohyun aceptó. Sin siquiera haber pasado por su cabeza el hecho de que Seulgi Kang probablemente estaría allí ese día.
Pero... ¿Qué le podría importar a ella?
Esa noche, después de acostarse y ya bajo las sábanas de su cama, se durmió plácida y cómodamente. Sin preocupaciones por una noche, y sintiendo que algo estaba por cambiar en su vida.
Realmente esperaba que fuera para mejor.

ESTÁS LEYENDO
𝙑𝙚𝙣𝙙𝙚𝙩𝙩𝙖 - 𝙎𝙚𝙪𝙡𝙧𝙚𝙣𝙚
FanfictionBae JooHyun, ahora con 22 años, decide volver al pequeño pueblo donde nació y creció, y el que también conoció su humillación años atrás. Su objetivo era claro. Kang SeulGi se arrepentiría de haberse aprovechado del amor que una vez Joohyun le había...