9-. Consulta médica

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4:05 pm 3 de enero de 2013 

Parque Fernando Peñalver, Carabobo, Venezuela

De alguna manera que aún no se explicaban, y como si fuera una broma cruel del destino, X 77 había sido capaz de localizarlos antes de que tan siquiera estuvieran listos para hacerle frente. Ahora que se hallaban a su merced, el clon moría de ganas por ponerle las manos encima a ambos y cumplir su cometido.

—No tendrás tanta suerte como la última vez —afirmó este—. Y voy a disfrutar muchísimo haciéndote daño.

—Maldita sea —intervino Bastian, dando un paso adelante—. Cállate y veamos si eres tan peligroso como dicen.

—¡Espera, no lo hagas! —le advirtió JDM, pero ya era demasiado tarde. En un abrir y cerrar de ojos, el chico se había abalanzado sobre X 77, dándole un par de patadas laterales en el rostro. Sin embargo, el experimento no pareció inmutarse. Se limitó a responder con un gancho a la mandíbula, y por último, lanzando a su rival contra un árbol. 

Inmediatamente, Titán salió disparado detrás de su amo, y en un intento desesperado por reanimarlo, empezó a lamerle la cara.

—¿Estás bien? —preguntó Vanessa, arrodillándose a su lado. Itay, al no tener un tiro certero desde su posición, bajó del techo de la cabaña y fue junto a la rubia para cubrirlos en caso de algún ataque sorpresa.

—No fue nada —articuló Mey, forzando una sonrisa—. He estado peor.

A continuación, José fue interceptado por un devastador impacto en el pecho, seguido por un derribo a dos piernas y una llave al talón izquierdo. Aquello lo hizo retorcerse de dolor, pero no le impidió pegarle a su oponente con la pierna libre hasta que no le quedó de otra que soltarlo. Ese momento fue el propicio para que JDM mirara a los alrededores y descubriera que la solución se hallaba delante de sus narices.

Se puso de pie al mismo tiempo que el experimento y forcejeó con él para conducirlo, sin que se diera cuenta, hasta la puerta de la cabaña. Tacleó a X 77 con la suficiente fuerza como para atravesarla y ambos cayeron al suelo. Acto seguido, se arrastró hacia afuera tan rápido como pudo, y por medio de señas, le indicó al mexicano que disparara a un punto en particular: la planta eléctrica de gas que se hallaba a un costado de la edificación. 

Itay no tardó en hacer lo que le pedía y soltó una ráfaga de balas, al mismo tiempo que JDM se levantaba y huía del estallido. Un estruendo ensordecedor retumbó en los oídos de los presentes y aquel lugar voló por los aires, dejando poco más que un incendio tras de sí. 

Después de corroborar que ninguna silueta se asomara entre las llamas, dieron por muerto al clon y decidieron emprender el camino de vuelta a la carretera. Tanto escándalo no tardaría en traer compañía indeseada, y no querían estar ahí cuando eso sucediera. Por otra parte, el golpe recibido parecía haberle dislocado el hombro a Bastian, y el único sitio cercano con los implementos para tratar una lesión así era el hospital. 

A lo lejos, el mexicano divisó un Nissan abandonado en media calle, y al acercarse a examinarlo, notó que su antiguo propietario huyó con tanta prisa, que dejó la puerta del conductor entreabierta y las llaves tiradas junto a ella. 

Sin perder tiempo, Mey se acomodó en el asiento trasero junto a Titán y Vanessa; a la vez que José tomaba el volante e Itay se posicionaba como copiloto. Un gran alivio los invadió al ver que el vehículo aún funcionaba, y que aún tenía medio tanque de gasolina, lo suficiente para hacer el viaje ida y vuelta al objetivo.


6:00 pm 3 de enero de 2013 

Hospital Carabobo, Carabobo, Venezuela

Código X 77Donde viven las historias. Descúbrelo ahora