Epílogo

458 33 26
                                    

JDM se reincorporó con la cabeza retumbando a causa de los golpes. Miró a su alrededor, atento a cualquier amenaza cercana, y sus ojos se posaron en la pista de aterrizaje, ahora cubierta de restos humanos, escombros y casquillos de bala. En el suelo, a unos metros de él, yacía el cadáver de X 78 con una profunda herida en la frente y otra en el estómago, donde aún se encontraba el tubo que lo había atravesado. Su rostro sin vida mostraba una expresión mixta entre dolor y asombro, y debajo de él comenzaba a formarse un charco de sangre. 

José lo rodeó sin prestarle mucha atención e intentó divisar a Bastian, pero no estaba por ningún lado. Finalmente, tras minutos de búsqueda, vio la silueta de su compañero rematando a alguien dentro de uno de los hangares.

El chico hizo acopio de la poca energía que le quedaba, corrió en aquella dirección, y posó su mano sobre el hombro de Mey.

—Amigo, ¿estás bien?

—Yo no soy tu amigo —contestó la silueta girándose, a lo que JDM retrocedió alarmado.

Se trataba de X 77, y el cuerpo maltrecho frente a él pertenecía a Bastian. Había llegado tarde, demasiado tarde. 


Fin.

Código X 77Donde viven las historias. Descúbrelo ahora