08:15 pm 8 de enero de 2013
Nevada, Estados Unidos
Robert atacaba a larga distancia, Ricardo de cerca, y Francisco se aseguraba de que, si algún caminante se aproximaba demasiado, no significara un peligro para sus compañeros. Simultáneamente, Victoria sostenía a Keeper entre sus brazos, evitando que quedara a merced del bando enemigo y saliera herido durante el enfrentamiento.
Un perro infectado se abrió paso entre la horda, y en un abrir y cerrar de ojos, se abalanzó sobre Ricardo. Este último actuó con rapidez y le disparó en el pecho, aunque eso no bastó para terminar el trabajo. El animal se levantó con el tórax destrozado y volvió a arremeter contra él, que por pura suerte, alcanzó a neutralizarlo gracias un culatazo en el cráneo.
De repente, un Jeep conducido por zombis derrapó en la pista y dos de los ocupantes bajaron la ventanilla para abrir fuego. Ambos traían puesto un uniforme militar y portaban M-16, al igual que el que manejaba la ametralladora en la parte trasera.
Fran trató de darle de lleno al tanque de combustible, pero iban tan rápido y de forma tan errática que gastó casi todo el cargador el vano. Por otra parte, Ricardo retomó su posición y le brindó apoyo a Robert contra la oleada de infectados que se les venía encima.
Deseando ayudar, Victoria dejó a Keeper en el suelo, apuntó con su rifle y le disparó al conductor. Las balas atravesaron el parabrisas, y como por arte de magia, una de ellas impactó en la frente del sujeto, haciendo que se desplomara sin quitar el pie del pedal. En una suerte de efecto dominó, varios del ejército enemigo fueron atropellados, el vehículo se estampó contra uno de los hangares, y en menos de medio minuto, se vio envuelto en llamas y explotó.
Materia gris y órganos volaron por los aires, creando una lluvia de restos humanos. Ahora, como mucho, quedarían unos veinte caminantes a los que hacerles frente. O eso creían.
Una luz roja se encendió sobre la puerta que daba al laboratorio justo antes de que se abriera, y para sorpresa del grupo, otra multitud salió de su interior.
08:15 pm 8 de enero de 2013
Nevada, Estados Unidos
Bastian gruñía fuera de sí mientras aplicaba presión sobre la garganta de su amigo, totalmente decidido a terminar lo que había iniciado. Fue allí cuando su espalda baja recibió una patada de X 78 que hizo que se olvidara por completo de JDM, y que respondiera propinándole un gancho en la boca del estómago a su atacante.
José aprovechó esto para apartarse y centrar su atención en X 77, que observaba la escena fascinado. Lo agarró del cuello de la camisa, y luego de repartirle varios golpes a lo largo del torso, le conectó un rodillazo en el costado izquierdo. A juzgar por el crujido, acababa de romperle un par de costillas.
X 77 pateó el plexo solar de su oponente para hacerlo trastabillar, y acto seguido, le lanzó un codazo a la cara. JDM cayó sentado, y entonces sintió un líquido caliente bajando por su entrecejo. Al palparlo, se dio cuenta de que estaba sangrando.
Mientras tanto, X 78 apretaba el cuello de Bastian con la mano izquierda y este le devolvía la presión usando ambas. Los dos se estaban quedando sin oxígeno, pero era obvio que ninguno iba a ceder. No fue hasta que un derechazo impactó las costillas de Mey, que dejó ir a su rival. Antes de que pudiera reaccionar, los clones lo estaban masacrando.
Una patada en la parte interior de la rodilla sorprendió a X 78 y lo hizo perder el equilibrio el suficiente tiempo como para ver a su oponente tomar al otro experimento del cabello y dejarlo fuera de combate de un codazo en la sien.
JDM se inclinó sobre aquel cuerpo inerte para rematarlo, pero segundos antes, una mano tiró de él y otra le golpeó el pecho repetidas veces para dejarlo sin aire. Se vio a punto de perder la conciencia, y no fue hasta el último instante que su compañero se reincorporó con rapidez. A continuación, recuperó una tubería de entre los escombros y atravesó la cabeza del experimento con ella.
Chorros de sangre bajaron por la frente de X 78, y antes de que cayera al piso, Bastian extrajo el cilindro de su cráneo y lo utilizó para atravesarle el estómago. Era difícil de creer, pero contra todo pronóstico, X 78 había sido derrotado.
No obstante, ambos habían cometido un terrible error al olvidar la presencia de X 77, que no tardó en reincorporarse y recuperar algo de energía. Al darse cuenta de esto, José se abalanzó sobre él, pero una tacleada lo detuvo en seco.
El siguiente impacto fue para su molde, que quedó lo suficientemente aturdido como para que el clon lo tomara del cabello y lo arrastrara al interior de un hangar. Una vez dentro, Mey esquivó un puñetazo y aprovechó la oportunidad para estampar la cara del experimento contra la pared más cercana.
Casi en seguida, el efecto de la inyección se desvaneció, y el chico sintió cómo su ira pasaba a convertirse en cansancio. Antes de que pudiera hacer o decir algo, las piernas le fallaron y se desplomó junto al cuerpo inmóvil de X 77.
08:45 pm 8 de enero de 2013
Nevada, Estados Unidos
Robert remató al último enemigo en pie con unos cuantos disparos en la frente, y contempló cómo caía a sus pies hecho un amasijo de carne. Entonces, mientras la adrenalina aún invadía su torrente sanguíneo, cayó en cuenta de dos cosas: la primera era que, a pesar de que sus oportunidades de salir victorioso ante todo lo vivido eran casi nulas, lo había logrado. Seguía vivo.
La segunda era mucho menos tranquilizadora, e hizo que la sensación de alivio se desvaneciera. El mundo que conocían se había ido por completo, y ahora la única regla que lo regía era bastante simple: si te equivocas, mueres.
Canción: Die MF Die
Banda: Dope
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Código X 77
Science FictionFe y reglas, todo ha sido diseñado para mantenerte a salvo. Sin embargo, cuando las cosas se complican, comienzas a cuestionar tus creencias; y es que en el mundo real solo hay una regla: Si te equivocas, mueres. #58 Ciencia Ficción 12/05/2016 Todos...