07:36 pm 8 de enero de 2013
Nevada, Estados Unidos
Bastian posó su vista sobre la multitud que los rodeaba y sintió cómo un escalofrío le recorría la columna, activando parte de la inyección que le suministró su clon. Esta consistía en su mayor parte de un esteroide que se activaba a través de emociones intensas, como la rabia o el miedo. Aumentaba la fuerza y velocidad de su portador, aunque al igual que cualquier otro estimulante, poseía efectos secundarios.
Náuseas, agresividad extrema y dolores musculares eran pocas de las consecuencias que aparecían minutos después de recibirla, y prácticamente nadie se libraba de ellas.
El odio que sentía hacia X 77 iba más allá de su comprensión, tanto que también disparaba un potencial poco común, el cual servía como una suerte de combustible para su cuerpo. Sin embargo, a pesar de su utilidad, podía llegar a ser muy peligroso; y al manifestarse, no distinguía amigos de enemigos.
Tras muchos años de práctica y experiencia en deportes de combate, Mey aprendió a utilizar esta habilidad para su ventaja. En sí misma, podía llegar a cinco niveles distintos según la rabia de su portador. Desde el primero —que aunque era peligroso, podía controlarse—, hasta el último, donde todos se convertían en un posible objetivo.
La ira crecía cada vez más en el interior de Bastian, y ese fue el detonante para activar su potencial al máximo. Casi de inmediato, cayó de rodillas y su vista se hizo borrosa, al mismo tiempo que JDM le advertía a los miembros del grupo que se alejaran de él.
Ante las miradas de pánico de sus compañeros, Mey rugió con voz gutural y se reincorporó. Físicamente seguía siendo el mismo, aunque la energía que manaba de él era completamente distinta.
En ese momento, el escuadrón de zombis abrió fuego contra los sobrevivientes, y mientras ellos contraatacaban, Bastian se abalanzaba sobre su clon. Este último, a duras penas, esquivaba aquella oleada de golpes, hasta que al fin fue derribado por un gancho a la sien; y antes de que pudiera reaccionar, los más de setenta kilos de su rival cayeron sobre él.
Uno de los zombis entrenados se acercó a ellos para ayudar a su líder, pero un codazo en la sien hizo que terminara tendido boca abajo. Sacándole provecho a la distracción, el clon conectó una patada giratoria en el pecho de su rival y la acompañó de unos cuantos puñetazos. Aun así, Mey consiguió escapar tomándolo por sorpresa con un mordisco en el cuello.
Lleno de furia, X 77 lo abofeteó, y eso bastó para que la inyección terminara de activarse; dándole aún más fuerza y velocidad a su molde.
Consciente de esto, prefirió no darle ni un respiro. El clon derribó a su oponente con un impacto en el mentón y se posicionó sobre él para pegarle en el rostro. Entonces, se escuchó un crujido, y un hilo de sangre brotó por la nariz de Bastian, a la vez que los nudillos del experimento también se teñían de rojo.
07:38 pm 8 de enero de 2013
Nevada, Estados Unidos
—Vayamos al hangar más cercano —propuso José, recargando su AK-103—. Acá estamos casi al descubierto —como si fuera para darle la razón, ráfagas pasaron peligrosamente junto a ellos, y eso bastó para que el grupo atravesara la pista corriendo hacia su objetivo.
Una vez allí, intentaron encerrarse bajando la puerta principal, pero el mecanismo se negó a responder, dejándolos de nuevo a merced de sus perseguidores. Fue en ese instante que JDM fijó su vista en el gigantesco avión negro que reposaba dentro de aquella estructura, y una idea vino a su mente.
Le ordenó a los demás que abandonaran el edificio a través de la salida de emergencia y se pusieran al cubierto; y ellos, sabiendo que no era el momento de cuestionarlo, se limitaron a seguir sus instrucciones. Por su parte, el chico se acercó lo más que pudo a la vía de escape, y tan pronto como los enemigos se asomaron por la entrada, le vació un cargador completo al tanque del vehículo y se alejó tanto como pudo antes de que todo volara en mil pedazos. Eso le costaría un ojo de la cara al Área 51.
Ahora el equipo Z 007 había sido reducido casi a la mitad, y a causa del frenesí del combate, uno que otro había terminado cediendo a sus instintos primarios y yendo en contra sus compañeros. Algo que el grupo de sobrevivientes aprovechó para masacrarlos.
Sin embargo, cuando creían que la batalla estaba a punto de ser ganada, la compuerta que separaba la pista de aterrizaje del laboratorio se abrió para dejar salir a un sujeto alto, de piel blanca y cabello oscuro que José pudo reconocer en seguida. X 78.
—Yo me encargo de él —dijo, dando un paso al frente. Acto seguido, lanzó una patada que su rival frenó sin mucho esfuerzo, pero tomando impulso con la pierna atrapada, utilizó el pie libre para pegarle en la parte de atrás de la cabeza y el clon trastabilló un par de pasos hasta recuperar el equilibrio.
JDM, frustrado, lanzó varios golpes contra su oponente, quien los detenía para devolverlos con mucha más potencia. Finalmente, el clon lanzó un codazo, y viendo que había fallado por muy poco, hundió los dedos en los ojos de su molde, que se apartó justo a tiempo para evitar daños permanentes en su visión.
El experimento sonrió complacido y bajó la guardia un instante, lo que bastó para que los nudillos de su rival se le hundieran en la cara. Aún aturdido, X 78 se abalanzó hacia él para embestirlo, pero gracias a un reflejo rápido de José, se estrelló contra la pared y su hombro izquierdo crujió.
De inmediato, el chico aplicó una llave de brazo sencilla para continuar debilitando la zona afectada, pero el experimento consiguió zafarse, y tomándolo por sorpresa, le rodeó el cuello con la mano derecha. Desesperado, JDM hizo maniobras de todo tipo para librarse, y poco a poco se le fue cortando la respiración.
Cuando estaba a punto de desfallecer, el cuerpo de X 77 impactó con el del otro clon y ambos terminaron en el suelo. Segundos después, Mey se posicionó junto a ellos y comenzó a golpearlos simultáneamente. Ninguno lo podía creer, un simple molde les estaba dando una paliza.
Aun así, esto no duró demasiado. X 77 logró distraer a Bastian con un gancho a la mandíbula y su compañero no perdió la oportunidad de darle una patada en la cabeza, consiguiendo que que cayera de bruces para luego rematarlo en el piso. Fue allí que JDM intervino y conectó un rodillazo devastador en la columna de su clon, momento que el otro aprovechó para aplicarle un derribo de Judo.
Antes de que pudiera darse cuenta, X 77 recibió un impacto en el estómago por parte de su molde, para después volver a ser arrojado contra el cuerpo de X 78. Mey esbozó una sonrisa en su rostro ensangrentado y gruñó satisfecho, pero entonces sintió cómo una rabia irracional hacia su amigo crecía dentro de él, y olvidando quién era el verdadero objetivo, le rodeó el cuello con ambas manos para estrangularlo.
—Soy yo, José —balcuceó este, tratando de librarse.
—Te voy a matar —rugió Bastian.
Canción: I Will Find You
Banda: Whitechapel
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Código X 77
Science FictionFe y reglas, todo ha sido diseñado para mantenerte a salvo. Sin embargo, cuando las cosas se complican, comienzas a cuestionar tus creencias; y es que en el mundo real solo hay una regla: Si te equivocas, mueres. #58 Ciencia Ficción 12/05/2016 Todos...