ENAMORADO PT. 9

666 147 17
                                    

Marzo 2017

Hacía calor en Chile. Era sofocante. Y a pesar de que sólo se trataba de una corta caminata desde la Van hasta la entrada del hotel, su cuerpo ya estaba transpirando para el momento en el que por fin habían alcanzado las puertas giratorias.

―Entonces, ¿cómo nos dividimos las habitaciones? ―preguntó Seokjin mientras esperaban para chequearse en la recepción. 

Soplando sobre su barbilla, se limpió el sudor de la ceja.

―¿Piedra, papel o tijeras? ―sugirió Namjoon, como siempre. Ya era habitual para ellos organizar las habitaciones por sorteo, a fin de «cultivar una buena relación de equipo», según el mismo  Namjoon.

Al final, dedujo, el universo debía encontrar su vida realmente entretenida, porque terminó compartiendo habitación con Hoseok. No habían dormido juntos por casi cinco meses ―exceptuando aquella vez en enero―, en parte, por lo que Hoseok le había dicho (algo a lo que se mantuvo fiel) y por las circunstancias en su entorno; pero también, y mayormente, era porque Hoseok había estado actuando extrañamente... distante.

Hoseok lo estaba esquivando, concluyó, luego de haber estado toda una semana acorralándolo, en cualquier lugar donde no estuviesen los miembros, para hablar con él ―en el baño, en los camerinos, incluso en la van, por el amor de Dios―, obteniendo como resultado a Hoseok siempre huyendo de él con una rápida excusa entre sus labios. Lo único que Taehyung quería era decirle a Hoseok lo mucho que le gustaría tener de vuelta a su compañero de cama, sobre todo porque últimamente no había podido dormir bien y ninguna almohada que comprase podía compararse al confort que sentía cuando dormían juntos.

Pero Hoseok no quería hablarle... y en todo ese tiempo él y Jimin se habían vuelto incluso más cercanos, como normalmente ocurría cuando compartías habitación con otra persona. A veces, Taehyung temía no sólo perder a Hoseok, sino también a Jimin. Era un extraño sentimiento. Quizás Hoseok había estado ocupado con su Mixtape. Quizás Hoseok había estado... simplemente ocupado. O quizás, por razones que no entendía del todo y lo hacían sentir un poco molesto, Hoseok ya no lo veía como un amigo cercano. Y eso realmente, realmente dolía.

Después de recibir las tarjetas identificadoras asignadas para cada una de las habitaciones, los siete se agruparon de forma apretada dentro del ascensor, con cabezas ladeadas y ojos adormilados a causa del largo vuelo. Sólo Taehyung se sentía despierto y alerta, y por la razón más extraña, su mano no podía dejar de sudar.

El ascensor se detuvo y salieron de forma perezosa, uno detrás del otro, del pequeño cubículo. Taehyung apretó la tarjeta entre sus manos, tan fuertemente que casi se deslizó entre sus húmedos dedos, y luego de sentir que pasaba años fallando torpemente en su tarea, finalmente pudo meter la tarjeta en la pequeña abertura de la pared, escuchando el suave sonido que avisaba que ya podían acceder a su habitación. Taehyung abrió la puerta caballerosamente.

―¿En qué cama te gustaría dormir, hyung? ―preguntó educado, aún sosteniendo la puerta. Y en algún lugar de su mente se felicitó a sí mismo por tener el auto-control suficiente como para resistir el limpiarse la palma de las manos de sus muslos.

―Estoy bien con cualquiera ―dijo Hoseok, adentrándose, y hubo un extraño momento en el que tuvo que caminar de lado en el estrecho pasillo donde aún se mantenía Taehyung, sosteniendo la puerta, y ambos quedaron cara a cara, con sus cuerpos a centímetros de tocarse.

Taehyung se sonrojó, y el momento pasó.

―Yo también ―balbuceó con torpeza.

―Entonces dormiré en ésta ―concluyó Hoseok, eligiendo la cama que estaba más cercana a la ventana.

BLUE SIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora