III

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Fallo

Ya habían pasado dos meses desde que Yuuri había llegado a la academia, ya se había adaptado a su vida diaria, aquí no era señalado por ser un Omega, tampoco era menospreciado ni nada por el estilo, se había hecho mejor amigo de Phichit quien lo había llevado a conocer San Petersburgo, no hace falta decir que en cada uno de estos paseos Phichit inundaba las redes sociales de fotos de él y Yuuri, incluso ya se había acostumbrado al frio que cada vez era más intenso según el nipón.

Solo había una cosa a la que no podía llegar a acostumbrarse, a sus días de entrenamiento. No porque estos fueran intensos o algo por el estilo, si no por sus compañeros de equipo, o mejor bien dicho uno: el entrenador que le habían asignado. Muchas veces se había tratado de acercar a Víctor ya que se suponía que lo debía ayudar a entrenar y preparar un programa para la próxima competencia que se acercaba, pero cada vez que Yuuri intentaba preguntar qué debería hacer este solo lo ignoraba incluso una vez llegó a gritarle que lo dejara en paz. A pesar de que él le había dicho que si lo entrenaría a la mera hora dijo que realmente no podría hacerlo.

El único consuelo que tenía era que al menos sus otros dos compañeros ya lo habían aceptado, Otabek se había comprometido con él a ayudarlo a crear un programa para la competencia, cosa que el rubio no le había gustado para nada, pero después de que el kazajo hablo con él, este accedió ayudarlo también. Trataba de esforzarse al máximo, pero cada uno de los rechazos de Víctor hacía que su humor decayera hasta casi caer en depresión, no entendía cómo una persona que no conocía podía afectar de esta manera.

El día de la competencia había llegado, esta no era de una gran importancia ya que los participantes eran todos de la misma academia, era más bien como una prueba para saber que tanto habían progresado con sus entrenamientos, pero al fin y al cabo todos se lo tomaban muy en serio para ser solo una prueba. Todos eran demasiado competitivos.

Durante esa prueba el nipón se había dado cuenta que muchos eran muy buenos patinadores, pero sobre todo destacaba Yuri Plisetsky, que su actitud era como la de un vándalo pero en la pista de hielo parecía una linda bailarina de ballet ya entendía por qué lo llamaban prima ballerina, incluso se había quedado perplejo al ver al kazajo realizar su programa, casi nunca lo veía patinar o ensayar su rutina durante las prácticas, mayormente se la pasaba ayudándolo.

Al ver patinar a Phichit se asombró con la gracia que hacía sus movimientos que mostraban alegría y entusiasmo. Pero nada se comparaba con ver a Víctor patinar, la gracia, la elegancia de sus movimientos, hacía que nadie quisiera apartar la vista de él, llegó su turno, estaba muy nervioso, incluso se sentía mareado, su inseguridad gano y sus pasos empezaron a mostrarse torpe, sus saltos no los clavaba, caía y aunque se levantaba y los intentaba hacer de nuevo volvía a fallar.

Antes de darse cuenta ya había acabado, y se encontraba saliendo de la pista cuando fue llamado por Yakov, quien se veía demasiado molesto que hasta daba miedo.

— Yuuri tu rendimiento es demasiado bajo, creí que con dos meses de prácticas ya habrías avanzado algo, pensé que si te ponía a Vitya como entrenador podrías a avanzar más rápido, o es que acaso Vitya ¿no te ha estado entrenando? — miró en dirección a donde se encontraba este sentado junto a sus dos compañeros de equipo — ¿es eso? ¿No lo has estado entrenando como te ordene? — Grito en la misma dirección, antes de que terminara de hablar Víctor ya se encontraba frente a él y junto a Yuuri — No me importa que tu padre sea el director y dueño de esta academia si no has hecho lo que te ordene pediré que te suspendan para la próxima competencia que se avecina, no voy a seguir soportando tus desplantes solo porque eres uno de los mejores patinadores que tenemos.

¿Hijo del director? — pasaba por la mente de Yuuri, a pesar de que llevaba dos meses ahí no sabía nada de Víctor, estaba más que sorprendido por aquel comentario de Yakov.

Entre tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora