XXXIII

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Día Perfecto

Un suizo y un tailandés se encontraban desayunando amenamente en una cafetería de un centro comercial, platicando entre bromas y bromas.

Tenían planeado que después de desayunar irían a comprar los boletos para su próximo viaje con Víctor y los demás, pensaban ir de compras, al cine a almorzar etcétera, toda una cita.

Ambos ansiaban conocerse más, Phichit aun con un poco de temor de enamorarse de Chris, era obvio que le gustaba e incluso había aceptado a salir con él, pero enamorarse era una historia diferente, sin embargo ya estaba más que encaminado en aquel rumbo.

Y Chris por su parte sabía perfectamente que aquel omega lo volvía loco en más de un sentido, no necesitaba tener sexo con él para sentirse completo, con solo estar a su lado le era suficiente para sentirse lleno y feliz. Aunque era la primera vez que sentía algo como esto por alguien era de las personas que le gustaba arriesgarse y no dudaría hacerlo con este omega que tanto lo tentaba.

Después de desayunar fueron por los boletos de avión, y andaban de tienda en tienda viendo y comprando cosas, aunque el que compraba era Chris, desde que Phichit le había dicho que no tenía ropa adecuada para el lugar donde iban a viajar se empeñó en comprarle todo que se le cruzaba, aunque claramente el moreno se negaba rotundamente pero poco caso le hacía.

Al lugar donde fueran el suizo llamaba la atención, no solo de mujeres si no también de hombres, que no dudaban en coquetearle, sin embargo Phichit no decía nada al respecto a pesar que le molestaba, simplemente hacía como si no se diera cuenta...

Pero el omega de piel morena tampoco pasaba desapercibido, aunque claro él no se daba cuenta de eso, pero Chris si, y no le gustaba para nada la manera en que lo miraban algunos alphas, como si quisieran devorarlo ahí mismo.

Por primera vez en su vida estaba sintiendo celos, y no eran para nada agradables pensaba el rubio.

Phichit se encontraba probándose unos lentes de sol, que según Chris le quedaban a la perfección, Chris se acercó lentamente a este y lo tomó de la cintura para acercarlo a su cuerpo.

─ Te quedan súper sexis esos lentes ─ le dijo antes de besarlo, de manera apasionada y húmeda sin importarle poco el lugar donde se encontraban.

─ Chris ─ dijo suspirando ─estamos en público.

Chris le quito lo lentes y se los dio a la chica del mostrador.

─ Nos los llevamos ─ le dijo sin siquiera mirarla y le dio su tarjeta de crédito.

Desde que habían llegado a la tienda aquella chica le había estado coqueteando, como muchas otras, y otros, pero ni siquiera volteo a mirarla ni una sola vez.

─ Chris cuantas veces te tengo que repetir que no me tienes que comprar todo lo que me haces probarme...

─ Y ya te dije que no me importa...─ dijo sonriéndole inocentemente, para volver a besarlo, solo que esta vez de manera rápida.

─ Chris ya son demasiadas bolsas... deberíamos regresar ─ dijo mientras salían de aquella tienda.

─ No, quedamos de ir a ver una película mmm ya se...─ dijo al ver una heladería al frente ─ llevaré las bolsas al auto mientras tú me esperas en esa heladería...

Era la oportunidad perfecta para ir en busca del encargo que le había hecho el peli plata, aunque solo tenía que pasar a recogerlo.

─ Bien, ¿quieres que te pida algo?

─ Lo que tú quieras...

─ Bien...

Antes que se fuera le dio un casto beso, y luego le dio otro en la frente haciéndolo sonrojar. Quizás no le iba a ser tan difícil enamorarse de Chris.

Entre tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora