XVIII

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Primer Beso

Ambos se encontraban dentro del cuarto del baño en el departamento de Beka, bañando al pequeño gatito que pensaba adoptar Yuri.

— Beka ¿Qué nombre deberíamos ponerle? — pregunto entusiasmado el peli rubio.

— ¿Deberíamos? — le contestó el kazajo con otra pregunta algo extrañado.

— Si, ya que tú también me estas ayudando, hace cuenta que somos sus padres — dijo inocentemente el Omega rubio sin pensar mucho acerca del significado de sus palabras.

El kazajo se había quedado sin habla "somos sus padres" seguía en su mente, a veces se preguntaba si realmente decía esas cosas inconscientemente y sin ningún significado oculto tras de ello.

— No sé, nunca había tenido una mascota... — contestó al fin — podríamos buscar nombres en internet.

— Tienes razón — se dispuso a sacar de la bañera al gatito mientras que Beka empezaba a lavarla, pero el minino salió corriendo y Yurio detrás de él, pero antes que pudiese avanzar mucho resbaló ya que el piso se encontraba mojado y lleno de residuos de jabón, iba caer de frente dentro de la bañera, iba porque esperando el impacto que nunca llegó, sintió cayó en algo blando, y así fue, se encontraba sobre el kazajo que se metió frente él para tratar de evitar que cayera pero esto solo dio como resultado que ambos cayeran dentro de la bañera mojándose ambos y el kazajo con un golpe en la espada.

Aquellos brazos lo rodeaban fuertemente sin querer soltarlo. Aun con los ojos cerrados supo de inmediato que quien lo sostenía era Beka, pero a la vez sentía el gran temor de que se hubiese lastimado por culpa de él, así que se obligó a abrirlos, dándose cuenta que se encontraba muy cerca del rostro de Beka y podía sentir su aliento sobre su rostro, lo miraba con miedo y temor.

— Beka ¿estás bien?... ¿te lastimaste?... ¿Dónde te duele?... — decía pregunta tras pregunta sin recibir respuesta, solo lo miraba fijamente, como si fuese algo hermoso y precioso, pensaba que quizás el golpe si le había afectado algo en la cabeza.

— Yura... — dijo al fin, lo tomo por la nuca y lo acercó acortando el espacio entre ellos y posó sus labios sobre los de Yura, al principio este se encontraba sorprendido pero no tardó en responderle el beso, sólo era el movimiento de sus labios al compás de una melodía suave y lenta, pero que a ambos les gustaba y les hacía sentir como en el cielo.

No saben cuánto tiempo pasaron así, tardaron pero al separarse Yurio se quedó mirando fijamente al kazajo, estaba por hablar cuando este cayó desmayado dentro de la bañera, llenado de pánico el corazón del Omega.

Rápidamente verifico si aún respiraba, y al darse cuenta que sí, salió de encima de él y de la bañera, apago el agua y se dispuso a sacarlo de ahí, como pudo lo hizo ya que el Kazajo lo rebasaba en altura y peso al estar inconsciente pesaba a un más, pero saco fuerzas y lo llevó a su recamara, dejando en el trayecto un camino de agua, ya que ambos se encontraban mojados de la cabeza a los pies.

— Genial, me besa y luego se desmaya... — hablaba por lo bajo mientras prácticamente lo iba arrastrando por el pasillo que daba a la habitación del kazajo — ni que fuese una película romántica.

Un vez dentro de la habitación lo dejó recostado en el piso, ya que pensó que si lo acostaba en la cama esta se mojaría, lleno de vergüenza decidió cambiar de ropa al kazajo, primero busco que ropa le pondría y se dispuso a desvestirlo, era la primera vez que admiraba el cuerpo desnudo del azabache, no pudo evitar sentirse acalorado, sobre todo cuando cambio la parte baja a pesar de que lo hizo rápidamente no pudo evitar sentirse tentado, pero un leve movimiento del que aún se encontraba inconsciente hizo que se fueran sus pensamientos pervertidos que le cruzaban por la cabeza.

Entre tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora