Capítulo 33

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Amelia POV

Abrí mis ojos por la claridad del día entrando por la ventana. Apenas había dormido y estaba recostada sobre la espalda desnuda de Luisita. Era tan sexy que no podía quitarle las manos de encima ni un segundo. Cerré los ojos un momento y miles de imágenes de la noche anterior aparecieron en mi mente, lo que provocó que me mordiera el labio. Besé su espalda y no pude evitar acariciar su piel.

-Buenos días - la oí susurrar mientras abría los ojos.

-No sabía que estabas despierta - también le susurré apartando un mechón de pelo hacia un lado - eres preciosa...

Me sonrió y me quedé mirándola como si el mundo se hubiera parado.

Escuchamos ruido fuera del cuarto, lo que indicaba que la parejita feliz ya estaban despiertas.

-¿Qué planes hay para hoy? Ni siquiera sé qué hora es - dije moviéndome a ver el móvil - uy, son solo las 8... Tenemos tiempo para...

Y antes de que pude terminar la frase, Natalia tocó a la puerta.

-Amelia, mamá y papá por videollamada. Quieren hablar contigo también.

-¿No los puedo llamar luego? - no quería salir de la cama por nada del mundo.

-No. Sal o entro con ellos - me amenazó.

-Joder - maldije por lo bajo - ¡Voy! - y me giré a hablarle a Luisita - Espera, ahora vuelvo - le di un beso rápido y me puse unas bragas y la camisa de Luisita de la noche anterior por encima, ya que era lo último que me había quitado y lo tenía a mano.


Salí del cuarto y casi me choco con Lourdes en el pasillo yendo hacia el comedor.

-Uy perdona, buenos días, cuñi - le sonreí.

-Morning - dijo bostezando y se me quedó mirando - espera, no irás a hablar con tus padres así, ¿no?

-¿Qué? ¿Qué quieres decir? - no entendía su comentario.

-Bueno, digamos que con las ojeras no podemos hacer nada, pero al menos abróchate la camisa y ponte este pañuelo, anda. Estás llena de bocados - y se empezó a reír.

Un minuto después llegué al comedor donde Natalia me estaba esperando.

-Hola, hola. Ya estoy aquí. ¿Cómo estáis?

-Por fin. ¿Cómo es que te ha costado tanto levantarte si siempre te despiertas antes que nadie? - quiso saber mi madre.

-Bueno, es que no he dormido mucho esta noche... Me he estado moviendo mucho y creo que he tenido un poco de fiebre porque estaba súper caliente... - escuchaba a Lourdes riéndose de fondo y Natalia tuvo que apartar su cara de la cámara.

-Esperemos que no te estés poniendo enferma.

-No, no te preocupes. Bueno, ¿y qué pasa?

-Nada, solo queríamos deciros que el jueves vamos a ir a Madrid. Nos quedaremos una semana. Queremos escuchar bien tu disco para empezar a trabajar aquí en el estudio con alguna canción, tenemos unas reuniones con otros artistas españoles y, de paso, podemos acompañarte a la reunión con el dueño del ático. Hemos estado pensando lo que nos comentaste y puede ser una buena inversión comprarlo, así que te apoyamos en todo.

-Vaya, eso es estupendo, pero... - y antes de terminar de hablar, me interrumpió mi padre.

-No te preocupes, sé que no hay más espacio. Nosotros nos quedaremos en un hotel. Lo paga la compañía por ser viaje de negocios, así que no os quitaremos mucha intimidad.

La cantante y su musa || LUIMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora