Capítulo 36

4.7K 233 27
                                    

Amelia POV

-No, no le hagas daño. A ella, no. ¡Por favor! ¡Ah!

-Cariño, ¡cariño! - oí de lejos. - ¡Despierta!

-¿Qué? - abrí los ojos.

-Amor, estabas teniendo una pesadilla. Mírate, estás sudando y estabas gritando.

-Sí... Lo siento, ha sido solo un mal sueño.

-¿Me lo quieres contar?

-No, prefiero olvidarlo... ¿Me das un beso para que se me pase más rápido?

Luisita me sonrió y se acercó a mis labios para depositar un beso extremadamente dulce. Estaba teniendo una pesadilla horrible en la que una mujer quería separarnos a Luisita y a mí y para ello no tenía ningún problema en hacernos daño. Poco a poco me fui olvidando de la pesadilla y me fui dejando llevar por el beso de Luisita.

-¿Mejor? - me preguntó.

-Sí... aunque igual necesito otro para estar segura - y sonriéndome me volvió a besar, pero cuando intenté profundizar en el beso, Luisita empezó a reírse y se alejó.

-Eh, no sé si voy a poder superar mi pesadilla si te separas así de mí - dije haciéndole morritos.

-Pero mira el día que hace. Si sigo besándote así, vamos a pasarnos todo el día en la cama.

-¿Y? - quise saber.

-Pues que, aunque tener tu cuerpo aquí desnudo para mí es una tentativa enorme, llevo varios días sin tener un solo día libre y me apetece hacer algo al aire libre, ¿podría ser?

-Claro, cariño. ¿Tienes algo en mente?

-Hmm, déjame pensar... ¿qué te parece dar una vuelta en barca por el lago? - propuso.

-Me encanta, nunca he ido y me encantaría hacerlo por primera vez contigo - le dije guiñandole un ojo.

-¿Ah, sí? - me preguntó juguetona.

-Lo quiero todo contigo, amor.

-Pues entonces, vamos - dijo acercándose a rozar mis labios con los suyos.

Cuando iba a contestar a su beso, Luisita se levantó con la sábana rodeando su figura.

-¿Qué? Si hay tiempo para todo... ¿A dónde vas?

-Al lago a dar una vuelta en barca.

-Pero... pero...

No me dejó terminar la frase. Dejó la sábana caer al suelo mientras se dirigía al baño con una sonrisa triunfante en la cara. Definitivamente, podía hacer conmigo lo que quisiera, me volvía completamente loca.

No tardé en seguirla. Nos pegamos una ducha que se alargó más de lo que pretendíamos, porque ahí no se pudo librar de mí, desayunamos algo y nos fuimos dando un paseo, cogidas de la mano y disfrutando del buen día que hacía.


Una vez llegamos, prácticamente no había gente, cosa que agradecimos para no hacer cola y tener un poco más de tranquilidad con el bote.

-La última vez que vine aquí fue con Marina y unas amigas más cuando teníamos 15 años y casi nos caímos al agua - empezó a contarme Luisita mientras nos subíamos.

-Yo nunca he dado un paseo así de tranquilo por un lago. Mi familia es más de aventura un poco más extrema y hacemos mucho rafting.

-Pues espero que no te aburras, porque esto no tiene mucha emoción - comentó por lo bajo.

La cantante y su musa || LUIMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora