Al pasar el tiempo, todo iba siendo muy tranquilo, sin embargo algo comenzaría a atormentar a una persona.
-Vamos padre, debes apurarte -dijo aquel peli aguamarina-
-por favor Albafica a mis 53 años ya no tengo tu condición -respondió aquel hombre de larga cabellera azul-
-usted puede subir la colina, vamos suegro si puede, ¿verdad Cid? -expresó feliz aquella chica rubia-
-si, vamos padre -dijo el peli azul al sujetar la mano de Saga-
-gracias chicos -recalcó alegre el padre-
-Padre ya esta puesto la sabana en el suelo, no quiero que te ensucies -habló el peli verde-
-Shion también ya puse el cojín para que se acomode -exclamó alegre el castaño-
-gracias Shion, gracias Dohko
Al por fin subir comenzaron a acomodar las cosas para su pequeño picnic. Mientras otras dos personitas llegaron con una sombrilla y una hielera.
-Padre, llegamos -hablo el ojilila-
-señor Saga ¿Cómo se siente? -preguntó el pelinegro-
-Me alegro Manigoldo, muy bien joven Thanatos. En verdad me alegra que todos mis hijos vinieran y por supuesto ustedes los acompañen -recalcó mirando a la chica y a los dos jóvenes-
-gracias a usted suegrito por invitarme -hablo Phantasos-
-gracias señor Saga -dijo Thanatos-
-gracias suegro -musito sonrojado Dohko-
Luego de un rato de convivir, Albafica se escapo. Fue directo a una pequeña isla por ordenes del patriarca, debido a que le llegaron rumores de que la diosa Deméter ocultaba algo allí.
Al llegar rescato a un pequeño niño que era perseguido por perros.
-muchas gracias señor
-no me llames así niño, no soy tan viejo -expresó molesto el caballero-
-bueno, gracias joven... ¿puedo saber su nombre?
-Albafica y ¿tú eres?
-Pefko, llámame Pefko, muchas gracias Albafica -dijo al abrazarlo-
-oye ¿puedes darme un recorrido por la isla?
-¡claro!
Al terminar de recorrer el sitio, no encontró nada anormal así que decidió irse. Sin embargo, antes de subir al bote se encontraron con un hombre.
-padre llegaste, mira te presento a Albafica, me ayudo al ser atacado por perros
-mi pequeño deberías tener más cuidado, gracias joven
-no hay porque
Justo a momento de sujetar su mano y verlo con más detalle se dio cuenta de algo.
-¿Cómo? ¿Cómo me dijiste que te llamabas?
-Albafica ¿Por qué la pregunta?
-no, no es nada, es solo que... ¡ya no importa!, mi nombre es Luco, gracias por salvar a Pefko
-no hay de que, bueno los dejo debo volver con mi padre y con mis hermanos, no quiero preocuparlos
-no se preocupe, vaya con cuidado.
Al llegar de nuevo al bosque y subir la colina, Manigoldo le pregunta enojado:
-¿Dónde estabas hermano?
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Olvidemos la guerra Santa, Parte 1. [Finalizada]
De TodoEs la primer parte de una historia creada en base al anime y manga de los Caballeros del Zodiaco: El lienzo perdido. Narra como sería la guerra si los personajes fueran Alfas, Betas y Omegas. Así mismo, como sería la trama si en vez de la diosa Ath...