Capitulo 13: Mi adorado pequeño, te esperare pacientemente.

174 13 0
                                    

Al pasar el tiempo, todo iba siendo muy tranquilo, sin embargo algo comenzaría a atormentar a una persona.

-Vamos padre, debes apurarte -dijo aquel peli aguamarina-

-por favor Albafica a mis 53 años ya no tengo tu condición -respondió aquel hombre de larga cabellera azul-

-usted puede subir la colina, vamos suegro si puede, ¿verdad Cid? -expresó feliz aquella chica rubia-

-si, vamos padre -dijo el peli azul al sujetar la mano de Saga-

-gracias chicos -recalcó alegre el padre-

-Padre ya esta puesto la sabana en el suelo, no quiero que te ensucies -habló el peli verde-

-Shion también ya puse el cojín para que se acomode -exclamó alegre el castaño-

-gracias Shion, gracias Dohko

Al por fin subir comenzaron a acomodar las cosas para su pequeño picnic. Mientras otras dos personitas llegaron con una sombrilla y una hielera.

-Padre, llegamos -hablo el ojilila-

-señor Saga ¿Cómo se siente? -preguntó el pelinegro-

-Me alegro Manigoldo, muy bien joven Thanatos. En verdad me alegra que todos mis hijos vinieran y por supuesto ustedes los acompañen -recalcó mirando a la chica y a los dos jóvenes-

-gracias a usted suegrito por invitarme -hablo Phantasos-

-gracias señor Saga -dijo Thanatos-

-gracias suegro -musito sonrojado Dohko-

Luego de un rato de convivir, Albafica se escapo. Fue directo a una pequeña isla por ordenes del patriarca, debido a que le llegaron rumores de que la diosa Deméter ocultaba algo allí.

Al llegar rescato a un pequeño niño que era perseguido por perros.

-muchas gracias señor

-no me llames así niño, no soy tan viejo -expresó molesto el caballero-

-bueno, gracias joven... ¿puedo saber su nombre?

-Albafica y ¿tú eres?

-Pefko, llámame Pefko, muchas gracias Albafica -dijo al abrazarlo-

-oye ¿puedes darme un recorrido por la isla?

-¡claro!

Al terminar de recorrer el sitio, no encontró nada anormal así que decidió irse. Sin embargo, antes de subir al bote se encontraron con un hombre.

-padre llegaste, mira te presento a Albafica, me ayudo al ser atacado por perros

-mi pequeño deberías tener más cuidado, gracias joven

-no hay porque

Justo a momento de sujetar su mano y verlo con más detalle se dio cuenta de algo.

-¿Cómo? ¿Cómo me dijiste que te llamabas?

-Albafica ¿Por qué la pregunta?

-no, no es nada, es solo que... ¡ya no importa!, mi nombre es Luco, gracias por salvar a Pefko

-no hay de que, bueno los dejo debo volver con mi padre y con mis hermanos, no quiero preocuparlos

-no se preocupe, vaya con cuidado.

Al llegar de nuevo al bosque y subir la colina, Manigoldo le pregunta enojado:

-¿Dónde estabas hermano?

Olvidemos la guerra Santa, Parte 1. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora