Capitulo 6.1 Insolente humano, más te vale hacerme feliz (por Thanatos).

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Desde que recuerdo sentía un gran cariño por mi hermana Pandora, ella siempre fue una niña muy tranquila, aunque a veces caprichosa. Siempre veía por su felicidad, incluso soy capaz de todo por ella.

Al enterarme que era un maldito hombre omega sentí que me moría, yo no quería eso, sin embargo, mi hermana siempre me apoyo, me acepto tal cual era. Luego de ello comencé sin querer a fijarme aún más en ella, obvio desde lejos.

Cuando ella tenía nueve años, un día llego un poco triste así que le abracé, ella poco a poco me fue platicando sobre un chico que le gustaba, al terminar le dije molesto:

-¿es enserio?

-hermano ya no toquemos ese tema, tal vez no es para mí -expresó triste-

-¡eso sí que no!, hermana te aseguro que ese mocoso será para ti. Déjamelo a mí -aclaré pensativo-

-Thanatos, en serio no te preocupes, sé que no será para mí -dijo tranquila-

-no te preocupes hermana menor, yo siempre veré por tu bien

En eso me levanté un poco molesto y me retiré del lugar. Luego de unos meses de investigar al tal Hypnos, supe que era lo que le gustaba, que era lo que le molestaba, sus aspiraciones, en fin, muchas cosas, quería hacerla feliz. Luego de unos días más, le llame:

-Tienes que aprender a tocar la arpa, a ese mocoso le gustan sus melodías

-¿en serio? -pregunté feliz-

-¡claró!, jamás te mentiría -expresé al abrazarle-

Comencé a tocar la lira a los 12 y ella el arpa. Éramos demasiado buenos, pero lo que me gustaba de practicar, es que pasaba tiempo con ella.

Una cosa que nunca me gusto de mi vida, fue mi celo. Justo después de cumplir mis 12 comencé a despertarlo. Tuve que encerrarme para no hacer tonterías, no obstante, en ese celo me di cuenta de lo que sentía. Comencé a tocarme imaginándole, sé que no era lo correcto, pero me gusto demasiado, ahí me di cuenta de que la amaba. También, por ello nunca quise ser la "mujer" de nadie.

Al tener los 17 años nuestros padres murieron, gracias a ello aquel rubio vino a la casa, aproveche para que se fijara en ella. Como buen hermano, debía de ver de ahora en adelante por su felicidad, así que tocamos una canción con el arpa y la lira para despedirlos.

Durante ese día y claro, supongo que durante unos días más, mi hermana y su enamorado se hablaron, cosa que me alegro mucho por ella.

Luego de unas semanas, me encontraba abrazado con Pandora en los jardines, cosa que me causó molestia debido a que tuve que separarme de ella un momento. Al leerla le abracé y le dije:

-hermanita ya cumplí con mi promesa

-¡eh!, ¿por qué? -preguntó desconcertada-

-aquél rubio te quiere de prometida -expresé feliz-

-¡¿qué?!, ¿es en serio? -gritó alegre-

-sí, mira -le di la carta-

Al leerla se alegró mucho y era de esperarse, ella estaba super enamorada de él. En la carta decía que la quería como mujer, además sus padres estaban de acuerdo con su matrimonio. Al terminarla comenzó a darme besos en el cachete, ese día estaba muy feliz por ello.

Luego de organizarle su unión, la noche de bodas me puse super mal, sabía que ya no estaría conmigo, pero, en fin, tuve que resignarme.

Después de que naciera mi sobrino, menos la vi. Pero me enteré que perdió un hijo, así que fui a visitarle, casi moría al verla en ese estado.

Olvidemos la guerra Santa, Parte 1. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora