Capítulo 17: Que comience el lost canvas contra mi odiosa hermana.

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Esa misma noche aquella diosa se encontraba en el suelo agotada por el cansancio de sostener su kekkai1.

-Alone

-Ya no soy más ese débil humano, entiéndelo de une buena vez, Athena... Ahora soy Hades, el emperador del inframundo

-señorita Athena -dijo el pequeño peli violeta-

-tranquilo Atla, estoy bien -musito al levantarse-

-déjame recordarte la lucha que tenemos desde hace siglos o ya te olvidaste -dijo el peli negro-

En ese momento una flecha dorada de Sisifo impidió que algo golpeara al rey del inframundo.

Hades miro rápido a Sisifo y regreso la mirada a bajo.

-¿una .....? -dijo Hades

-¿amapola dorada? -interrumpió Athena-

-¿Qué?, ¿no puede ser? Deme...

Antes de que terminara de pronunciar aquel nombre, la susodicha apareció frente a él y lo golpeo en la cara provocando que se moviera unos cuantos pasos hacia atrás.

-¿Qué le hiciste a Arión?

-¡jeh! -dijo Alone al tocar su mejilla-

-¿Qué te parece tan gracioso?, Idiota -gritó enojada la rubia-

-ese idiota me estorbaba al igual que Despena, así que simplemente lo elimine -enunció alegre al bajar su mano-

-¡maldito!, me las pagaras por tocar a mis hijos -dijo tomándolo de la túnica-

-lo siento diosa Deméter -grito Sisifo al soltar una flecha dorada en su dirección-

-¿Qué? -musito volteando y estirando su mano izquierda-

Hizo un reflejo que devolvió la flecha a su propietario, clavándosela en el pecho.

-¡Sisifo!, ¡no!

-se lo merece por tonto -respondió la rubia-

-¡Deméter! -gritó enojada Athena-

-Mueran estúpidos -exclamó la rubia apareciendo un cetro y clavándolo en el suelo- ¡Poisonous wheat!2

El ataque inicio con la germinación de unas plántulas de trigo y, por último, el crecimiento de ellas que tomo a los dos dioses desde los pies hasta formar un capullo.

-Finalmente podre acabar con ustedes, par de idiotas

-¿Por qué me odias tanto, hermana? -pronunció con dificultad Hades-

-¿Por qué?, ¿todavía preguntas por qué? -dijo al atraer con su mano aquella amapola dorada y apuntando con su tallo filoso-

-¿Cómo mierda voy a saber? -grito enojado-

-Porque me robaste a mi tercer tesoro, a la pequeña hija que tuve con mi amado...

Antes de que terminara de hablar, una gran luz se hizo presente provocando el asombro de los tres. Así mismo, un rayo se interpuso entre ambos dioses, aquel que se hizo presente fue el alfa de cabello corto castaño.

-¿Tenma?, pero ¿qué haces? -preguntó atónita la rubia-

-¿Qué comentario es ese?, Diosa Deméter -respondió con una sonrisa-

-¿Tenma? -dijo sorprendido el pelinegro-

-Lo siento Alone, lo siento Sasha, perdonen mi tardanza

-¿Sasha? -preguntó ella?

-¿Alone?, sabes que Deméter, ya me estoy molestando -dijo provocando una pequeña explosión, liberándose del amarre- así que es hora de terminar

Olvidemos la guerra Santa, Parte 1. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora