Capítulo 14: Deméter es hora de empezar nuestra guerra Santa.

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Antes de dirigirse a su hogar Albafica paso a ver a Asmita, ahí estaba aquella mujer rubia.

-¿Cómo te encuentras Asmita? -preguntó tranquilo el peli aguamarina-

-estoy bien, solo que el pequeño es muy inquieto y me patea -dijo el rubio-

-estoy tan contenta de verlos a ambos juntos -habló la rubia-

-¿Por qué lo dice señorita Deméter? -preguntó Albafica desconcertado -

-tú eres mi pequeña hija, tú eres Despena -dijo al sujetarle las mejillas-

-¡eh! ¿yo que?

-hermana... bueno hermano, tu eres Despena y yo soy Arión, somos hijos de la diosa Deméter y el dios Poseidón -contestó el rubio-

-¿Arión?, ¿Despena?, ¿no entiendo?

Antes de que la diosa le diera un beso en la frente, todo se quedo paralizado, hasta aquellos dos caballeros, luego hablo alguien:

-ni se te ocurra Deméter

-¡¿qué?!, ¿Qué estas habiendo aquí Poseidón?

-lo mismo debería de preguntar, por favor hermana deja de meter a nuestros pequeños entre tu pelea con Hades -dijo al salir de entre las sombras-

-¡ja!, tú no te metas entre ese tonto y yo, es más, contigo también tengo asuntos pendientes que debo resolver -respondió para luego marcharse-

-Deméter... ¿tanto nos odias? -musito al desvanecerse-

Justo cuando todo volvió a la normalidad Albafica miro a los alrededores y hablo:

-¿Dónde se fue?

-escúchame bien Albafica, tú y yo somos hermanos y debemos proteger... -dijo antes de ser interrumpido-

-¡no!, lo siento, pero yo no seré su títere, ni de ella ni de papa. Hermano desde hace tiempo se lo que somos y no quiero seguir sufriendo por su culpa, en verdad lo siento, haré lo que debí de hacer hace mucho

-Albafica... ¿Por qué?

-porque estoy harto de que mamá me dé ordenes, por su culpa viví toda mi vida tratando de ser como nuestra hermana, pero ¡ya! Basta Arión, yo no soy ella, yo seré aquella diosa que eh querido ser, la adorada diosa Despena, esposa de ...

Antes de que terminara fueron interrumpidos por una explosión.

-Espera aquí Asmita, no te muevas –ordeno el peli aguamarina-

-Albafica -musito el rubio-

Al llegar a la entrada principal de la mansión encontró a dos espectros.

-Bienvenidos espectros -dijo aquel peli aguamarina con la armadura dorada de su constelación-

-Hola de nuevo mi querido hermoso Albafica -expresó alegre el peli blanco-

-mi señor Minos no debe de bajar la guardia -dijo aquel acompañante de Minos-

-sí, esta bien

-mi señor Minos aquí es donde Niobe saldrá -pronunció al pararse frente al peli aguamarina- déjame presentarme caballero dorado, mi nombre es Deep de Niobe estrella terrestre de la oscuridad

-mi nombre es Albafica caballero dorado de piscis

-que hermoso eres, es más, hueles delicioso -dijo Niobe-

-¡hey! Cuidado con lo que dices espectro -expresó molesto Minos-

-perdone mis palabras señor Minos. En fin, yo y tu famoso veneno hacemos una buena combinación

Olvidemos la guerra Santa, Parte 1. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora