—Harry—una voz aguda gritó llamando la atención del trío, una mujer con el cuello largo y cabello rubio caminaba hasta donde estaban sentados, Harry se levantó rápidamente esperando a la mujer.
—Hola, tía Petunia—saludo el pelinegro menor, como un prisionero lo hace con un guardia.
La pelinegra se levantó de su asiento y se puso recta esperando a que la rubia terminara de juzgar su aspecto, cuando pareció darle el visto bueno hablo.
—Hola, soy Petunia Dursley, un placer señora...—dejo la palabra al aire esperando la respuesta de Sally.
—Jackson, Sally Jackson, el placer es mío señora Dursley—contesto con una sonrisa amable y extendió su mano, siendo tomada por la contraria.—Perdone la molestia ¿usted es por casualidad la tía de este pequeño?—pregunto poniendo su mano en el hombro de Harry, no le pasó desapercibida la mirada molesta que la rubia le dirigió al pequeño al que su hijo estaba cuidando y dando un silencioso apoyo desde su lugar, listo para atacar o huir de ser necesario.
—Si, lo soy... Espero Harry no causará problemas.—dijo la mujer mayor, tratando de mantener una expresión serena pero en sus ojos aun podía ver filtrado el odio.
—Oh no, claro que no, vera Harry y mi hijo son amigos pero no había sido presentada la oportunidad de poder conocernos. Hoy Harry vio a Percy y mi hijo le pidió que si podía ir con nosotros, por supuesto me gustaría llevar a Harry pero no deseo preocupar a una familia que estoy segura lo ama y se preocupa por su bienestar.—explico la pelinegra, viendo a directamente a la otra.
A pesar de la amabilidad con la que dijo todo, el de cabellos cuervo noto la pequeña cantidad de veneno en esas palabras y no pudo evitar una pequeña sonrisa, era como cuando él hablaba de Dudley o Petunia hacia un comentario grosero en medio de halagos pero mucho menos obvio, porque su tía no pareció darse cuenta de eso.
—Entonces, quería saber ¿Me permitiría llevar a Harry con nosotros a las compras? Si quiere puedo llevarlo a su casa después, solo permítame saber su dirección.—pidió amablemente
—No me gustaría que mi adorado sobrino cause problemas.—respondió, teniendo el mismo presentimiento que cuando Vernon le dijo que lo llevarán a un orfanato.
—Para nada, para mí es un placer conocer a los amigos de mi hijo. Le aseguro que él está en buenas manos—siguió, su sonrisa estaba por caer pero la mantuvo.
—No tardara mucho ¿Cierto? Tenemos que regresar a casa dentro de poco y sería un problema que Harry no esté.—un poco de miedo se filtro por su rostro.
—Insisto en poder llevar a Harry a su casa, le puedo prometer que no le pasará nada.—dijo con una sonrisa, agregando un poco de magia a su voz, sabia que en los magos no funcionaria pues su magia era demasiado pequeña como para siquiera poder estudiarla, pero era suficiente para convencer a un muggle débil de mente
La duda apareció en los ojos de la rubia pero la amable sonrisa de la mujer pelinegra la elimino como si nunca hubiera estado ahí.
—Esta bien, solo cuídelo bien no quiero que nada le pase. Cuando termine puede llevarlo a esta dirección—Acepto escribiendo rápidamente y entregando el papel que decía pulcramente:
Privet Drive #4
Little Whinging, Surrey—Fue un placer conocerla señora Dursley—dijo terminando la conversación.
La pelinegra sonrió y tomo la mano de Harry viendo cómo la rubia se alejaba tomando de la mano al niño que había visto en la fuente para ser seguidos por los otros dos pequeños, suspiró dejando caer la forzada sonrisa que había dado a Petunia, aunque solo fueron unos minutos Sally pudo ver cómo su sola presencia gritaba hipocresía y no paso por alto el pequeño sarcasmo en su preocupación por Harry.

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Selcouth -Harcy-
RomancePorque si alguien preguntaba lo que sintieron al conocerse esa seria la respuesta: Desconocido, raro, extraño y sin embargo maravilloso. Los personajes de Percy Jackson y Harry Potter no son míos solo los ocupo para esta extraña historia. Contenido...