Selcouth -Harcy-

05

—Extiende tu brazo. Eso es—Midió a Percy del hombro al dedo, luego de la muñeca al codo, del hombro al suelo, de la rodilla a la axila y alrededor de su cabeza. Mientras medía, dijo—. Cada varita Ollivander tiene un núcleo central de una poderosa sustancia mágica, Jackson. Utilizamos pelos de unicornio, plumas de cola de fénix y nervios de corazón de dragón, al menos las mas recientes tienen esos núcleos. No hay dos varitas Ollivander iguales, como no hay dos unicornios, dragones o aves fénix iguales, claro que, nunca obtendrás tan buenos resultados con la varita de otro mago.

De pronto, Harry se dio cuenta de que la cinta métrica, que en aquel momento medía entre las fosas nasales de Percy, lo hacía sola, pues el señor Ollivander estaba revoloteando entre los estantes, sacando cajas.—Esto ya está —dijo, y la cinta métrica se enrolló en el suelo—. Bien, joven. Prueba ésta. Madera de haya y nervios de corazón de dragón. Veintitrés centímetros. Bonita y flexible. Cógela y agítala.

Percy tomo la varita y se hubiera sentido como un tonto si no fuera por la ilusionada mirada de Harry, antes de poder hacer cualquier movimiento la varita le fue quitada de las manos, iba a reclamar pero su acompañante le dio un ligero apretón para mantenerlo en su lugar. Una tras otra las cajas de varitas se acumulaban sobre una silla.

—Como lo dije los Jackson siempre son sorprendentes—dijo tomando de la mano de Percy otra varita—, tal vez... no pierdo nada—murmuro alejándose por los pasillos llenos de cajas. Cuando el hombre se fue el rostro de Harry perdió su sonrisa y sus ojos volvieron a brillar peligrosamente.

—Percy—susurro Harry—, eso será peligroso.—señalo un montón de pergaminos, el pelinegro menor sabía que no era un peligro inmediato, tendrían algo de tiempo hasta que los afectará, Percy sabía que Harry solía ver peligros antes de que se presentarán y él solo veía los que eran inmediatos, el hijo del mar dio un asentimiento. El vendedor regreso con otras cajas que contrario a las que ya habían abierto parecían hechas de piedra y mármol, ninguno podía sentir nada viniendo de ellas como habían sentido con las otras.

El hombre abrió las cajas con cuidado como si temiera que en cualquier momento se rompieran, le dio a Percy la primera varita. Era de una madera clara, su mango era de metal y se sentía mejor en su mano que las demás pero aún no había algo realmente especial en ella.

—Son de las primeras varitas Ollivander, no tengo más información de ellas que el núcleo, y madera de algunas—dijo el hombre más perdido que cuando habían entrado—, pruébela, por favor, joven Jackson.— hizo un movimiento apuntando casualmente al montón de pergaminos, contrario a lo que había pasado con otras varitas no creo explosiones ni se rompió nada pero le dio un ligero cosquilleo que le decía que tenía que soltarla pronto. Harry hizo un puchero había creído que esa era la varita, el mayor no había tenido problema en el movimiento pero cuando miro como el mar en los ojos de Percy se agitaba quiso quitarla el mismo de sus manos.

—No creo que sea esta.—dijo el pelinegro más alto regresando la varita.

—Núcleo de pluma de un ave del trueno, un experimento de los primeros dueños de la tienda—explico dejando la varita en su caja nuevamente, y tomando la siguiente—, está tiene un núcleo de pluma de fénix.—la extendió al niño que la tomo dudoso.

Está tenía una madera más oscura y un acabado más brusco pero aún tenía el mango hecho de metal, Ambos niños consideraron que está varita era realmente difícil de romper. Hizo el mismo movimiento pero aún no estaba satisfecho, salió un poco de fuego de la punta pero no llego a los pergaminos y se la extendió al hombre otra vez. Los niños estaban por llegar a su límite y salir de la tienda, Sally se había levantado de su lugar para dar unas cuantas caricias en las cabezas de ambos, Harry había saltado por el repentino contacto pero se relajo rápidamente, dieron una profunda respiración y regresaron su mirada al hombre.