Selcouth -Harcy-

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Primer libro

Harry Potter y la piedra filosofal

Capítulos: El duelo a medianoche.

Durante años el mundo mágico estuvo sumido en el miedo y la desesperación, todos esperaban que tras la separación del mundo mágico y el mundo muggle, en 1692, la paz llegaría a  sus puertas, no fue sino hasta 200 años después que el primer indicio de cambio llego, el nacimiento de un mago poderoso trajo aires de cambio a la sociedad mágica… o, bueno, eso era lo que se suponía que tenía que hacer, pero su mente fue dañada rápidamente por el poder, un cuerpo mortal no podía soportar grandes flujos de magia sin fatídicas consecuencias.

Gellert Grindelwald, con su mente dañada quedo rápidamente fascinado por los diferentes artefactos mágicos, las reliquias de la muerte fueron su enfoque principal, pero sus descuidos causaron su expulsión de Durmstrang, sus continuos experimentos con Nigromancia lo llevaron a lugares a los que muchos magos sabían no tenían derecho a entrar, la primera pieza había caído.

Pero esa historia ya la conocen, todo el mundo mágico lo hace, pero durante el reinado de terror de Grindelwald, otro mago oscuro se levantaba, su inevitable final ahora escrito en piedra, la guerra fue cruel y despiadada, muchos sufrieron, muchos murieron y muchos otros solo miraron a la distancia. El poderoso mago cayó ante su antiguo amante, el rebaño encontró un nuevo pastor, pero tras 40 años de paz, Lord Voldemort se levantó, entre las cenizas y la inestabilidad de la sociedad mágica, su alma rota y contaminada por la magia negra; 1985 y la guerra regresa a las puertas de Reino unido, nadie se había preparado para hacer frente a otro Lord oscuro. Fueron diez años de terror, no podías confiar en nadie y nadie podía confiar en ti, las antiguas familias que no estaban aliadas a la oscuridad fueron erradicadas, ningún mago que llevara su apellido sobrevivió, entre el caos un grupo se alzó para poder acabar con Voldemort, pero incluso ellos no lograron eliminarlo… Cuando las cosas parecían estar en manos del Señor Oscuro, un rayo de luz llego a ellos, una profecía, dos familias fueron rápidamente puestas en la mira y una noche de Samhain se esperaba su último aliento. Los Potter murieron protegiendo a su único hijo y los Longbottom se alejaron tanto en sus mentes que ya no lograron salir de ahí.

10 años han pasado desde su caída y el más beneficiado estaba sentado viendo a la nueva generación de magos, dio una mirada llena de magia a los nuevos niños, ninguno especialmente llamativo, pero reconoció fácilmente a algunos de ellos, su pequeño proyecto no era lo que había esperado ver cuando se preparó para esa noche, los ojos del niño, aunque llenos de ilusión, no mostraban miedo, su postura era segura, caminando con la frente en alto, pero no debería haber ningún problema, James Potter había tenido la misma mirada y había sido un magnifico Gryffindor.

—¡Potter, Harry!

Albus miro al niño caminar hasta el banquillo y como era de esperar los murmullos se escucharon por todo el gran comedor, tan rápido como habían llegado se fueron para ver atentamente la selección.

—¡HUFFLEPUFF! —Albus no permitió que su expresión mostrara la gran conmoción que sentía en ese momento, lucho para no mirar fijamente al niño y mantuvo su mirada en los alumnos faltantes.

No podía permitir que sus planes cayeran por un desliz, Albus dio su típica bienvenida, sus brazos abiertos y una sonrisa bonachona, sus ojos se parecieron suavizar cuando dejo de enviar tanta magia a ellos. Se sentó nuevamente, su mente desconecto del mundo hasta que fue consciente de que el último de los postres se había desvanecido.

— … quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa. —su discurso termino con su advertencia, sabía que los alumnos más jóvenes no se resistirían a una aventura ¿Qué podía haber en un lugar tan seguro como Hogwarts para dar tal advertencia?